Renovando mi cuarta temporada de terapia🫶

No sé si es porque es la primera semana completa del año, pero finalmente estoy sintiendo que el 2023 está empezando –quizás mucho tenga que ver con que finalmente llegó mi agenda, lo que me da una sensación que es hora de organizarme. Es curioso porque es como una sensación de 1 de enero... pero un 20 de enero, lo que me lleva a pensar que esa fecha de fin/inicio de año es completamente arbitraria. Al final, el mundo interno va a su propio ritmo, lo importante es escucharlo. Independientemente de dónde estás hoy, espero que estés tomando los pasitos necesarios para ir acercándote a esa experiencia emocional que quieres para ti.

Como siempre, te comparto el acompañamiento musical para esta edición –y me emociona muchísimo compartirte el playlist oficial, donde he compilado todos los acompañamientos musicales del newsletter.

¿Te parece si iniciamos con la reflexión de hoy?

A mí me encantan los aniversarios. Sí, los aniversarios que simbolizan hitos grandes más "tradicionales" –cumpleaños, relaciones, laborales, entre otras; pero, también los aniversarios más "personales", de esos para los que probablemente no existe una tarjeta de Hallmark que puedas comprarme. Esos aniversarios vividos y experienciales, que me pongo en mi calendario para tomarme un momentito y dimensionar la magnitud que tuvo, ha tenido y tiene ese hito en mi vida. De esos aniversarios en los que yo me felicito a mi misma, porque solo yo sé lo que ese gran momento ha significado en mi vida.

Aniversarios como el que celebré, coincidentalmente, el día de ayer, cuando mi calendario me recordó que se conmemoran 4 años desde que busqué terapia nuevamente –o como yo elijo verlo: 4 años que he estado renovando una temporada más en psicoterapia.

Espero que no recibas esto de forma creepy o rara, pero a veces me gusta imaginarte leyendo este newsletter. Específicamente, me gusta imaginarte reaccionando a lo que vas leyendo. Y, es en este momento que me estoy imaginando que te estás preguntando:

Pero, Mariana, ¿por qué celebras el aniversario de buscar terapia y no el de iniciar terapia?

Número uno: excelente pregunta. Número dos: celebro los dos, pero "buscar terapia" tiene una energía diferente a "iniciar terapia". Número tres: "buscar terapia" es lo que se conmemoró esta semana, así que es lo que estaré compartiendo contigo hoy.

Por pura serendipia –ya sabes cuánto me encanta identificarlas y crear estas sensaciones serendípicas en mi vida– me he estado topando con muchas frases/conversaciones que nombran la importancia de tener un journal o diario. Recientemente en conversación con alguien a quien admiro mucho, pensábamos juntas sobre cómo los journals o diarios guardan pedacitos de nosotras mismas y nosotros mismos. Es algo a lo que podemos regresar para encontrarnos con versiones pasadas –me lo imaginaba (quizás un poco menos atemorizante) similar al diario de Tom Riddle en la saga de Harry Potter. Un diario, entonces, puede ser un vehículo para (re)conocer(me).

En otra situación aislada, me topé con esta frase de la gran Joan Didion que escribió:

Pedacitos del hilo conductor de la mente que son muy cortos para usar.
Errática colección con significado solo para su creador.

Pongámosle un pin a esas frasesitas, regresáremos a ellas en un momentito. Ahora, me encantaría invitarte a enfocar tu atención a esta siguiente frase de otra escritora, la novelista Susan Sontag:

Me creo a mí misma.

Otra frase que subrayo y a la cual estaré regresando más adelante.

De esta forma, la invitación a volver a resignificar mi relación con journalling o tener un diario ha aparecido una y otra vez esta semana. Y, tal y como dice Oprah, la vida nos habla en secretitos –ya queda en nosotros abrir el espacio para escucharle. Así que tomando estas invitaciones –mi cuarto aniversario de iniciar terapia y utilizar el journal como una herramienta de lectura– me he encontrado con varias joyitas de sabiduría experiencial que he descubierto en mi terapia, que deseo compartir contigo hoy.

Muchas de ellas son, como dice Didion, "pedacitos de un hilo conductor muy corto para usar", así que te las compartiré con la invitación que prestes atención a si hay alguna que te mueve. Llévate lo que quieras, y deja lo que no necesitas de mi errática colección de desaprendizajes y reaprendizajes experienciales. Y, así como en muchos diarios, en estas joyitas habitan múltiples personas: mis versiones pasadas, las versiones pasadas de mis terapeutas, lo que ha salido de nuestros encuentros –y, por supuesto, la Mariana de hoy a las que estas joyitas le hablan, y quien también está presente resignificando estas experiencias.

Aquí les va algunas de las joyas que he descubierto en la travesía de las últimas temporadas de terapia:

No tener dudas de imaginarme y fantasear con vidas paralelas

Esto me hace pensar en esa Mariana de hace cuatro años que, entre lágrimas y ansiedad, presionó el botón de enviar en un correo que –aunque se disfrazaba como estar muy compuesta– la experiencia vivida era lejos de esta percepción. Cuatro años después de haber presionado el botón de "enviar", pienso en lo valiente que fue esa Mariana. La quiero, la admiro y la celebro –por atreverse a imaginar y fantasear una vida paralela.

Es válido querer vivir una vida sencilla

Este es un constante recorderis que ha aparecido en las múltiples temporadas de mi terapia. Es un deseo que emergió en el 2020, y al que sigo regresando por lo importante que es para mí. Creo que este es un mensaje que a veces entra en conflicto con lo que esta sociedad incentiva en nosotras y nosotros: hacer más, crecer más. Pero, tal y como dice esta canción de Sonó, una de mis bandas panameñas favoritas: menos es más.

Mi valor va mucho más allá a lo académico y profesional

Es curioso re-leer(me) y darme cuenta que hay cosas que aún me sigo diciendo a mí misma –esta siendo una de ellas. Conectado con lo que mencioné anteriormente, vivimos en un mundo que glorifica el trabajo. Estar ocupada y ocupado todo el tiempo se ha vuelto un logro, y el descanso y el ocio se ven como "tiempos muertos" que debemos ocupar con algo más para sentirnos productivas/os. Este recorderis me ayuda a aterrizar y centrarme en mí: soy más que mi trabajo. Mucho más.

A veces, toca reajustar la brújula

De las relaciones que más he sanado en estas diferentes temporadas de terapia, es la relación con mi instinto. Ese mismo instinto fue el que me llevó a buscar terapia, aunque estuviera aterrada con lo que me iba a encontrar o las rutas que se empezarían a aclarar una vez empezara a ver mi mundo interno con un poco más de claridad. Pero fue ese instinto el que me llevó a redactar ese correo hace cuatro años. Desde entonces, me he prometido a mis misma seguir trabajando en afinar ese instinto –esa brújula– y seguir ajustándola para que me siga indicando el norte. Mi norte.

No hay referentes para la vida que quiero vivir

Hay una frase, que quizás he compartido aquí anteriormente o por IG, del libro Untamed por Glennon Doyle, que dice algo como:

"Soy pionera de mi propia vida. No le puedo pedir permiso ni direcciones a otra gente para llegar a un lugar al que nunca han ido."

Me fascina esa frase porque captura de una manera tan maravillosa cuán único y diferente es el camino que cada una y cada uno está intentando construir. Aunque la sociedad nos presente "moldes" de lo que "debemos" hacer, en algún momento llega la invitación a aceptar que no hay referentes para la vida que queremos vivir. Es nuestra. Somos pioneras y pioneros en esta travesía. Soy mi propio mapa.

Hay que saber esperar

Soy una persona impaciente –principalmente conmigo misma. No sé si lo había admitido por aquí, pero lo dejo en evidencia y por escrito, porque eso tiene un impacto diferente. Como tal, "saber esperar" no es algo que se me ha hecho tan fácil. Pero, por algo aparece como una perlita de sabiduría de mi terapia. Ya lo sabían nuestras abuelitas cuando nos decían: "el apuro trae cansancio." La paciencia es mi maestra.

Mi cuerpo se atreve a hablar porque lo escucho

La relación con mi cuerpo es algo que he sanado, deconstruido, repensando, resignificado –una y otra y otra vez. Creo que como un tema recurrente en mi terapia, sin importar mi edad o el momento de la vida en la que me encuentre. Reencontrarme con la sabiduría que habita en mi cuerpo, en sus ciclos, en sus síntomas, y en sus manifestaciones, ha sido de los más grandes privilegios en mi vida. Hablarle a mi cuerpo es hablarme, así como escuchar a mi cuerpo es escucharme.

El tiempo a solas es un cable a tierra

Soy del tipo de personas que recarga energías con su tiempo a solas. Disfruto leer, escuchar música, cocinar, escribir en soledad. Disfruto tener tiempo para mí. Quizás siempre he sido un poco así, pero no fue hasta en mi propia psicoterapia que he ido descubriendo que este tiempo a solas más que un gusto, es una necesidad. Es lo que permite regresar a mí, lo que me permite hacer sentido de lo que estoy sintiendo y pensando, y es lo que me permite compartirme con las personas que amo. Reconocer que "mi tiempo a solas es un cable a tierra" ha sido una de las herramientas de auto-cuidado más movilizadoras que he descubierto.

Vuelvo a leer la sabiduría experiencial que he compartido contigo hoy y no me lo creo (y eso que solo son "pedacitos" de una colección mucho más errática que aparece en mi diario). No me creo que todo esto es producto de un correo enviado hace cuatro años, por una Mariana que estaba tan deseosa y aterrada, a la vez, de mirar hacia adentro. Ha sido un proceso muy conmovedor escribir el newsletter de hoy, ya que he soltado varias lágrimas recordando el momento en el que cada una de estas lecciones aparecieron en mi vida. La canción que elegí hoy como el acompañamiento musical, creo que lo describe mucho mejor de lo que yo podré:

Esa Mariana que envió un correo pidiendo terapia hace cuatro años puso en marcha los sueños que la Mariana de hoy en día está viviendo. Esa Mariana del 2019 fue la pionera para muchas de las aventuras y travesías que la Mariana de hoy está viviendo. Esa Mariana del 2019, como bien diría un amigo mío, es una berraca. La adoro. En todo su enmarañamiento, en toda su inocencia, en toda su intensidad emocional, en toda su confusión, en toda su tristeza, en lo perdida que estaba –empezó algo. Un algo que se ha vuelto y se sigue convirtiendo en algo maravilloso, en algo que me emociona día a día seguir descubriendo. Ella ya no está, pero solía (y siempre seguirá) siendo mía.

Quizás, la intención de la reflexión del newsletter de hoy es para mí, para celebrar todo lo que ha florecido en mi mundo interno con cada renovación de la temporada de terapia en mi vida. Y, si dentro de lo que he compartido te has encontrado a ti –que gusto verte ahí y que maravilloso encuentro, me siento agradecida que nuestros mundos internos hayan coincidido y conectado. Gracias por regalarme tu tiempo, espacio y atención para hacer sentido conmigo hoy. Es un regalo tenerte aquí, y un privilegio que me leas. Gracias.

Mi gentil recorderis para el día de hoy:

Si necesitas un epi para seguir pensando y reflexionando sobre el tema:

E045: ¿Cómo mirar mi mundo interno sin juicio?

¿Quieres documentar tu mundo interno?

Si por alguna razón este newsletter evocó en ti el deseo de empezar a documentar tu mundo interno, quizás el espacio de Acompañar pueda ser un buen primer paso para ti. En el mismo, con mi guía y acompañamiento, tendrás múltiples oportunidades empezar a cultivar y desarrollar este hábito y esta herramienta.

Nuestra próxima sesión en vivo es el próximo sábado 28 de enero y el tema es: estando en el aquí y ahora.

Todas las sesiones son grabadas y almacenadas en nuestra biblioteca digital. Así que, si actualizas tu membresía hoy, tendrás oportunidad de participar en nuestra sesión en vivo de este mes así como el acceso inmediato a nuestra biblioteca de sesiones de Acompañar. Hay dos opciones de pago: mensual ($10 al mes) o anuales ($100 al año –tienes un descuento de 17% de elegir esta opción). El pago es por tarjeta de crédito o débito, o de transferencia bancaria para la opción anual si estás en Panamá –escríbeme por acá por si te interesa esa opción.

¿Lista/o para empezar a cultivar el hábito de journalling acompañada/o?

Joan Didion: The Center Will Not Hold (2017)

Inspirada por las palabras que leí de Joan Didion esta semana, me aventuré a ver su documental "The Center Will Not Hold". Me fascinan los documentales sobre mujeres que escriben –ya sean cantautoras, novelistas, escritoras. Usualmente son en sus hogares, así que me encanta ver sus libreros y su estilo de decoración, siento que tengo una miradita más íntima del tipo de personas que son. Me encanta escucharlas hablar sus procesos creativos y sus vidas, me resulta súper inspirador, y este documental no fue la excepción. Escucharla narrar su vida –sus aciertos y desaciertos, sueños y duelos– es verdaderamente emocionante.

Disponible en Netflix.

♥️Amorcito que recibe Adentro♥️

Maravilloso, como siempre!!!

-OR

Para escribir en tu journal:

1. ¿Hay alguna lección de las que compartí que movió algo en ti? Escríbela...
2. ¿Por qué imaginas que tocó una fibra de tu mundo interno?
3. ¿Cómo te sientes con esta realización?

Y con estos últimos pensamientos me despido por hoy.

¿Qué te pareció este newsletter? ¡Responde a este correo y cuéntame!

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Un abrazo,

Mariana♥️