Lo que no estoy diciendo estas fiestas🎄
Solo hace falta una breve vuelta por Twitter para corroborar lo que quizás muchas y muchos estamos pensando: estas fiestas de Navidad no se sienten como las anteriores. Entre la nueva variante, la anticipación de un año 2022 que posiblemente tendrá matices similares a las del año pasado y este 2021, y la mescolanza esperada y habitual que traen las fiestas de fin de año –creo que es entendible que estemos sintiendo mucho con demasiado.
He estado pensando mucho en esto desde este fin de semana, donde nos reunimos en el primer espacio comunitario de salud mental de 'Adentro', en el que creo que ya le encontré el nombre ideal: Acompañar. La palabra se me vino a la mente después que me encontré usándola con frecuencia para describirle a las personas lo que experimenté en ese primer espacio: nos acompañamos mutuamente en la aventura de hacer sentido de este año juntas y juntos.
Fue un espacio sumamente mágico para mí por varias razones. Primero, fue emocionante ver en la práctica lo que ya había ideado hace un rato en la teoría. Un poco de contexto: en el ensayo final de esa clase de la que siempre hablo, 'Perspectivas Críticas a la Salud Mental Global', escribí sobre una nueva forma de ofrecer psicoeducación desde una perspectiva de abajo hacia arriba. Es decir, en el mismo propuse que en lugar de entrar a los espacios psicoeducativos desde un lugar de 'experta', quizás puede ser más valioso y respetuoso para las experiencias emocionales de las demás personas entrar desde un lugar de curiosidad, y quizás compartir el poder con el público o audiencia (en este caso, la comunidad de 'Acompañar') de traer su propia sabiduría y conocimiento local a la conversación.
El momento en el que escribí este ensayo coincidió con el momento donde decidí ponerle una pausa a mi trabajo digital, precisamente porque estaba empezando a curiosear sobre una manera diferente de seguir psicoeducando. Ver ese ensayo puesto en la práctica, este fin de semana, fue un momento de círculo completo para mí. Dejarme mover y transformar por los desaprendizajes y joyas de sabiduría + vulnerabilidad de las personas que son parte de esa comunidad fue realmente conmovedor.
Y, eso está precisamente asociado con la segunda razón por la cual fue un espacio tan mágico: las personas que participaron me ayudaron a darle permiso a emociones que quizás yo solita no estaba pudiendo permitir. Entre ellas: el reconocimiento de las pérdidas que han sido parte de este año, la desilusión de quizás entrar a un nuevo año donde teníamos expectativas súper altas de 'ya salir de esto' y en realidad no es tanto así, el permiso de incluso sentir tantas emociones tan intensas para las cuales ni siquiera tengo las palabras para nombrarlas, y la lección invaluable de dejarnos 'fluir' –aunque suene trillado– y permitirnos sentir lo que sea que estemos sintiendo ahora mismo.
Por pura serendipia, mientras escribo esto suena en el fondo la canción Histéricos por Leiva y Ximena Sariñana que dice:
Déjalo fluir, hazte con ello.
Y esa frase de 'dejarlo fluir' fue algo que salía constantemente en nuestra llamada, lo que me lleva al título de este newsletter: lo que no estoy diciendo en estas fiestas. Hacia el final de nuestra llamada, me encontré titubeando con mis deseos hacia las personas que asistieron: "Felices fiestas," empecé diciendo, "o bueno, felices no, porque quizás no estén felices ahora mismo. ¿Tranquilas fiestas? ¿Qué puedo decir?"
Muy en sintonía con el más reciente newsletter de Fundación Relaciones Sanas, escrito por la directora ejecutiva y mi querida amiga y colega María Daniela:
No se quien necesite escuchar esto pero estás fechas no “tienen que” ser felices para ti.
Cada quien tiene el derecho a sentirse y vivir esta experiencia como sea más congruente para ellos.
Es por eso que hoy no te quiero desear unas 'felices fiestas'. Honrando lo que predico, no quiero repetir como papagayo una frase que quizás no es aplicable para muchas y muchos –en especial, en un fin de año tan inusual como lo es este. Y con esta decisión, no quisiera que pienses que no quiero que seas feliz, porque nada está más alejado de esta suposición. Lo que no quisiera es que intentes apresurar o forzar una felicidad, cuando en este momento pudiesen estar presente otras emociones coexistiendo contigo –tal y como lo he dicho anteriormente, hasta un epi del podcast tengo sobre esto (E061). En otras palabras, quiero invitarte a que 'dejes fluir' a tu mundo interno, como sea que esté apareciendo ahora mismo.
Y aún cuando estoy honrando que quizás no son 'fiestas felices' para todas y todos, sí quisiera que pases estas fiestas acompañada o acompañado. Uniéndome a los deseos de María Daniela en su newsletter, quiero que te rodees de compañía que sea sana y congruente para ti en este momento. Quiero que te des permiso para sentir lo que sea que estés sintiendo, y quisiera que puedas estar rodeada/o de personas que puedan darle espacio a esas emociones –como sea que se estén presentando en este momento. Quiero que estés tranqui, rodeándote de amor y cariño, y que tus seres queridos –con sus propios lenguajes de amor y formas de mostrar afecto– te recuerden cuán amada/o eres.
Y, si estás con ánimos y eres una de las personas que está pasando una feliz Navidad, comparte esa energía a través de la empatía + escucha profunda + presencia honesta con quienes pudiesen estar pasando un momento difícil. No es necesario resolverle su problema o inquietud a la persona o intentar subirle los ánimos, con el simple hecho de acompañar a alguien más mientras ella/él se sientan con sus emociones es más que suficiente.
Así que, aquí me encuentro: no deseándote unas 'felices fiestas' si eso no está muy alineado con tu experiencia emocional en este momento, pero sí te envío mi más reciente playlist navideño y este mensaje:
Espero que pases unas fiestas de fin de año llenas de amor.
Mi gentil recorderis para el día de hoy:
Ya tenemos fecha para nuestro encuentro del 'Acompañar' de enero para que lo vayan reservando: 15 de enero a las 11:00 a.m.
Recuerda que si quieres participar, solo tienes que actualizar tu membresía para ser parte de este hermoso espacio de desaprendizaje colectivo. ¡Pronto estaré enviando nuestro tema del mes para que te vayas preparando!
Y, también, un gentil recorderis que estoy aceptando pagos por ACH para los pagos anuales, so si te interesa escríbeme a mi correo para pasarte la info. ¡Te espero!
Muy en línea con el tema de esta semana, quiero compartirte este hermoso ensayo de Katie Hawkins del newsletter My Sweet Dumb Brain, donde hace sentido de este segundo año de duelo colectivo. Una mirada honesta y vulnerable sobre cómo el duelo cambia nuestras prioridades, nuestras relaciones y la forma en la que interactuamos con el mundo. A mi me ayudó a darle permiso a alguna de las pérdidas de este 2021, y espero que quizás haga lo mismo por ti.
Haz clic abajo para leerlo.
Para escribir en tu journal:
- ¿Cómo te estás sintiendo con estas fiestas de fin de año?
- ¿Cómo puedes dejarte acompañar con amor?
- ¿A quién o quiénes puedes pedirle esa presencia?
Y con estos últimos pensamientos me despido por hoy.
Este será el último newsletter de este año, nos vemos el próximo año 2022 con más espacios para mirar hacia adentro y acompañar(nos). Espero que pases unas fiestas de fin de año acompañada/o y rodeada/o de mucho amor –ya sea física y/o emocionalmente. Cuídate mucho y cuida a tus seres queridos –tanto física como emocionalmente♥️
¿Qué te pareció este newsletter? ¡Responde a este correo y cuéntame!
Si te gustó, no te olvides reenviarlo a quien crees que le pueda gustar. O compártelo en tus redes sociales y ¡etiquétame!
Si eres nueva/o y quieres leer newsletters pasados, haz clic aquí.
¡Espero que tengas un lindo fin de semana!
Un abrazo,
Mariana♥️
P.D: Te recomiendo mover este correo a "Principales" o a tu bandeja de entrada para que no te pierdas ninguna información importante.
Comments ()