Si Panamá fuera a terapia🇵🇦

Si Panamá fuera a terapia🇵🇦
Curiosea conmigo

¿Ese GIF también representa tu estado anímico estos últimos días? Soy consciente que aquí me leen personas desde diferentes partes del mundo y, a la vez, me resulta importante salvaguardar la congruencia y honestidad emocional que caracteriza a este espacio. Porque antes de ser psicoterapeuta, escritora y educadora –soy humana y soy panameña; y me es crucial honrar estas identidades en este medio de vulnerabilidad colectiva.

Me siento triste, siento impotencia y siento frustración por la situación actual de mi país –y a la vez– siento una gran fuerza dentro de mí. Es esta la fuerza que me motiva a escribir este newsletter hoy, a seguir apoyando a mi país de la manera que pueda –ya sea a través de difundir información, apoyo económico e incluso el apoyo emocional que pueda proveer. Siento una fuerza de proteger mi capacidad para pensar e incorporar un lente de 0.5x en el futuro cercano de Panamá, para pensar sobre el futuro que quiero aquí –para mí, para mis seres queridos y para las futuras generaciones de panameñas y panameños. Aquí es donde estoy. Espero que estas líneas también sirvan como una invitación para tocar base contigo, mirar hacia adentro y descubrir dónde estás tú hoy. Sigamos resistiendo y cuidándonos.

El news de hoy es cómo imaginaría acompañar emocionalmente a Panamá:

  • 🇵🇦Reflexiono sobre lo que imagino que Panamá trabajaría en terapia
  • 🎙️Te cuento sobre el más reciente episodio del podcast DesAprendiendo
  • 📓Te extiendo una invitación especial para el acompañar de mañana
  • 📰Te comparto la serie recomendada de esta semana

Como siempre, te comparto el acompañamiento musical para esta edición. Y, también te recuerdo que aquí puedes encontrar el playlist oficial de adentro.


Me pasó algo curioso grabando el episodio del podcast de esta semana. Si bien DesAprendiendo nació como una herramienta para pensar sobre nuestras relaciones interpersonales, no pude evitar notar que hay muchos episodios que podrían aplicar a las relaciones colectivas –como las que las personas en posiciones de liderazgo y poder tienen con un país; como las que nuestros gobernantes, ministros, alcaldes, representantes, diputadas y diputados tienen con Panamá.

Y, una vez que lo vi, no pude dejar de notar todos los episodios que –aunque fueron creados con propósitos individuales e interpersonales– podrían aplicar a nivel colectivo. Te comparto algunos de los más evidentes:

–solo por nombrar algunos.

Escucho los episodios y pienso, ¿cómo sería si nuestros gobernantes pensaran e invirtieran en nuestro país como una relación sana a largo plazo? ¿Qué pasaría si –al igual que en las relaciones humanas– se esforzaran en reconocer su parte de la responsabilidad en los conflictos que atraviesa? ¿Qué pasaría si –al igual que en las relaciones humanas– se dedicara energía, tiempo y atención en pedir disculpas y reparar? ¿Qué pasaría si –al igual que en las relaciones humanas– la relación se pusiera como prioridad, e incluso se tratara como un ente aparte?

Estas preguntas me hicieron pensar a Panamá como una persona, lo que me hizo preguntarme: ¿qué pasaría si Panamá fuera a terapia? ¿Qué pasaría si Panamá reconociese que está en una relación poco sana con sus gobernantes y quisiera explorar cómo eso le hace sentir? ¿Qué pasaría si –en la coyuntura del malestar colectivo actual– Panamá se acercase a buscar un espacio terapéutico? ¿Qué pasaría si Panamá estuviese abierta a cuestionar, desaprender, crecer y reaprender? ¿Cómo imagino que sería este viaje?

Nota de la autora: sé que no todas y todos quienes me leen son de Panamá o viven en Panamá, pero creo que los temas que exploro podrían aplicarse a algunas realidades de sus propios países. Les quiero agradecer por darme el espacio para usar a mi país como ejemplo en el espacio del newsletter de hoy, y a la vez, les invito a que tengan en mente al suyo mientras me leen –quizás de aquí salgamos con más en común de lo que nos imaginamos.
¿Se imaginan que la terapeuta de Panamá fuera RuPaul? ¡AppleTV+ contrátenme ya!

Hoy te quiero compartir, precisamente, los temas que me parecerían importantes que Panamá explorara en terapia.

Reconocimiento de sus emociones

¿Nos sorprende que esto sería lo primero? Cuando pienso en Panamá, pienso en la herencia histórica que cargamos con ser un país de tránsito. Tal y como escribió Octavio Méndez Pereira, precursor de la Universidad de Panamá,

"Esta posición de puente del mundo nos va creando, sin darnos cuenta, una psicología de pueblo de tránsito (...) centro de aventureros por aquí pasaban porque tenían que pasar y paraban sólo lo indispensable para preparar otros viajes y otras empresas."

Panamá, País y Nación de Tránsito de Octavio Méndez Pereira

Imagino las emociones que puede evocar una larga historia de tránsito: confusión, incertidumbre, casi como una sensación de estar en un limbo –esperando que alguien nos saque de ahí. Y eso me hace imaginar en cómo, época electoral tras época electoral, pudiera existir la expectativa, ilusión y esperanza de que alguien (en este caso, nuestros gobernantes) finalmente nos reconozca y nombre. Nuestro deseo de independencia y soberanía ha aparecido en múltiples escenas históricas –el 28 de noviembre de 1821, el 3 de noviembre de 1903, el 9 de enero de 1964, por nombrar algunas de las más memorables– lo cual ha dejado en evidencia la lucha colectiva histórica para proteger nuestra autonomía (territorial, sociológica y hasta psicológica, diría yo).

Imagino el cansancio que puede evocar estar en constante lucha. Imagino el enojo, tristeza, impotencia, dolor, desconfianza y decepción que puede evocar sentir que los gobernantes elegidos sobreponen intereses propios por los colectivos. No es la primera vez que se ha abusado de la confianza, que se le ha prometido seguridad, que se le ha violentado y que ha quedado en una posición de lucha por la soberanía. Me parece crucial empezar por este reconocimiento emocional, porque quizás a partir de ahí podemos empezar a aliviar la carga emocional histórica que Panamá ha estado llevando. Nombrarla, así como las emociones, nos da un punto de partida para el trabajo emocional.

Identificación de sus motivaciones

La primera pregunta que se suele compartir cuando alguien se acerca a un espacio terapéutico tiende a ser: ¿qué te trae a buscar ayuda? En ese sentido, me parecería importante explorar las motivaciones de recibir ayuda. Preguntas que siento que sería importante reflexionar con Panamá:

  • ¿Qué te está generando malestar ahora mismo?
  • ¿Cómo impacta esto en tu vida?
  • ¿Cómo te imaginas tu vida a futuro?
  • ¿En qué te gustaría trabajar?

Quizás, al identificar las motivaciones, se pueda ir divisando un norte de hacia donde le gustaría ir a Panamá y, así, ir descubriendo los pasos para llegar hacia allá.

Exploración de su historia

Decía Carl Jung, "lo que no se hace consciente, se hace destino." Esta frase explica cómo, al revisar la historia personal e intergeneracional, tenemos más posibilidades de hacer las cosas de una manera diferente. Me parecería importante, por ejemplo, invitarle a explorar cómo siente que le ha impactado su historia de ser un país de tránsito. Co-descubrir con ella, por ejemplo, cómo su situación geográfica ha impactado sus relaciones con otros países. Curiosear sobre la forma en la cual fue descubierta, por quienes fue descubierta, y cómo esto ha moldeado su forma de funcionar hoy en día.

Y en ese mismo hilo...

Pensar sobre sus patrones relacionales

Esta semana, y en las últimas luchas ciudadanas que ha tenido Panamá, ha habido una gran movilización –misma que siento que ha sido encendida por el enojo colectivo que miles de panameñas y panameños sienten.

El enojo es una emoción que puede ser muy poderosa porque pone en evidencia algo que resulta muy injusto. Y, a la vez, sostenerla por grandes periodos de tiempo, puede secuestrar nuestra capacidad para pensar. Cuando pienso en los patrones relacionales de Panamá, no puedo evitar pensar en el tan común "voto castigo": ese fenómeno –muchas veces inspirado por enojo, frustración y hartitud– donde votamos para penalizar a alguien (o algo, como algún partido político). Me pregunto si, quizás, ¿esa tendencia de usar el enojo como voto castigo, podría estar nublando la intencionalidad de Panamá? Me pregunto si, quizás, ¿al estar tan claras y claros de quienes no queremos volver a ver en poder, nos limita energía y atención para pensar en quienes sí quisiéramos ver ahí?

Este patrón relacional del "voto castigo", por ejemplo, tiende a llevar a Panamá en un ciclo vicioso de elegir desde el enojo –lo que da lugar a un intercambio de partidos políticos tradicionales al poder, lo que a su vez da lugar a más decepción y frustración. Y, si bien elegir a nuestras y nuestros presidentes es un trabajo importante, que no se nos olvide que tenemos alcaldes, representantes, diputadas y diputados; y, absolutamente todas y todos tienen en sus manos el poder de mejorar o empeorar este país. Si bien, pensar en lo que no queremos y conectarnos con el enojo es importante, quizás es solo el primer paso. Quizás, si Panamá revisara sus patrones relacionales, podría pensar en aquello que quiere y no quiere de su relación con sus gobernantes.

Monitoreo de su vaso emocional

He pensado mucho en cómo las manifestaciones de esta semana quizás no son sólo sobre el contrato minero, sino también sobre: las sensibles heridas que han dejado las históricas represiones policiales, el marcado abuso de poder, la maligna corrupción que está inmiscuida en el sistema, la opaca comunicación que ha habido durante este gobierno, el trauma pandémico que se ha revivido con las amenazas de restricciones, entre otras. Si lo vemos de esta forma, entonces, no sorprendería identificar cómo el acelerado proceso legal del contrato minero no es más que la gota que derramó un ya repleto vaso emocional colectivo.

Monitorear este vaso emocional colectivo, podría empezar a ayudar a mapear por qué se desbordo –quizás con la esperanza de prevenir el desborde emocional colectivo y, así, proteger nuestra capacidad para pensar. Resulta que es peligroso para un gobierno abusivo y corrupto tener a un pueblo que protege su capacidad para pensar: si pensamos, quizás no caemos en patrones de clientelismo, por ejemplo. En ese sentido, fomentar y enriquecer la educación resulta otra forma de resistencia política. Un Panamá educado y con capacidad para pensar es un Panamá que puede debatir, cuestionar, exigir y elegir de manera más consciente.

Activación de la congruencia

En este hilo de proteger la capacidad para pensar, me resulta importante rescatar la congruencia. Hay muchas formas de manifestar el enojo, de resistir la corrupción, y de exigir un cambio –pero es importante que Panamá sea honesta con sus emociones, pensamientos y acciones.

Los planos individuales y colectivos coexisten y, como tal, es igual de importante para Panamá pedir honradez, honestidad, transparencia, apertura, escucha y respeto a sus gobernantes, así como lo es practicar todos estos valores con ella misma. Si Panamá denuncia la corrupción afuera, es igual de importante denunciarla y erradicarla adentro. Si Panamá pide cuentas claras afuera, es igual de importante darlas adentro. Si Panamá pide justicia afuera, es igual de importante ser justa adentro.

Dice el psicólogo humanista, Carl Rogers que, "la curiosa paradoja es que cuando me acepto tal y como soy, solo así puedo cambiar." Pensar en las incongruencias –por más pequeñas o grandes que tenga Panamá– es el primer paso hacia el cambio. Y, en esa misma línea, activar la congruencia también puede ser una manera de hacer patria; de resistir.

Conectar con la esperanza

Hace unos meses hice una entrevista sobre salud mental con el Embajador del Reino Unido en Panamá, Tim Stew. En la misma hablé sobre cómo mi trabajo está basado en la esperanza: yo tengo que creer que puede haber posibilidad de mejoría, de bienestar, de cambio, de desaprendizaje y reaprendizaje, y de reparación. Carl Rogers (quien mencioné más arriba), creía que todos los seres humanos tenemos la capacidad de mejorar y auto-actualizarnos –actualizar el sistema operativo, si lo queremos pensar de esa forma.

Y, Panamá no es la excepción.

El trabajo más importante que se hace en psicoterapia es confiar –en el proceso, en el terapeuta, y más importante aún, en una misma. Confiar que sí se puede un futuro mejor, más sano, más honesto, más empático, y más amable. Conectar con esta esperanza es el motor que he visto en las protestas de esta semana y en todas las luchas ciudadanas que ha tenido este país: cuestionamos y exigimos porque estamos molestas y molestos, y también lo hacemos porque creemos que eso puede hacer una diferencia. Y es que es esto: la esperanza siempre ha estado ahí.

Si Panamá fuese a terapia sería el primer paso para gestionar un cambio en su vida. Y, como toda relación terapéutica, su terapeuta estará para acompañarla y pensar con ella. Pero el paso más grande lo tiene que hacer ella: el trabajo interno, emocional y profundo. Lo tengo que hacer yo. Lo tienes que hacer tú. Tenemos trabajo por hacer –de revisar, repensar y reparar colectivamente– ¿te sumas?

Mi gentil recorderis para el día de hoy:

"Panamá no se vende." - @jaramillo.art

¿Por qué el ghosting duele tanto?

Tal y como puse en Instagram, sé que hay mucho con bastante compitiendo por nuestra atención y tiempo. Y a la vez, sé que el mundo interno no se detiene –aunque se sienta que el mundo externo se esté cayendo a pedazos. Me pareció importante mantener la rutina de publicar epis, aún entre tanto caos, porque quizás –a la par de todo lo que pasa colectivamente– pudieras estar pasando por una situación interna emocional como esta (o que quizás has pasado y te gustaría pensarla).

En el epi de esta semana del podcast, te invito a pensar conmigo sobre el fenómeno del ghosting:

¿Por qué siento que ocurre más hoy en día?
¿Qué imagino que siente la persona que ghostea?
¿Cuáles son las consecuencias emocionales con las que queda la persona ghosteada?

Si quieres pensar sobre estas preguntas, te invito a que escuches el epi haciendo clic abajo –¡recuerda compartirlo y dejar comentarios si te gusta!

¡Último día para participar en nuestra sesión en vivo!

Mañana es nuestra sesión en vivo de acompañar, donde abriremos el espacio para pensar, reflexionar, cuestionar, curiosear y compartir qué los monstruos del mundo interno. Al inicio de la semana les compartí los cuatro monstruos modernos del mundo interno que estaremos curioseando juntas y juntos: los vampiros de la urgencia, el Frankenstein del piloto automático, los fantasmitas de relaciones pasadas, y los trolls de la irritabilidad.

A través de mi guía, una sesión de journaling dirigida y un espacio reflexivo comunitario, es mi deseo facilitar el espacio para que puedas identificar cómo aparecen estos monstruos modernos en tu mundo interno.

Si quieres conocer más sobre acompañar, haz clic acá. Y si estás lista/o para descubrir eso conmigo, haz clic abajo. ¡Te espero!


Te comparto las recomendaciones de contenido que he estado disfrutado recientemente.

Series

Everything Now (2023)

Empecé a ver esta serie esta semana y, aunque no la he terminado aún, ¡realmente me está gustando mucho! Sigue la vida de Mia, una adolescente que estuvo 7 meses internada en un hospital psiquiátrico después de ser admitida por un desorden alimenticio. Nos encontramos con ella después que sale del hospital, aprendiendo a lidiar con su condición, la adolescencia e intentando ponerse al día con su vida.

Me encanta porque aborda temas importantes, pero también se siente muy íntima –muy inmiscuida en la experiencia emocional de la protagonista. Creo que pudiese ser una mirada interesante para practicar el músculo de la empatía.

Disponible en Netflix.

¿Qué has estado leyendo, escuchando o viendo recientemente que te ha encantado?

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♥️Amorcito que recibe Adentro♥️

Cómo siempre, oro puro este escrito.

-Estibali

Para escribir en tu journal:

  1. ¿Cómo te estás sintiendo ahora mismo?

Y con estos últimos pensamientos me despido por hoy.

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Un abrazo,

Mariana♥️

Mariana Plata Rovetto

Mariana Plata Rovetto

Psicoterapeuta y educadora. Con la profunda misión e intención de facilitar el hacer sentido de nuestro mundo interno.
Panama