Pensando en la forma y el fondo🔲
Estas semanitas cortas (como las que tuvimos en Panamá por los carnavales), siempre evocan sensaciones distintas en mí. No sé si a Uds. también les pasa, pero aparece esta sensación de gratitud porque ya vuelve el fin de semana, pero también una sensación desorientada producto de una semana diferente. En cualquier caso, este es también nuestro último viernes de febrero, por lo que representa una nueva oportunidad para reflexionar: ¿Cómo estuvo tu mes? ¿Qué disfrutaste hacer/leer/ver? ¿Qué te gustaría incluir más en tu mes de marzo? ¿Qué experiencias emocionales predominaron? ¿Cómo quieres estar para ti el próximo mes? Espero que este fin de semana sea uno de recuperación y reflexión, y que te regales a ti misma/o lo que sea que necesites.
Como siempre, te comparto el acompañamiento musical para esta edición. Y, también te recuerdo que aquí puedes encontrar el playlist oficial de adentro.
¿Te parece si iniciamos con la reflexión de hoy?
Recuerdo que cuando estaba chiquita, mis papás tenían en su librero una colección de libros con pruebas de percepción. A veces, cuando estaba aburrida me perdía en ellos intentando descifrar las figuras que se escondían detrás de los diseños abstractos y geométricos. Los mismos iban incrementando en dificultad, por lo que se convertía en un reto cada vez más emocionante para mí intentar acertar.
Años después, en una clase introductoria de psicología, descubrí que esos tests o pruebas de percepción estaban basados en unos principios originados por la psicología de la Gestalt –una rama teórica que explora la relación entre la percepción y el lenguaje. Existen distintos principios como lo son:
La premisa de esta corriente teórica es que nuestra mente va configurando la intención de cada imagen, dependiendo de lo que la misma va percibiendo gracias a nuestros sentidos. Cada uno de los ejemplos en la imagen de arriba corresponde a un principio. Por ejemplo: cierre, se refiere a cómo nuestra mente va llenando los espacios en blanco para percibir una forma más "cerrada"; proximidad, se refiere a cómo la cercanía y constancia de varios estímulos hace que percibamos la pieza como una sola unidad; y, así sucesivamente.
Si bien la teoría hace alusión al componente perceptivo visual (lo que vemos), hoy quisiera tomar uno de esos principios y aplicarlo como una metáfora en nuestras relaciones humanas: el principio de figura y fondo.
Una de las imágenes más populares para ejemplificar cómo se ve este principio, es el siguiente:
¿Qué ves? ¿Dos rostros de perfil o una copa tipo cáliz? Quizás, ahora que te los menciono, ves ambos. La premisa de figura y fondo (o forma y fondo) es que la mente siempre va a tener la tendencia a enfocarse en un elemento, lo que le obliga a ignorar el otro. Y, por lo general, nuestra mente tiende a percibir conscientemente la forma –por lo que tendemos a ignorar (conscientemente) el fondo. A menos que hagamos un esfuerzo perceptivo visual, siempre hay uno de los dos en el que nos enfocaremos y otro que ignoraremos. Y, en nuestras relaciones humanas, he encontrado que algo similar ocurre.
Para mí, la "forma" representa la manera en la que interactuamos, nos relacionamos, y/o nos comunicamos con otras personas. Si comunicamos un mensaje de manera clara o de manera no tan clara; si lo decimos alzando la voz o manteniendo la voz bajita; si lo decimos de manera cariñosa o lo decimos de forma tajante; si usamos mensajes de texto o notas de voz; si mandamos un mensaje largo o mandamos varios mensajes pequeñitos; si imponemos un plan o decisión, o si pedimos permiso y preguntamos lo que se hará; y así, un sinfín de ejemplos más. La "forma" típicamente corresponde a la ruta que elegimos para relacionarnos con las demás personas.
Y el "fondo", por el otro lado, corresponde a la intención detrás de esa forma que elegimos. ¿Cuál es el objetivo de esa manera de interactuar o relacionarse? ¿Qué es lo que se está buscando evocar en la otra persona? ¿Qué existe en el "fondo" de ese mensaje? Como suele suceder con el principio visual de "figura y fondo", nuestras mentes humanas tienden a engancharse con la "forma" (la manera) y le cuesta mucho más entender el "fondo" (la intención). Y, cuando somos nosotras y nosotros quienes nos estamos relacionando, a veces no cuidamos la "forma" en la que interactuamos –lo que hace que se pierda el "fondo".
Los seres humanos somos torpes por naturaleza. Somos torpes en la forma en la que nos relacionamos, en la forma en las que nos comunicamos, y en la forma en la que ponemos de manifiesto nuestras necesidades y deseos. La realidad es que la gran mayoría de nosotras y nosotros no hemos tenido modelos de una forma sofisticada y madura, porque parte de nuestra humanidad es que somos complejos y estas habilidades no se nos hacen tan fáciles. Pero, confío en que –para la gran mayoría de nosotras y nosotros (y me atrevería a decir que el 100% de los que invierten tiempo en conocer su mundo interno)– las intenciones no están en un lugar para lastimar o hacer daño. Al contrario, me atrevo a dar el beneficio de la duda y decir que las intenciones nacen desde un lugar de vulnerabilidad, de conexión y de cercanía emocional –aunque la forma a veces aparezca distorsionada o un poco torpe.
Cuando pienso en ejemplos de cómo la "forma" a veces no embona con el "fondo", se me vienen a la mente distintos escenarios –muchos de ellos que conectan con la diversidad en lenguajes de amor, por cierto. Por ejemplo, cuando una persona que tiene un gran deseo de pasar más tiempo de calidad con alguien (fondo) y se relaciona con esa persona desde el reclamo o la culpa (forma), diciendo frases como: "me tienes en el olvido" o "es que como ahora no te importo". Aunque aparezca de forma torpe, lo que esconde ese mensaje (el fondo) es un profundo deseo de cercanía. Pero, la forma es tan distorsionada, que dificulta entenderlo y contextualizarlo de esta manera.
Reconozco lo difícil que es no engancharse con el reclamo o la culpa, principalmente porque evocan emociones intensamente displacenteras –las que usualmente nos piden una reacción defensiva para mitigarlas. Y aquí es donde entra el cariño, el amor, y la relación sana que establecemos con las personas, precisamente para extenderles el beneficio de la duda y empezar a imaginarnos qué podría haber en el fondo de ese mensaje. Muchas veces, contestar con algo como "lo que escucho es que te está haciendo falta que pasemos tiempo juntas/o" puede ayudar a conectarnos con el fondo –tanto para el emisor como para el receptor. Y esto, a su vez, puede ayudar a minimizar la torpeza relacional que tanto nos caracteriza.
La intención de este newsletter va por dos caminos. En primer lugar, incentivarte e invitarte a pensar en la "forma" en la que expresas tus intenciones con las personas importantes para ti. Creo que cuando uno consume contenido de salud mental, una/o se puede sentir tentada/o a aplicarlo en otras personas, y nos olvidamos de cómo aparecen estos elementos en nuestro propio mundo interno. Es importante empezar por ahí. Y, en segundo lugar, invitarte a tener en mente el "fondo" de las personas a quienes amas. La gran mayoría de las veces, los seres humanos no nos despertamos con ganas de "joder" (disculpen mi francés). Al contrario, suelen haber motivaciones y deseos que empujan nuestras formas de relacionarnos con las demás personas. Y, muchas veces, no hemos tenido oportunidades para refinar las "formas" en las que comunicamos y expresamos estos deseos.
Habiéndolo dicho así, creo que el news de hoy busca invitarte a conectarte con la alineación (o desalineación) de la "forma" y "fondo" de tus interacciones y maneras de relacionarte. Y, al mismo tiempo, busca invitarte a extenderle empatía, compasión y el beneficio de la duda a las personas importantes para ti, cuando no logran alinear la "forma" y "fondo" de sus mundos internos. Quizás, al hacer un esfuerzo activo para enfocarnos en el "fondo" podemos ir desaprendiendo y reaprendiendo juntas y juntos. Y, así, podemos ir reaprendiendo formas de relacionarnos que sean un poco más sanas, claras, y alineadas para crear espacios más seguros, vulnerables y abundantes en amor + cariño.
Mi gentil recorderis para el día de hoy:
Si necesitas un epi para seguir pensando y reflexionando sobre el tema:
E005: ¿Hay personas que no se comunican?
¿Quieres conectar con tu niña/o interior?
Este sábado, en nuestra sesión de Acompañar de este mes, estaremos conectándonos con nuestra niña/o interior. A través del journalling, estaremos reflexionando sobre las necesidades emocionales que aún pide esa niña o niño interno, y cómo nosotras y nosotros –de adultas/os– podemos relacionarnos con esa parte de nosotras/os desde un lugar de cuidado y seguridad.
Me emociona muchísimo la sesión de este mes porque adicional al espacio psicoeducativo que facilito, las sesiones de journalling que te ofrezco y el espacio de reflexión comunitaria al final, también estaré ofreciendo una meditación guiada para visualizar a nuestra niña/o interior para así conectarnos con lo que necesita. Creo que va a ser un espacio muy lindo y me encantaría que formes parte del mismo.
Si quieres saber cómo es el espacio de Acompañar y qué esperar, puedes hacer clic aquí. Y, si estás lista/o para actualizar tu membresía y ser parte de nuestro espacio, puedes hacer clic abajo. ¡Te esperamos!
The Whale (2022)
En estos días libres, aproveché para ir a ver The Whale, la película protagonizada por Brendan Fraser, quien está nominado como Mejor Actor para los Óscares. La misma es la historia de un profesor universitario que vive con obesidad mórbida, mostrando cómo sus experiencias de vida han ido cambiando su relación con su cuerpo y su alimentación. Es increíblemente movilizadora, dolorosa e invita a la profunda reflexión sobre el dolor emocional y cómo habita en el cuerpo. Los personajes multicapa, complejos, humanos y emocionalmente vivos hacen de esta película una increíble historia. Creo que Brendan Fraser es –hasta el momento– mi nominado favorito de esta temporada premios.
Tiene un componente emocional fuerte, con contenido sensible sobre distintas condiciones de salud mental (depresión, suicidio, trastornos de la conducta alimenticia) por lo que se recomienda discreción.
Disponible en varios cines de Panamá actualmente.
¿El lenguaje de terapia está arruinando nuestras relaciones?
Hace poco me topé con este articulo de Refinery 29 –inspirado por uno de The New Yorker escrito en 2021– que habla sobre la popularidad de lenguaje y términos terapéuticos y sus posibles riesgos. El artículo pone de manifiesto cómo, a través de la popularidad y viralidad de temas de salud mental, el lenguaje terapéutico se ha colado en nuestro lenguaje cotidiano, y cómo se perpetúa un fenómeno de "telefonito" donde acabamos repitiendo palabras sin contexto o incluso entendimiento de lo que realmente significan.
Como terapeuta, me fascina leer estos artículos porque me hacen pensar en mis diferentes espacios psico-educativos (incluyendo este newsletter). Me encanta proveer espacios para desmenuzar términos complejos y contextualizarlos, pero no suelo pensar en lo unidimensional que puede ser leer los términos –precisamente por lo limitado que es el espacio para explicarlos. Me lo llevo para pensar –en ti, en mí, y en el lenguaje que compartimos aquí.
♥️Amorcito que recibe Adentro♥️
Muchas gracias por la reflexión, Mariana. Tus correos son un lindo (y necesario) recordatorio para parar, tocar base y pensar en mi mundo interno.
-JM
Para escribir en tu journal:
- ¿Cómo aparece la "forma" de tus interacciones?
- ¿Qué tiene típicamente el "fondo" de tus intenciones?
- ¿Qué puedes hacer hoy para ir alineando esa "forma" y ese "fondo"?
Y con estos últimos pensamientos me despido por hoy.
¿Qué te pareció este newsletter? ¡Responde a este correo y cuéntame!
Reenvíaselo a alguien a quien le interese la forma y el fondo.
Si eres nueva/o y quieres leer newsletters pasados, haz clic aquí.
Si estás visitando, recuerda suscribirte aquí.
Me tomaré un descanso de este espacio por las próximas semanas, nos vemos de vuelta el viernes 31 de marzo.
Un abrazo,
Mariana♥️
Comments ()