Actualizando tu sistema operativo👩🏻🔧
¿Alguien más se ha sentido así esta semana? He tenido emociones encontradas sobre cómo iniciar mi newsletter hoy y si "debo" o no mencionar la devastadora tragedia que ocurrió en la primaria de Texas esta semana. Voy a ser increíblemente honesta contigo, he intentado conscientemente no consumir las noticias sobre ese evento porque es una noticia que me moviliza de una manera emocionalmente muy intensa. Me conozco, y sé que si no tengo cuidado, puedo terminar metiéndome de lleno en este tema –y, meterme de lleno podría significar que termino paralizándome por completo porque las emociones que voy a sentir me van a inundar de una manera que no voy a poder manejar, quizás llegando hasta colarse en mi vida diaria.
A su vez, quiero también ser consciente + respetuosa de tu realidad emocional en este momento. Al no saber cómo estás emocionalmente, y no saber cómo te podría impactar esta noticia a ti, no quisiera ahondar mucho más en ella. Pero, me gustaría usar mi experiencia emocional frente a esta noticia (y lo que he elegido hacer) para mostrarte que no hay una forma "correcta" o "incorrecta" de sentir. Es lo que hacemos con esas emociones –la consciencia que tenemos de ellas y cómo nos damos permiso de expresarlas + manejarlas– lo que puede hacer la diferencia. Te mando un fuerte abrazo, y espero que este fin de semana te rodees de mucho amor y cariño, porque creo que es precisamente lo que el mundo más necesita ahora mismo.
Como siempre, te comparto el acompañamiento musical, ¿te parece si iniciamos con la reflexión de hoy?
El otro día me topé con este post en Instagram que me ha dejado pensando un montón:
Esto de nuestras versiones "pasadas" y versiones "nuevas" es algo que suelo pensar con frecuencia, pero quizás no le había metido tanta mente hasta el año pasado que lo estudié más a fondo –desde un ámbito académico. Este post, sin embargo, me hizo sentir muchas cosas distintas: por un lado, me conecté con cuán frustrante se puede sentir estar cambiando y que las personas a tu alrededor se estén conectando con una versión tuya pasada; por otro lado, me conecté con lo liberador que se puede sentir darnos a nosotras/os mismas/os el permiso de cambiar y transformarnos constantemente; y, por otro lado, me conecté con que quizás, al poder hacer las paces con nuestra propia naturaleza cambiante, podemos empezar a hacer las paces con la naturaleza cambiante de las y los demás. Y, al estar pensando en escribir sobre esto para el newsletter de hoy, no pude evitar pensar en una teoría similar que propuso Carl Rogers, el fundador de la psicoterapia humanista, y de quien he escrito anteriormente por acá. Y, como la Mariana docente ha estado re-apareciendo en mi vida, me daré permiso de dejarla que explique un poco más a detalle esta teoría que te mencioné.
En su propuesta de una psicoterapia centrada en la persona, Carl Rogers introdujo un pilar fundamental en esta teoría que él llamó "tendencia a la auto-actualización". Básicamente, es la creencia que todas y todos tenemos, dentro de nosotras y nosotros, un potencial de cambio y crecimiento. En este sentido, Rogers re-definió lo que se conocía como el Self; para él, el Self es vibrante, trascendente, cambiante, y capaz de reconfigurarse. Si has estado tiempito por acá, te acordarás que mencioné algo similar cuando escribí sobre cómo no somos Pokémones, y cuando escribí sobre cómo co-habitamos nuestro mundo interno.
En este sentido, que versiones nuevas de nosotras mismas y nosotros mismos estén constantemente emergiendo no solo era esperado para Rogers, sino que reconocer + aceptar + honrar este cambio constante era –para él– nuestro objetivo existencial. Abrazar nuestra naturaleza cambiante, entonces, supone desafiar (y desaprender) algunos de los mensajes que nuestra sociedad nos ha enviado, donde espera que nuestro Self sea fijo, estático y permanente. Por ejemplo, cuando nos induce a elegir una carrera universitaria a los 18 años de edad y esperar que ese sea el camino en el que nos vamos a quedar el resto de nuestra vida, como si nuestro Self de 18 años –por alguna razón– fuese a quedarse igual para siempre.
Pensando sobre esto, me puse a reflexionar en cuántas versiones mías han existido a lo largo de mi vida. Algunas características han permanecido, como por ejemplo: mi naturaleza curiosa, mi amor por la escritura y lectura, mi pasión por la música, mi empatía y naturaleza cálida por los demás, mi baja tolerancia a la frustración (en algunas cosas como, por ejemplo, usar una computadora Windows), y mi deseo voraz de almacenar mucho conocimiento. Y, algunas otras, han cambiado drásticamente, como por ejemplo: mi tendencia a poner los deseos y necesidades de los demás por encima de los míos, mi restricción emocional, mi tendencia a vivir de forma hiper-conectada y urgente, por nombrar algunas. Y lo que he aprendido en este proceso de auto-actualización, es que ya se me hace imposible no permitirme actualizar mi sistema operativo interno. Re-conocer y reconocer versiones mías me permite recibirlas con un poco más de apertura cada vez que elijan llegar.
Aunque siento un poco de resistencia a compararnos con elementos tecnológicos que manejamos, al escribir sobre nuestra tendencia humana y natural a la actualización me hizo pensar sobre cuando nuestros dispositivos (celulares, tablets, computadoras, entre otros) nos piden actualizar el sistema. Y así como estas actualizaciones al sistema operativo, cada auto-actualización de nuestro Self también nos trae nuevos features (o características) de funcionamiento interno. Lo que me hace preguntarme: ¿Por qué –si esto es parte de nuestra naturaleza humana– nos cuesta tanto aceptarlo? ¿Por qué nos arraigamos a versiones pasadas nuestras? ¿Por qué nos cuesta abrazar el cambio y permitirnos ser transformadas y transformados por ellas?
No sé si pueda contestar todas estas preguntas, pero mi hipótesis para cada una de ellas parte del mismo lugar: quizás es más cómodo. Quizás es más cómodo seguir diciendo "es que yo soy así y no voy a cambiar". Y de ser esa la respuesta, mi pregunta es: ¿cómodo para quién? ¿Para ti? O, ¿para los demás? Cuando hago estas preguntas, vuelvo a pensar en el post de Instagram que te compartí al inicio:
"Estoy cansada de saber que hay una versión pasada mía que todavía vive en la mente de algunas personas."
Pienso en cuán incómodo es el proceso que se vive cuando le introducimos esta versión nueva a alguien que tiene tiempo sin ser expuesta/o a lo que está ocurriendo en nuestro mundo interno (o que quizás por alguna razón le cuesta relacionarse con nuestra naturaleza cambiante). Pienso en cuán incómodo se puede sentir tolerar el proceso de re-ajuste relacional que evoca cuando ajustamos nuestro sistema operativo. Pienso en cuán incómodo se puede sentir tener que estar aclarando lo que ha ocurrido en nuestro mundo interno. Y también pienso que el cambio, por default, va a traer algún grado de incomodidad.
Si volvemos a usar el ejemplo de actualizar el sistema operativo de nuestros dispositivos, es incómodo tener que esperar a que mi computadora se reinicie para que la actualización se realice. Y algo que yo termino haciendo para no lidiar con esa incomodidad, por ejemplo, es postergar esa actualización. Recuérdame en una hora. Recuérdame en la noche. Recuérdame mañana. Y así me voy, postergando y procrastinando una actualización que probablemente me va a traer muchos beneficios, para evitar la incomodidad. Hasta que llega un punto donde no lo puedo postergar más. Y, yo creo, que algo muy similar ocurre dentro de nosotras y nosotros.
Si cambiar, transformarnos y actualizar nuestras versiones es parte de nuestra naturaleza humana –¿para qué seguir ignorando y/o postergando estos cambios? Tenemos una invitación de auto-actualizarnos y de ir abriendo espacio para que versiones nuevas vayan saliendo constantemente, ¿qué estamos haciendo con esta invitación? Y, porque la experiencia de ser involucra lo que ocurre en nuestro mundo interno de manera individual y lo que ocurre cuando estamos en relación con las y los demás: ¿qué pasa si, al aceptar nuestra naturaleza cambiante y transformadora, podemos extenderle esa misma gracia + compasión + empatía a las demás personas? Creo que, de hacerlo, tenemos una oportunidad para dejar de relacionarnos entre nosotras y nosotros desde un lugar tan fijo, y quizás abrir espacio para la constante transformación.
Lo maravilloso, a mi parecer, de esta auto-actualización es que cada versión nueva que va emergiendo ocurre gracias a la versión antigua. Para mí, esta teoría y esta perspectiva es menos sobre "descartar" nuestras versiones pasadas, y más sobre "abrazar" nuestras versiones actuales y agradecer a las versiones pasadas que dieron lugar a que las nuevas vayan emergiendo. Justo hablaba de algo similar en una de mis más recientes sesiones de terapia, donde le comentaba a mi terapeuta cuán agradecida estaba con "la Mariana del pasado que cuida a la Mariana del presente y del futuro." A lo que mi terapeuta (tan bella y compasiva) completó la idea diciéndome: "...y la Mariana del presente que cuida a ambas."
Escribiendo esto, no puedo evitar pensar en la hermosa letra de una canción de Ben Platt que me fascina, Grow As We Go, que dice:
If to change is what you need (si cambiar es lo que necesitas)
You can change right next to me (puedes cambiar alado mío)
When you're high, I'll take the lows (cuando estás en las altas, yo tomaré las bajas)
You can ebb and I can flow (podemos fluir juntos)
And we'll take it slow (y lo tomaremos despacio)
And grow as we go (y crecer mientras andamos)
Mi reflexión de hoy tiene dos invitaciones:
La primera, es abrirnos a nuestra transformación y resistir la tentación de postergar la actualización de nuestro sistema operativo interno. Por más incómodo que se pueda sentir hacer espacio para una nueva versión y despedirnos de nuestra versión pasada, quizás es en esa apertura que podemos ir descubriendo una nueva forma de ir acercándonos a la vida que deseamos. Y, así como las actualizaciones de software en nuestros dispositivos vuelven a reaparecer, hacer las paces con nuestra naturaleza humana cambiante y con que esa auto-actualización ocurrirá muchísimas veces en nuestra vida. Y es la evidencia más grande que la vida está pasando por nosotras y nosotros, y no nosotras y nosotros por ella–como una persona muy especial me recordó recientemente.
Y mi segunda invitación, es extenderle esta misma apertura a las demás personas. Es una invitación de abrirnos a la naturaleza cambiante de las y los demás, y darles el beneficio de la duda que todas y todos (tal y como decía Carl Rogers) tenemos el potencial de crecer y cambiar. Permitirle a las y los demás: cambiar de opinión, cambiar de gustos, cambiar de prioridades, cambiar. Quizás, en esta aceptación individual y relacional de nuestras auto-actualizaciones, nos vamos abriendo camino mutuamente y nos apoyamos + acompañamos las unas y los unos a las otras y los otros en estas múltiples transformaciones. Quizás, en este acompañar relacional, vamos re-aprendiendo cómo ser más interdependientes (hablo de eso un poquito en el E056, por cierto). Y, quizás, en ese permiso y en esa apertura podemos, como dice Ben Platt en su canción: ir creciendo juntas y juntos mientras andamos.
Mi gentil recorderis para el día de hoy:
Si necesitas un epi para seguir pensando y reflexionando sobre el tema:
E057: ¿Cómo ser más conscientes de nosotras/os mismas/os?
Hablando sobre cómo redefinir nuestra relación con el trabajo
En nuestra sesión de Acompañar del sábado pasado, tuvimos la oportunidad de hablar sobre cómo redefinir nuestra relación con el trabajo. Fue súper lindo compartir desde nuestras experiencias personales cómo ha sido nuestra experiencia con el trabajo, así como descubrir juntas y juntos hacia dónde queremos llegar en nuestra forma de relacionarnos con esta área tan importante de nuestra vida. ¡Mil gracias a todas y todos los que se conectaron!
Me emociona muchísimo tener este espacio de reflexión comunitaria, y me llevo TANTO de cada una de las cosas que aquí se comparten. Las sesiones son grabadas y son enviadas para quienes no pudieron asistir en vivo, aunque se recomienda la experiencia comunitaria en vivo –es súper especial. Si quieres ser parte del siguiente, solo actualiza tu membresía abajo, o mándame un correito si tienes alguna pregunta sobre el espacio en sí.
Hacks (2022)
Esta serie la descubrí en diciembre y me gustó tanto, que me devoré la primera temporada en un fin de semana. Finalmente, estrenó la segunda temporada (a cuenta gotas, como antes, es decir un epi por semana) y, ¡está genial! Esta comedia es sobre una comediante con una residencia en Las Vegas que contrata a una escritora de comedia (a regañadientes ambas) para que ayude a pulir su show. Lo que emerge es una relación compleja, tumultuosa, graciosísima y conmovedora entre ellas dos; donde ambas se brindan la oportunidad y el espacio de sanar heridas que ni saben que tienen. Me lleva por una montaña rusa emocional donde lloro, me tenso, me conmuevo y me mato de la risa con ellas.
¡Recomendadísima! Está disponible en HBO Max.
♥️Amorcito que recibe Adentro♥️
Gracias Mariana, esto es justo lo que mi corazón y mi mundo interno (en un momento de profundo vacío) necesitaban leer y recordar hoy.
Lo recibo como un cálido abrazo.
Muchas gracias!!!
-Mariel S.
Para escribir en tu journal:
- ¿Cómo se ve tu versión actual?
- Cuando pensamos en tus versiones anteriores, ¿en qué se ha actualizado tu sistema operativo interno y/o emocional?
- ¿Cómo se ven las versiones nuevas de tus relaciones más significativas?
- ¿Cómo se siente para ti reconocer estas versiones nuevas?
Y con estos últimos pensamientos me despido por hoy.
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¡Espero que tengas un lindo fin de semana!
Un abrazo,
Mariana♥️