Desaprendiendo de los Beatles🎸

Desaprendiendo de los Beatles🎸
Otro día prometedor.

Tengo una confesión que hacerte: siento ambivalencia emocional con los fines de semana largos. Por un lado, disfruto mucho tener un día extra de descanso y/u ocio; y, por otro lado, me he dado cuenta que me cuesta mucho más arrancar mi semana. Siento que la he arrastrado un poquito, en especial con mis niveles de productividad que se han visto un poco más afectados (y con estos días lluviosos, aún más). Y, te voy a ser súper honesta, me cuesta hacer las paces con esta realidad y moverme a un ritmo distinto, quizás un poco más congruente y a tono con mis niveles de energía.

Pensándolo ahora mismo, un fin de semana largo es una mini-transición –y ya sabemos cuánto me encanta identificar, reconocer y desmenuzar las transiciones. De mi lado, intentaré usar este desaprendizaje personal como un agregado a mi repertorio de sabiduría experiencial. Y, así, la próxima vez que tenga otra "mini-transición", quizás reservarle una mesa a ciertas emociones que me pudiesen ayudar a navegarla mejor. Y, de tu lado, te lo comparto por si acaso tú también te has sentido así, y te envío un abrazo compasivo para ir cerrando esta semana arrastrada.

Como siempre, te comparto el acompañamiento musical, ¿te parece si iniciamos con la reflexión de hoy?


Si yo tuviera que escoger a un solo artista para escuchar el resto de mi vida, mi respuesta innegablemente sería: The Beatles. No estoy segura cuándo empezó mi amor por ellos (quizás con mis hermanas Maricarmen y Marisol, ya que una gran parte de mis gustos musicales han sido gracias a su influencia), pero sin lugar a dudas los Beatles son mi sopita de pollo musical. ¿Estoy triste? Let It Be. ¿Estoy feliz? Here Comes The Sun. ¿Estoy reflexiva? Across The Universe. ¿Estoy agradecida? In My Life (mi fav). ¿Estoy molesta? Revolution. ¿Estoy cansada? Golden Slumbers. Y así, me puedo ir por todo el vocabulario emocional encontrándole una canción para cada emoción que se me viene a la mente (pero tranqui, no voy a hacer eso... hoy.) Por hoy, basta con saber que inequívocamente los Beatles siempre han estado, estarán y están ahí para mí.

Tengo una emoción. 

Ahorita escribiendo sobre lo que la música de los Beatles me hace sentir, no puedo evitar recordar cuando escribí sobre lo mucho que me cuesta cuando los artistas que me encantan sacan música nueva. Precisamente, porque tengo emociones intensamente profundas asociadas a su trabajo, y suelo hacerme expectativas altas e irreales sobre la música que "deberían" estar sacando. Pero con los Beatles esto no me pasa, quizás porque les conocí cuando ya no estaban haciendo música. Es como si hubiese descubierto un baúl musical, y para mi mente "drástica" (como me han descrito recientemente), imagino eso se puede sentir reconfortante, seguro, cómodo, y atemporal –una sensación de estar como en casa.

Así que, ya te imaginarás cuán emocionada estaba cuando anunciaron la serie documental de los Beatles "Get Back" dirigida por Peter Jackson, el director de El Señor de los Anillos. Una breve sinopsis del mismo (en el que intentaré no incluir tantos spoilers): entre 1969 y 1970, los Beatles grabaron su álbum Let It Be y –durante la grabación del mismo– decidieron dar un concierto gratuito sorpresa en el techo de su estudio musical (lo cual terminó siendo un momento emblemático en la historia de la música, y cuyas imágenes aparecen en la serie documental). Y, Get Back, trata sobre el proceso de estos dos eventos.

Yo entré, como con muchas cosas en la vida, con apertura y sin haber hecho mucha investigación previa sobre lo que la serie documental sería. Me sentía emocionada e ilusionada por tener un pequeño vistazo hacia el mundo de los Beatles, y realmente el único comentario que había recibido es que era sobre su proceso creativo; pero, no tenía idea de todas las emociones, enseñanzas y desaprendizajes que me iba a encontrar en el camino. Ya sé lo que estás pensando: pero, Mariana, es literalmente lo que haces después de ver cualquier cosa. Pero, bueno, yo genuinamente pensé que esto sería solo entretenimiento. Como no puedo negar mi naturaleza curiosa y reflexiva, el día de hoy te quiero compartir algunos de los desaprendizajes que rescaté viéndolo.

Nos emocionamos mucho.

La incomodidad del proceso creativo

La serie documental cuenta con tres episodios que son como películas, ya que cada uno dura como 2 horas y media. Y me parece importante mencionar esto, porque hasta la "forma" en la que ha sido contada la historia es incómoda: cada epi dura mucho más de lo que un episodio de una serie documental normalmente duraría; está llena de retazos que incluyen conversaciones, ensayos, sesiones de jamming, chistes internos, y miradas –frecuentemente presentados sin contexto ni un hilo conductor "coherente"– dejándole la tarea a la audiencia de "hilar" estos retazos; y es palpable la incomodidad y tensión entre John, Paul, George + Ringo –siendo esta última parte lo que más sentí viendo el primer episodio.

No sé si es porque soy hipersensible o porque me conecto demasiado con el contenido que consumo, pero sentí físicamente cada conflicto entre los miembros de los Beatles: Paul McCartney queriendo organizar al grupo; John Lennon queriendo fluir; George Harrison sintiendo absolutamente todo; y, Ringo Starr intentando traer una energía ligera para llevar la fiesta en paz. Les vemos entrar en desacuerdos frente a la dirección musical que "debe" tomar el grupo, tanto con el álbum como con la presentación (y creo que a un nivel más profundo, con su propio futuro como grupo), y eso se siente sumamente incómodo. A tal punto que fue físicamente difícil para mí verlo: terminé dividiendo el primer episodio en 3 días porque me costó.

Vemos en vivo y en directo, sin mucha edición ni filtro, lo incómodo que se puede sentir el proceso creativo. Creo que me costó presenciarlo, precisamente porque sé exactamente cómo se siente. Sé cómo se siente sentir la presión de tener que sacar o producir algo (independientemente si esa presión es interna o externa), lo forzado que se siente cuando la creatividad no "fluye", y la frustración de no poder llegar a una respuesta concreta sobre el próximo paso a tomar. Es decir, lo incómodo que se siente honrar "the messy middle" (el enmarañado proceso de transición). El álbum que estuvieron grabando, Let It Be, es una joyita y también fue la antesala al proceso creativo individual de cada uno, lo cual quizás sirve como un recorderis de que esta incomodidad no solo es esperada y normal, sino que también es necesaria antes de poder sacar algo que se sienta congruente y honesto con el proceso en el que estamos. Una vez más, mostrándonos la importancia de no ceder frente al apuro de salir de "ahí" rápidamente.

George, mi fav♥️

El amor como un vínculo que sostiene

Como la vida misma, no todo en la serie documental se siente tenso, incómodo y en conflicto. Al contrario, hay pequeños y hermosos momentos entre cada uno de ellos que reflejan el amor que se tenían. Hay muchas especulaciones sobre lo que ocurrió con los Beatles, y con frecuencia buscamos héroes y villanos para intentar hacer sentido sobre por qué uno de los grupos musicales más importantes de la historia se separó. Y, en este documental, creo que vi un poco más allá de esto: vi el vínculo que sostuvo TANTOS años de trabajo y colaboración musical entre ellos, y el amor que sostuvo los altibajos esperados de una relación tan larga.

Hay escenas donde: se desborda la complicidad entre John y Paul, quienes con tan solo verse lograban hacer un hilo de chistes, entenderse sin decir ni una palabra, y engancharse en una espontaneidad musical envidiable; donde la presencia estable y organizadora de Ringo hace toda la diferencia (dice mi hermano, Paco, que el rol que Ringo juega en el grupo es profundamente subestimado, y es precisamente su actitud reservada y conciliadora lo que funciona como el pegamento de los Beatles); y, donde la sensibilidad de George les ayuda a conectarse con sus emociones y a reconocer + reparar los conflictos que se generan.

Esto me hizo pensar en el profundo lazo amoroso de amistad que los conectaba, más allá de sus roles profesionales y sus ambiciones que ya para esa época estaban empezando a crecer en direcciones opuestas. Esto me ha hecho, indudablemente, pensar sobre las relaciones adultas: en especial, aquellas que después de muchos años ya no son tan activas como antes, pero el amor y el cariño permanece ahí.

Mi terapeuta me habla mucho sobre la impermanencia relacional y cómo, a medida que crecemos, nos confrontamos con la dolorosa verdad de ver cómo las relaciones van cambiando. Ya sea porque las prioridades cambian, porque la gente cambia, o simplemente porque la vida pasa. Pero ver el amor que se tienen, y cómo esto logró sostener los desacuerdos y tensiones que enfrentaban, me hizo sentir calma frente a la impermanencia relacional. Porque, quizás, el objetivo no es que las cosas permanezcan igual "siempre", pero que el amor, cariño y responsabilidad afectiva (E066) puedan sostener los cambios que son parte de la vida.

Los Beatles del mundo interno

Porque soy como soy, no puedo evitar pensar en que aunque la serie documental nos habla sobre estas cuatro personas reales que atravesaron un sinfín de transformaciones personales + musicales + creativas + colectivas como grupo, quizás eso es lo que ocurre en nuestro mundo interno también. Debo confesar que sentí algo distinto con cada miembro de los Beatles: impaciencia con Paul por intentar forzar y organizar algo que no estaba fluyendo; frustración con John por no querer asumir un liderazgo más activo; empatía con George por no sentirse escuchado; y, compasión con Ringo por no recibir el crédito que se merece. Hasta que me cayó la teja, que esas son las mismas emociones que siento conmigo misma.

Ya sabemos lo mucho que me encanta hablar de la pluralidad de selves en el mundo interno, y esto no va a ser la excepción. Quizás, todas y todos tenemos un John, Paul, George + Ringo internos que nos evocan emociones distintas, y nos sentimos de una determinada manera cuando estas partes entran en conflicto.

¿Cómo nos sentimos cuando el John Lennon de nuestro mundo interno quiere dejar de hacer música para los demás y quiere empezar a hacer música para sí mismo?

¿Cómo nos sentimos cuando al Paul McCartney de nuestro mundo interno le toca tomar –una vez más– una dolorosa y difícil decisión de vida porque ese es el rol que siempre ha cumplido?

¿Cómo nos sentimos cuando el George Harrison de nuestro mundo interno elige ser vulnerable y finalmente amplificar su voz para que otras/os escuchen? (Haciendo lo que, a mi parecer, es uno de los mejores álbumes que existen.)

¿Cómo nos sentimos cuando el Ringo Starr de nuestro mundo interno honra su naturaleza conciliadora para estar bien con los demás y consigo mismo?

Y, más importante aún: ¿Cómo negociamos y hacemos sentido cuando todas estas partes se tensan y entran en conflicto? ¿Cómo sostenemos esto con amor, ternura y compasión? ¿Cómo honramos la importancia de cada una de las partes sin necesidad de caer en una mirada rígida y unidimensional de nuestro mundo interno? Sino, quizás, el contrario: una mirada compleja y multidimensional que nos permite reconocer que cada uno de los procesos que se viven estas partes entre sí, son precisamente los procesos que hacen posible la música interna que vamos creando –para luego ser compartida con las y los demás.

Uniendo los tres desaprendizajes que te compartí, creo que mi intención con la reflexión de hoy es una invitación a enfrentarnos a las tensiones naturales, esperadas y necesarias de nuestro mundo interno, con respeto + amor + compasión. Sería hermoso que todo fluyera siempre, sería hermoso que no hubiese tensión, sería hermoso que los Beatles no se hubiesen separado (y que John + George siguieran aquí). Pero, como bien nos dice George Harrison: all things must pass (todo debe pasar).

Quizás, el secreto no está en los resultados, en las resoluciones o en los productos terminados. Quizás, el secreto está en cómo nos vivimos el proceso y todo lo que hay en el medio: las "Ñ"'s de la vida –con todo y lo incómodas, frustrantes y tensas que se pudiesen sentir. Y, confiando que son precisamente esos procesos los que nos equipan con herramientas para hacer frente a los ajustes y desajustes propios de esta vida. Una confianza que nos podemos extender porque nos aseguramos de crear vínculos amorosos y compasivos entre las distintas partes de nuestro mundo interno.

Mi gentil recorderis para el día de hoy:

Consejo de los Beatles - @michellerial

Si necesitas un epi para seguir pensando y reflexionando sobre el tema:

E061: ¿Se puede sentir más de una emoción a la vez?


¡Ya tenemos fecha y tema para nuestra próximo sesión de Acompañar!

Siento que eso necesita ser celebrado.

Para quienes no saben, el espacio de Acompañar es un beneficio de la membresía pagada de este newsletter. En este espacio, mes tras mes, hacemos una sesión de journalling sobre distintos temas. Temas pasados han incluido: cómo explorar mi mundo interno, usando las enseñanzas de Encanto para mirar hacia adentro, cómo darnos permiso para sentir y desaprendiendo de nuestras relaciones.

Es una sesión en vivo, pero también es grabada para que quienes no pueden asistir la vean a su conveniencia (así que, lo mejor de ambos mundos!). Y, el tema de este mes será: redefiniendo mi relación con el trabajo. En el mismo, exploraremos cómo nos relacionamos con el trabajo, cómo la sociedad condiciona esta relación, y desaprenderemos (y reaprenderemos) formas de relacionarnos con esta área tan importante de nuestra vida.

Si estás interesada o interesado, simplemente actualiza tu membresía haciendo clic abajo para estar en la lista y recibir todos los detalles. La membresía es de $10 mensuales (se cobra todos lo meses automáticamente) o $100 anuales (un solo pago anual), y se puede hacer directamente en el link abajo o por transferencia bancaria (si estás en Panamá y sólo para la membresía anual). De igual manera, mi bandeja de entrada siempre está disponible para cualquier pregunta o duda que tengas del tema. ¡Espero que te animes! Realmente es un espacio bien lindo, y es emocionante verlo crecer mes tras mes.


The Beatles: Get Back (2021)

Sé que ya le dediqué todo el newsletter a esta serie documental, así que seré breve en mi recomendación. El mismo muestra de manera muy evidente la realidad de un proceso creativo y, ya sea que trabajas de forma independiente o como equipo, creo que deja una hermosa lección sobre cómo comunicarnos y respetar el proceso en el que pudiésemos estar o en el que están aquellas y aquellos que son parte de nuestro equipo.

Disponible en Disney+.

Heartstopper (2022)

Este fin de semana largo me vi esta hermosa serie que trata sobre el enamoramiento entre dos adolescentes mientras navegan temas propios de la etapa evolutiva en la que están: sexualidad, amistades, comunicación, presión de grupo, y la consolidación de su identidad y quienes son. Me fascinó porque se exploran estos temas con tanta ilusión, sensibilidad y vulnerabilidad –me transporté a esas emociones adolescentes que valen la pena ser recordadas.

¡Recomendadísima! Disponible en Netflix.

♥️Amorcito que recibe Adentro♥️

Hola Mariana,

Solo quiero decirte que admiro tanto tu creatividad. He disfrutado demasiado estos últimos newsletter, como no tienes idea. Definitivamente deberías ser parte de Pixar!

-Alejandra B.

Para escribir en tu journal:

  1. ¿Cómo se siente para ti experimentar tensiones relacionales?
  2. ¿Cómo se siente para ti negociar entre las partes de tu mundo interno?
  3. ¿Qué podemos desaprender de estas experiencias emocionales?

Y con estos últimos pensamientos me despido por hoy.

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¡Espero que tengas un lindo fin de semana!

Un abrazo,

Mariana♥️

Mariana Plata Rovetto

Mariana Plata Rovetto

Psicoterapeuta y educadora. Con la profunda misión e intención de facilitar el hacer sentido de nuestro mundo interno.
Panama