Little Miss quiere sentirse vista🫠

El propósito de ese GIF es recordarte de servirte un cafecito (iced latte, cappucino, café negro, café con leche –¡como tú quieras!) o un té, antes de leer el newsletter de hoy. A mi me encanta acompañar mis lecturas digitales con un cafecito, así que pensé que quizás sería un buen acompañamiento para ti, también. No estoy obviando que mi país sigue en proceso de transición, pero me he encontrado limitando la información que leo al respecto (lo que ha resultado en limitar mi tiempo en Twitter, también). Por eso, estoy siendo muy intencional con las fuentes de información que consumo (los newsletters de Praxis y Nueva Nación siendo mis favoritos).

Habiendo dicho esto, quiero abrir espacio para que dos experiencias puedan co-existir: tengo permiso a monitorear la evolución sociopolítica de mi país y mis emociones al respecto; y, al mismo tiempo, tengo permiso de seguir viviendo y reflexionando sobre otras cosas también. Hay espacio en mi mente para sostener ambas experiencias, y lo puede haber en la tuya. Así que, como elijas estar haciendo sentido de tus emociones, espero que te estés dando permiso de co-habitar tu mundo interno en más de una forma. Te mando un fuerte abrazo.

Como siempre, te comparto el acompañamiento musical para esta edición, ¿te parece si iniciamos con la reflexión de hoy?

Como muchas cuentas de Instagram, yo también me uní a la más reciente tendencia de contenido: los memes de "Little Miss". Inspirados por los libros Mr. Men y Little Miss del autor Roger Hargreaves, estos dibujos se han viralizado en redes sociales, permitiéndonos tener una manera de referirnos a nosotras mismas y nosotros mismos, y donde cada cuenta le ha dado su propio twist –incluyendo a su servidora (a quien se emocionó tanto en publicarlo, que se le fue la primera imagen con un typo, oops!).

Aquí hay algunos con los que me he identificado:

Y así, un sinfín de estas imágenes han estado apareciendo en distintos posts. Originalmente, me uní a la tendencia porque me pareció algo divertido y creativo, en particular ver cómo cada cuenta le iba dando su toque personal. Y, me entretuvo muchísimo ver los memes que resonaron con las personas. Pero, recientemente, me topé con una interpretación a esta tendencia que me ha hecho reflexionar sobre el por qué estos memes se han viralizado:

Ok, esto me dejó pensando y quiero reflexionarlo contigo.

Si bien no estoy de acuerdo al 100% con la interpretación de este meme sobre las personas que nos hemos encontrado compartiéndolo, sí hay partes del texto que han resonado conmigo. Más importante aún, leer esto inspiró en mí una chispa reflexiva y de curiosidad sobre por qué esta tendencia ha sido tan popular. Y eso es lo curioso de las redes sociales, nos montamos en las tendencias casi que en piloto automático, sin pensar mucho sobre el "por qué". Hoy quiero explorar contigo mis hipótesis sobre el "por qué" esta tendencia se ha vuelto viral. Vamos, como dice Luis Fonsi, des-pa-ci-to:

"Un meme que me auto-identifica"

Uno de los elementos que más me ha encantado de esta tendencia, es cuán específicos se han vuelto los memes. Y, es que la persona que le da su propio toque tiene la oportunidad de reflejar en ellos su propia experiencia emocional. Y, quien lo comparte, no solo lo hace porque quizás se siente profundamente vista o visto e identificada o identificado, sino también como una forma de lanzar una pregunta al vasto mundo del Internet de: ¿hay alguien allá afuera como yo?

No sé tú, pero compartir memes –y que me los compartan a mí– es uno de mis lenguajes de amor favoritos (porque no creo que solo existen cinco lenguajes de amor, pero quizás eso es para otro newsletter). Hay algo sobre enviarle un meme a alguien que dice "te estoy pensando, y esto me recordó a ti", así como cuando se los envían a una con un pequeño comentario que dice "¡esto es TAN tú!". Hay un efecto, sutil pero poderoso, en este intercambio que nos hace sentirnos profundamente vistas y vistos. Y eso, tal como dice Brené Brown, es una necesidad humana inherente que todas y todos tenemos.

"Añorando un sentido de comunidad en un paisaje digital que se siente alienante"

He estado pensando muchísimo sobre las redes sociales últimamente. Creo que lo he tenido en mente desde el espacio de Networking Nights en el Aftertalks de la semana pasada donde, junto a Josh y Álvaro, hablamos sobre lo unidireccionales que se pueden sentir las redes sociales a veces. Con la excepción de ciertos elementos en redes sociales (como los "En Vivo" de Instagram, por ejemplo), hay muy poco espacio para una conversación y una relación bidireccional en redes. La premisa de las mismas es: escribo, publico y comparto. Y de ahí, el receptor lee, comenta y envía. Hay como una conversación asincrónica donde se pierde mucho contexto y queda poco espacio para la multidimensionalidad de las relaciones humanas.

Últimamente, he visto en Twitter cómo se han utilizado etiquetas binarias para intentar hacer sentido de lo que está ocurriendo en Panamá. Y he pensado en cuánta complejidad queda sin nombrar, particularmente cuando recurrimos a una plataforma tan unidireccional como esta para tener debates complejos y profundos. Creo que la periodista Ana Graciela Méndez, a quien he estado leyendo mucho durante esta crisis para ayudarme a pensar desde otra óptica sobre lo qué está ocurriendo, lo puso en mejores palabras que yo:

A lo que voy con esto es: creo que con frecuencia el "paisaje digital" tiende a estar permeado de "tú vs. yo", lo que no deja mucho espacio para el "tú Y yo". Y creo que la viralización de este meme, pudiese ser una ventanita para que podamos co-existir en este mismo plano digital. Y, quizás a medida que más personas vamos co-existiendo, más sentido comunitario se va habilitando.

"Deseosa de ser reconocida y aterrada (o quizás, también deseosa) de ser verdaderamente vista"

Tal y como mencioné anteriormente, lo curioso de esta tendencia de "Little Miss" es que las frases que tienden a compartirse son súper específicos, lo que quizás nos podrían hacer sentir como si fuésemos las únicas personas que hemos experimentado algo así. Y eso es lo que pasa con los memes: nos ayudan a nombrar nuestras experiencias humanas, nos permiten compartirlas y –en ese proceso– permiten que nuestra experiencia humana sea reconocida.

Y sí, ajá, me imagino lo que estás pensando: pero, Mariana, ¿realmente es tan profundo? ¿No es solo un meme y ya? A lo que yo respondo:

Escribiendo esto, me acordé de este articulo de HuffPost que leí hace años, donde hablaba sobre cómo los memes de psicoterapia nos están ayudando a tener una conversación distinta sobre salud mental. En el mismo, la autora escribe sobre cómo los memes cobran un sentido distinto porque están cargados de un significado cultural, universal y también personal. Una vez le escuché a mi querida amiga Ana Elena decir, "las personas que hacen memes son héroes y heroínas subestimados y subestimadas." Y, la razón de esto, es porque los memes empiezan a nombrar "algo" (una experiencia humana) que, hasta ese momento, había quedado sin nombrar.

Este meme en particular, con sus versiones idiosincráticas y específicas, nos brindan la oportunidad de –al ser compartidos– sentirnos reconocidos/as y vistos/as. Y, aquí es donde me doy permiso de editar un poco la interpretación inicial, y decir que no necesariamente estamos "aterradas y aterrados" de ser verdaderamente vistas/os. Yo creo que estamos deseosas y deseosos de sentirnos así. Porque sentirnos vistas y vistos es una primera entrada hacia sentir que pertenecemos –y ese sentimiento o sensación es invaluable.

Mi intención con la reflexión de hoy es volver a ofrecer(nos) una oportunidad de pensarnos en las redes sociales. Estoy curiosísima por saber qué pensaría Freud sobre las redes sociales y cómo nuestro inconsciente se cuela ahí –con lo que consumimos, con lo que compartimos, y hasta con lo que publicamos. La idea es poder ser curiosas y curiosos de nosotras/os mismas/os al momento de interactuar con estos fenómenos digitales, y preguntarnos: ¿esto qué está diciendo de mí? Sé que es irreal y utópico hacer esto 24/7 (ni yo que soy quien predica esto, lo hago), pero quizás mi invitación es hacerlo con mayor frecuencia posible.

Este Tweet que envío, ¿para qué lo estoy haciendo?

Este like que se siente bien, ¿qué parte mía está validando?

Este meme que me comparten y con el que me siento vista, ¿qué dice de mí y de la relación que tengo con quien me lo comparte?

Esas ganas de contestar en esa publicación, ¿qué emoción la está impulsando?

Quizás, en la medida en la que podemos vernos a nosotras mismas y nosotros mismos de una manera más clara + curiosa, podemos ver al otro de una manera más clara + curiosa. Y, quizás, en esta claridad y curiosidad, hay espacio para que germinen semillas de escucha sin juicio, compasión, diálogo y empatía. Quizás, para sentirnos vistas y vistos, primero tenemos que hacer al otro sentirse vista y visto. Y eso solo puede ocurrir si el otro tiene espacio para ser –como sea que esté apareciendo en este momento.  

Mi gentil recorderis para el día de hoy:

Si necesitas un epi para seguir pensando y reflexionando sobre el tema:

E065: ¿Cómo tener más empatía con las y los demás?

¡Aún tienes oportunidad de estar en el Acompañar de este mes!

¿Qué necesitas saber?

• Es mañana sábado 30 de julio a las 9:30AM hora Panamá por Zoom
• Será grabado, así que si no puedes asistir puedes recibir la grabación.
• Estaremos hablando sobre las trampas de comparación.
• Es un espacio bien lindo 💞

¿Qué mas necesitas saber?

Para participar, solo necesitas actualizar tu membresía para que seas parte de Acompañar ($10 al mes o $100 anuales –estoy aceptando Transferencia Bancaria solo para el plan anual, si estás en Panamá). Si tienes cualquier duda, pregunta o curiosidad sobre Acompañar, siéntete en plena confianza de enviarme un correito por acá. ¡Te espero por allá!

El poder de "tocar base"

Este artículo me lo compartió mi amigo, Sergio, y me encantó: sobre el potencial reparador que tiene un simple mensaje de texto que dice "te estoy pensando, ¿cómo vas?". Investigaciones recientes apuntan a cuán importante es el acto de "tocar base", y lo emocional + relacionalmente significativo que puede ser.

No creo que sea coincidencia que elegí compartir este artículo (que tengo guardado hace semanas) en el newsletter donde he hablado sobre la importancia de sentirnos vistas y vistos. El tocar base con una amiga o un amigo, es la forma más sencilla de hacerle sentir vista o visto –te invito a que lo pongas en práctica al terminar de leer esta edición.

Puedes leer el artículo completo haciendo clic abajo:

♥️Amorcito que recibe Adentro♥️

Gracias por ser tan welcoming y apasionada con todo los que haces. Feliz fin de semana🤗

-Tiffany C.

Para escribir en tu journal:  

1. ¿Cómo te sientes vista y visto?
2. ¿Cómo puedes hacer a otros sentirse así?

Y con estos últimos pensamientos me despido por hoy.

¿Qué te pareció este newsletter? ¡Responde a este correo y cuéntame!

Reenvíaselo a alguien que ha compartido el meme de Little Miss y que le podría interesar esta reflexión.

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Adentro se estará tomando unas vacaciones, así que nos vemos de vuelta en este espacio el viernes 9 de septiembre.

¡Espero que tengas un lindo fin de semana + un lindo mes de agosto!

Un abrazo,

Mariana♥️