Mirando mis pecas emocionales😌
Aunque sé que muchas/os estamos jugando Tetris de trazabilidad de contactos positivos que hemos tenido y hay un aire de pánico y 'hartitud' con la cantidad de pruebas que nos estamos teniendo que hacer a raíz de eso, también he tenido esta semana varios 'flashbacks' de lo que sentí en mayo/junio de 2020. Esa sensación de cuando el afuera se detiene, que si estuviste aquí durante esa época sabes que es una sensación que recibo con gratitud porque me gusta ir más lentito y a mi ritmo.
Mi intención compartiéndote esto no es que todas y todos sintamos lo mismo, ya que es muy posible que quizás esta nueva temporada pandémica está evocando emociones distintas en ti. Mi intención es que te puedas dar permiso de pensar en cómo estás navegando esto, cómo estás conciliando el inicio de año ocurriendo a la par de un nuevo brote, y al reconocer cómo estás emocionalmente que puedas identificar qué necesitas en este momento. Donde sea que estés, física y emocionalmente, te envío un fuerte abrazo.
La semana pasada tuvimos nuestra primera sesión de 'Acompañar' del año (hablé un poco sobre ella aquí), y creo que lo más mágico y hermoso de ella fue escuchar a las valientes participantes al final de la sesión. Algunas compartieron cómo se sintieron con el proceso y lo que habían notado en ellas mismas al explorar su mundo interno, y me he quedado toda la semana pensando en la analogía que nos ofreció una de ellas:
Esta sesión fue como verme en el espejo a mi misma, pero no de una forma abstracta, sino de una forma enfocada... como si tuviese el tiempo y el espacio para admirar mis pecas.
Se me erizó la piel escuchar esto, y me hubiese encantado tener un poquito más de tiempo para que nos contara más sobre esta experiencia tan rica –ya estamos solucionando eso del tiempo, por cierto, para el próximo encuentro. Fue una de esas frases que hasta me generan envidia (de la sana, como de la que hablo en el E011 de mi podcast), ¡porque me hubiese encantado que se me ocurriera a mí! Pero, dejando la envidia aparte, me he quedado mucho con el concepto de las "pecas" de nuestro mundo interno. ¿Cómo se ven? ¿Cómo me relaciono con ellas? ¿Cómo puedo apreciarlas como las imperfecciones hermosas que son? ¿Cómo puedo detenerme para empezar a notarlas más?
Creo que me enganché mucho con el concepto de las pecas porque yo también tengo pecas y mi experiencia con ellas a través de mi vida ha sido muy interesante. Desde chiquita he aprendido a cuidarme más la piel porque sé que mis pecas también son un indicador de que me puedo 'manchar' más fácilmente con el sol, por lo que me pongo bloqueador religiosamente todos los días. Y en mi adolescencia, fui aprendiendo cómo comunicarle a maquillistas mi resistencia a bases que me "taparan" mis pecas –esas que son de 'cobertura completa' no son para mí, porque intentan eliminar mis pecas –¡las cuales amo!
Entonces, ha sido una experiencia de amor y cuidado con ellas. Y han sido una herramienta indispensable para pedir lo que quiero y lo que no quiero, algo que no siempre se me ha hecho fácil. Y uniendo esto con el comentario de 'admirar mis pecas', me he quedado pensando mucho sobre aquellas partes mías con las que la sociedad quizás no sabe relacionarse o no entran dentro de lo esperado, y cómo he podido (y lo sigo intentando a través de un trabajo interno continuo) no solo hacer las paces con mi naturaleza pecosa, sino también transformarla en un regalo.
Y he pensado mucho en este espacio. En especial por un escrito que leí recientemente de la escritora y terapeuta, Lisa Olivera. Curiosamente, no lo encuentro en Instagram para hacer la referencia, pero afortunadamente le tomé captura de pantalla para citarla:
He estado pensando en mi "yo" más joven. La que solía escribir en diarios, aterrada de que alguien lo leyera y al mismo tiempo deseando en secreto que alguien me viera –desesperada por mantenerme oculta y desesperada por saber que no estaba sola.
He pensado en lo que mi "yo" niña pensaría de mi ahora –escogiendo hablar públicamente de emociones que estaban atadas a mucha vergüenza. Escoger poner partes mías allá afuera en formas que son riesgosas, porque son partes que podrían ser rechazadas.
Pienso en lo que pensaría esa "yo joven" de mí hoy en día. De alguien que se expande, no por popularidad o prestigio o relevancia, sino para ir a mayores profundidades en ella misma. A ir más profundo en sentirse suficiente. A ir más profundo en quien ella siempre ha sido, más profundo en vivir de manera más completa, aún cuando otras personas no siempre saben cuánto significa para mí y cuánto me ha tomado hacerlo.
Leer esto me conmovió tanto, porque me leí a mí misma en sus palabras. Escribir siempre ha sido parte de mí, y no es hasta recientemente que lo he logrado asimilar: desde que estaba chiquita y tenía un diario donde podía vertir mi mundo interno (y del cual era sumamente protectora), hasta en mi adolescencia que escribía poesías y para los periódicos escolares y universitarios, en mi adultez que he lanzado este newsletter –hasta hoy en día, donde guío sesiones de journaling.
Se me llenan los ojos de lágrimas escribiendo esto, porque pienso en la Mariana peque que se vivía esto tan sola y en la Mariana de hoy que se lo vive tan acompañada. En la Mariana peque que miraba sus pecas emocionales, pero estaba aterrada de compartirlas con el mundo, por miedo a ser 'demasiado'. A la Mariana de hoy que no solo se da permiso de verlas, sino que puede también ser espejo para que otras personas puedan ver las suyas también. Creo que la Mariana peque estaría muy orgullosa de mí, y estaría muy orgullosa de esta comunidad también.
Pienso en que no podría ser espejo si no tuviese a una comunidad que ha funcionado como mi espejo también. En estos espacios semanales de 'Adentro' me permito ir más profundo precisamente por las respuestas que recibo en mi correo, por los comentarios que leo de personas que usan mis palabras para ir más allá, por las personas que me leen + me comparten + se permiten ser transformadas/os por lo que escribo. Y como estoy llena de frases, me permitiré compartir una última antes de ir cerrando esta primera parte del newsletter:
Estoy finalizando esta primera parte sintiéndome muy agradecida de que estés aquí, y no solo seas testigo de esa escritura confesional, sino un/a participante activa/o en "ir más allá." Gracias por darme permiso de darle amor y cuidado a mis pecas emocionales; y gracias por llevarte ese espejo y aceptar la invitación de mirar tus propias pecas. Este espacio siempre se ha sentido como un diario colectivo, y ya estoy entendiendo por qué –es gracias al amor + cariño + compasión que Uds. le (y me) dan de vuelta. Quizás si todas y todos nos tomamos un momentito para apreciar nuestras pecas emocionales, podemos ser esas personas que permiten que otras personas lo puedan hacer también –tal y como nos piden las pecas físicas: con amor y cuidado.
Mi gentil recorderis para el día de hoy:
Tengo dos anuncios (bueno, tres en verdad) súper importantes hoy.
El primero, es que ya tenemos fecha para nuestro encuentro del 'Acompañar' de febrero para que lo vayan reservando: sábado 19 de febrero de 9:30 a 11:30 a.m hora Panamá. En base a la retroalimentación que he ido recibiendo, he decidido probar con un horario de dos horas a ver si nos da chance de cubrir todas las cositas que hemos hecho en otros espacios que se han ido disfrutando.
El segundo, es que mantendremos como un hilo conductor de todas las sesiones de aquí en adelante el componente de journalling. Es decir, que nuestras sesiones de 'Acompañar' serán sesiones de journalling. Así que si es un tema que te interesa, intriga, o emociona, me encantaría que formes parte de nuestra valiente comunidad que está dispuesta a mirar hacia adentro.
Y, la tercera (y posiblemente más emocionante) es que en vista de la popularidad de mi más reciente post de Instagram, he decidido que el tema de nuestra próxima sesión de journalling siga estudiando a la familia Madrigal...
Así que bueno, si con estas noticias te ha picado la curiosidad y quieres ser parte de este espacio tan bonito, te invito a que actualices tu membresía. Si no cuentas con una tarjeta para el pago automático, te recuerdo que estoy aceptando pagos por ACH por la membresía anual, así que si te interesa esto, escríbeme. ¡Espero que puedas acompañarnos!
Siguiendo la recomendación de mi sestra querida y fanática de series a la par, Michelle, me aventuré a ver la serie de Kaley Cuoco 'Flight Attendant' en HBO Max. Es una serie (medio comedia oscura, medio thriller) que explora los altibajos emocionales producto de eventos traumáticos no procesados, así como la forma en la que la vergüenza se va colando en espacios emocionales + relacionales + familiares + laborales. Puede tener algunos desencadenantes emocionales (adicción, trauma, muertes familiares), y creo que es importante contarte esto para que puedas cuidarte antes de verla y quizás leer un poco más si en este momento estás atravesando algún momento emocional difícil o delicado.
Para escribir en tu journal:
- ¿Cómo me doy permiso de ver mis pecas emocionales?
- ¿Quién(es) en mi vida me ayuda(n) a celebrarlas?
- Si me detengo y las veo hoy, ¿qué veo?
Y con estos últimos pensamientos me despido por hoy.
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¡Espero que tengas un lindo fin de semana!
Un abrazo,
Mariana♥️
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