Nuestra energía es limitada🔋
¿Cómo ha estado tu semana? ¿Cómo estás hoy? Yo estoy... ¿acomodándome? No estoy segura si esa es una emoción pero es lo que siento que describe lo que esta semana ha sido para mí. Retomé la docencia universitaria esta semana y, aunque lo he hecho anteriormente y es algo que me llena muchísimo, también es importante reconocer que tengo desde el 2020 sin ser docente, por lo que es absolutamente normal y esperado que esta pieza vieja de mi vida (que se siente nueva) tome un ratito en acomodarse. Te lo comparto por si acaso tu también estás viviendo una experiencia emocional similar, para que puedas honrar lo que sea que ese proceso de acomodación esté haciéndote sentir. Y te invito a extenderte compasión y paciencia en este momento actual de reajuste.
Como siempre, te comparto el acompañamiento musical, ¿te parece si iniciamos con la reflexión de hoy?
La energía siempre me ha resultado un concepto interesante para hablar. Me encuentro mencionándolo mucho en mis conversaciones e intercambios –tanto en mi vida profesional y personal. Y, aunque puede tener distintas definiciones, para propósitos de la edición de hoy: cuando me refiero a energía, me refiero a la disponibilidad y capacidad que tenemos para producir o realizar algo.
Quizás ya te has dado cuenta de esto, pero yo soy una persona bastante rutinaria. No hago lo mismo todos los días, pero sí tengo días específicos reservados para distintas actividades que suelo incorporar en mi semana. Estas rutinas (o rituales, como prefiero llamarles), las he ido refinando a lo largo de los años y las he mantenido porque me permiten centrarme + recargar energías para hacer frente a las exigencias de la vida. Y, lo mismo ocurre para la situación opuesta: cuando no estoy practicando estos rituales, me puedo sentir un poco dispersa. Precisamente por esto, intento incluirlas intencionalmente en mi semana, por lo que a veces me cuesta reconocer y hacer las paces con aquellas semanas donde estos rituales no "fluyen" como quisiera –algo con lo que me tuve que enfrentar esta semana.
Justo en la primera parte de este newsletter te mencionaba cómo estoy acomodándome con retomar la docencia, y lo que eso está exigiendo en el reajuste o re-acomodación de mi rutina semanal. Esta nueva (pero vieja) actividad conlleva varias sub-partes, porque no es solamente dar mi clase sino también: preparar el contenido, revisar y editar los recursos que ya tengo, actualizarme, realizar el trabajo administrativo, contestar dudas y preguntas, entre otras. Incluir activamente algo nuevo en mi día a día usualmente me pide un nuevo enfoque y una re-acomodación energética. ¿Qué quiere decir eso? Que si hay un área de mi vida que me está pidiendo más atención, más esfuerzo, más energía y más enfoque –eso probablemente va a repercutir en otras áreas de mi vida: tal cual lo ha estado haciendo con mis rituales diarios.
Ajá, Mariana, pero, ¿qué me estás intentando decir?
Toda esta experiencia de tener que reacomodar y reajustar áreas y actividades de mi vida –justamente para incluir otras nuevas– se ha sentido incómodo y frustrante. Me ha tocado activar e intensificar la auto-compasión y paciencia conmigo misma porque me ha costado hacer las paces con tener que sacrificar tiempo y energía que le he dedicado a ciertas cosas, para poder dedicarle tiempo y energía a otras. Me ha costado estar "ok" con no poder escuchar mi Discover Weekly con la paciencia y lentitud que normalmente la escucharía. Me ha costado estar "ok" con no poder leer todos los newsletters que usualmente leo. Me ha costado estar "ok" con hacer ejercicios 2-3 veces en lugar de todos los días. Me ha costado estar "ok" con que mi horario de sueño se ha visto algo irregular esta semana.
Creo que me ha costado tanto llegar a una lista de rituales diarios que me encantan, que me enojo conmigo misma cuando comprometo esta área de mi vida. Es como si me costara ver todo lo otro que pudiese estar ocurriendo en mi semana, que pudiese explicar el "por qué" estos rituales han estado un poco flojos. Me siento frustrada y decepcionada conmigo misma, creo que porque le pongo una presión muy grande a tener que hacerlo todo. Y creo que quizás me pongo esta presión, porque me cuesta darme cuenta que la energía con la que cuento no es ilimitada. Al contrario: es limitada.
Reflexionando sobre el tema de la semana para 'Adentro', pensé en la canción "Todo se transforma" de Jorge Drexler como el acompañamiento musical de hoy. Como suelo hacer cuando estoy escribiendo este boletín, la puse antes de empezar a desglosar de lo que quería hablar y me encontré escuchando el coro de una manera distinta, como no lo había escuchado antes:
Nada es más simple
No hay otra norma
Nada se pierde
Todo se transforma
Esa última parte es la premisa de la ley de la conservación de energía: la misma no se crea ni se destruye, se transforma. Pero me encontré preguntándome: ¿qué pasa si, para transformarnos, tenemos que perder algo? ¿Qué pasa si para empezar a agregar algo nuevo en nuestra vida, tenemos que re-calibrar otras cosas? ¿Qué pasa si la energía que antes le dedicábamos a un área de nuestra vida se va minimizando y perdiendo al incluir una nueva área de nuestra vida –que posiblemente requiera una atención, energía y/o enfoque distinto?
Hacer esta reflexión me ha ayudado a desprenderme un poco de la presión de tener que hacerlo "todo" con el mismo nivel de energía, entusiasmo y dedicación... "todo el tiempo." Porque, por más que soy una de las más grandes opositoras de las palabras absolutas (todo, nada, nunca, siempre, bien, mal, etc.), también soy humana y estoy en constante desaprendizaje y deconstrucción de mi mundo interno. Y, como soy humana, hay ciertas cosas que he internalizado con el tiempo y que forman parte de mi día a día.
Empezar a ver la re-distribución de energía como algo que incluye pérdidas, nos permite dar espacio a los duelos bebés que esto podría involucrar. Y son duelos bebés porque al enfocar tu energía en algo nuevo –independientemente si es algo emocionante y que trae enormes beneficios a tu vida– se entiende que estamos teniendo que dejar algo atrás para este re-enfoque. Lo que estás dejando atrás se puede ver de muchas maneras distintas, porque quizás puede ser: tiempo, una actividad, un espacio libre, una persona, o un área de tu vida, entre otras cosas. Y dejar algo atrás, por lo general, resulta incómodo y doloroso.
Definir a la energía como limitada nos ayuda a transitar estos duelos bebés con mayor fluidez. No necesariamente huyendo de la incomodidad o dolor que evoca decirle que "no" a ciertas cosas para decirle que "sí" a ciertas otras; pero, sí para hacer las paces con que en este momento son ciertos compromisos que podemos hacer. Y digo en este momento, porque quizás en un mes ya me sienta acomodada en mi rol de docente y aprenda cómo manejar mis tiempos y mi energía –porque ya conoceré cuánto me pide este nuevo rol. Pero, en estos procesos de transición que son parte de una re-acomodación energética o de vida, creo que es súper valioso extendernos compasión y gracia mientras la navegamos.
Mi intención con la reflexión de hoy es invitarte a ver tu fuente de energía como una fuente que tiene sus límites. No podemos darle todo de nosotras/os a todo el mundo, todo el tiempo. Me lo imagino como una gráfica circular (o pie chart) donde al incluir un pedazo nuevo, los otros pedazos se tienen que reacomodar (y ofrecer un pedacito de sí mismas/os a ese pedazo nuevo que está entrando). Quizás, si podemos ser conscientes de nosotras/os mismas/os y de la energía que tenemos disponible para nuestra vida y nuestras relaciones, podemos empezar a aceptar que lo que podemos ofrecer a cada una de esas áreas pueda verse distinto con el tiempo –porque nosotras y nosotros estamos cambiando todo el tiempo.
Quizás, al ver la energía como limitada, podemos empezar a abrirnos a lo inconsistente, cambiante e impermanente que es la vida. Quizás, al ver la energía como limitada, podemos empezar a compartir nuestro proceso de una manera vulnerable y honesta –honrando el momento de vida en el que nos encontramos en este momento. Quizás, al ver la energía como limitada, podemos empezar a tomar decisiones más intencionales que sean congruentes con nuestra realidad emocional del momento. Quizás, al ver la energía como limitada, podemos honrar donde estamos ahora mismo emocionalmente y no quemarnos por intentar hacer de más.
Porque, quizás, la vida se trata menos de "hacerlo todo igual, todo el tiempo" y se trata más de "hacerlo suficientemente bien, como me lo pide el momento."
Mi gentil recorderis para el día de hoy:
Si necesitas un epi para seguir pensando y reflexionando sobre el tema:
E045: ¿Cómo mirar mi mundo interno sin juicio?
Gentil recorderis que... ¡queda una semana para nuestra sesión de journalling de este mes!
Te recuerdo que l tema de este mes será: redefiniendo mi relación con el trabajo. En el mismo, exploraremos cómo nos relacionamos con el trabajo, cómo la sociedad condiciona esta relación, y desaprenderemos (y reaprenderemos) formas de relacionarnos con esta área tan importante de nuestra vida.
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Vivir una vida en temporadas
Uno de los newsletters que más me fascina es el de la artista y escritora Mari Andrew. En una de sus ediciones más recientes, hace una analogía ES-PEC-TA-CU-LAR sobre cómo los seres humanos –así como la tierra– tenemos temporadas. ¿Te has puesto a pensar cómo se vería el invierno de tu vida? ¿O la primavera? ¿O el verano? ¿O el otoño? Después de leerlo, me siento un poco como si mi vida estuviese en verano ahora mismo.
Para leerlo, haz clic abajo:
♥️Amorcito que recibe Adentro♥️
Hola querida Mariana,
Que gusto me dio leerte. La manera en cómo planteaste las situaciones con cada uno de los personajes despertó mi interés en la serie. Me metí tanto en la lectura que cuando me di cuenta había abierto un montón de enlaces de tu blog jajajaja hasta abrí mi cuenta en Apple TV para ver TED.
Muy entretenido tu newsletter #keepgoing
-Marion C.
Para escribir en tu journal:
- Si tuvieses que hacer una gráfica circular (o pie chart) de tu energía en este momento, ¿cómo se vería?
- ¿Cómo te sientes con esa re-distribución en este momento?
- Si hay algo que no te gusta o te incómoda, ¿cómo imaginas que la podrías re-acomodar?
- ¿Cómo te sientes con las pérdidas que esta re-acomodación involucraría?
Y con estos últimos pensamientos me despido por hoy.
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¡Espero que tengas un lindo fin de semana!
Un abrazo,
Mariana♥️
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