El arte de desempacar💼
Me parece adorablemente irónico que la semana pasada hablé en mi newsletter sobre cómo aunque el verano se pueda sentir vibrante y energizante, no pasa nada si nuestra energía/mundo interno no necesariamente embona o hace match con esa sensación; y no ha parado de llover en Panamá estos últimos días. Me parece curioso ahora que lo pienso, porque hemos tenido tres fines de semana largos consecutivos y el verano está poco a poco apareciendo, es casi como si la Universa nos estuviera invitando a transicionar (o también mandándonos un mensaje que el calentamiento global es muy real, pero por hoy hablaré de mi primera hipótesis). Quizás es una invitación para abrazar las transiciones naturales: de una temporada a otra, del fin de semana a la semana laboral, de un año al otro, de una emoción a otra. ¿Qué dices? ¿Le aceptamos la invitación para honrar la transición? Para pensar.
Como siempre, te comparto el acompañamiento musical para esta edición. ¿Te parece si iniciamos con la reflexión de hoy?
Mi prima Paola y yo siempre decimos que en este mundo hay dos tipos de personas: las que desempacan apenas llegan de los lugares, y las que personas que dejan la desempacada para después. Nosotras, ambas, caemos en la primera categoría; no importa cuán cansadas estemos, preferimos desempacar que dejar ese pendiente.
Quizás por este deseo de ser más organizada estoy en "Organization TikTok" (que es la esquinita de organización que me arroja mi algoritmo cuando entro a TikTok). Y, como parte de estar en ese submundo digital, pues inevitablemente me salen videos de organización y limpieza –uno de ellos siendo uno que vi recientemente. Así que, hace poquito acompañé digitalmente a una TikToker a desempacar y guardar lo que está en su maleta después de llegar de viaje; y, todo esto con una vibra "aesthetic" y musiquita linda de fondo, por supuesto, para romantizar lo tedioso que se puede sentir organizar.
Pero, bueno, mi algoritmo de TikTok quizás es tema para otro newsletter. Por hoy, me gustaría que me permitas hablarte de los beneficios de desempacar. Pero, no las maletas con las cuales viajas o te mueves alrededor del país; sino las maletas emocionales, las del mundo interno que están llenas de sensaciones, emociones, pensamientos y asociaciones que vale la pena tomarse el tiempo de desempacar.
La urgencia que siento de desempacar mi maleta una vez que llego a mi casa, se parece mucho a la urgencia que siento de desempacar mis emociones. No sé si es mi profesión, mi entrenamiento como psicoterapeuta humanista, mi naturaleza sensible, o mis 15 años de estar en psicoterapia intermitentemente (muy probablemente es una combinación de las tres); pero, he llegado a un punto en mi vida donde me cuesta seguir con mi día si hay algo que emocionalmente estoy sintiendo como muy intenso. Siento una necesidad apremiante de expresarlo –ya sea en mi journal, o hablándolo con alguien– lo cual me ayuda muchísimo a empezar a desempacar esa maletita emocional.
Y es que desempacar –tanto física como emocionalmente– me provee una calma y un alivio importante. Y creo que esto se debe a distintas razones:
Las cosas no se acumulan
En el TikTok que vi sobre el "desempacar las maletas" que mencioné anteriormente, la autora hablaba sobre cómo el desorden no era solo del viaje más reciente –sino también algunos pequeños desórdenes previos que no fue abordando en el momento, y se fueron acumulando en el tiempo. Y, esto me hizo pensar, que algo muy similar ocurre con nuestras emociones.
Cuando no nos tomamos el tiempo de desempacar emocionalmente –qué estamos sintiendo, por qué imaginamos que nos estamos sintiendo así, qué necesitamos en este momento y cómo podemos manejar esta situación en un futuro,– estamos perdiendo una importante oportunidad para acercarnos a nuestras emociones. Si estas emociones no se recogen –así como la ropa sucia, trastes, o cosas fuera de su lugar en el hogar– se terminan acumulando al pasar del tiempo, lo cual hace que la tarea se vuelva mucho más compleja, tediosa y difícil de desenmarañar.
Desempacar, con frecuencia, nos ayuda a liberar espacio para ir abordando cada situación, emoción, sensación y pensamiento como va llegando en el momento. Y, al hacer esto, nos estamos protegiendo para no caer en las arenas movedizas abrumadoras. Afrontando cada emoción que aparece, con honestidad, nos permite priorizar en aquello que está apareciendo –tarea que se vuelve mucho más retadora cuando hay tantas cosas acumuladas que pudiesen estar peleando por nuestra atención.
Nos permite pausar, pensar y procesar
Cuando regresamos de unas vacaciones o un tiempo fuera de nuestro hogar, es normal que nos invadan los pendientes: lo que tengo que hacer hoy, lo que tengo que hacer mañana, lo que tengo que dejar preparado. Y, si son muchas cosas en mente, es fácil abrumarnos con todo lo que está pasando por nuestra mente. Desempacar la maleta nos ofrece un paso simple y tangible: desempacar. En ese momento, lo más importante es eso.
Cuando desempacamos nuestras emociones, pasa algo muy similar: por un momento, nos permitimos pausar + pensar + procesar lo que estamos sintiendo. Eso no va a hacer que aquello que nos angustia mágicamente se esfume, o que aparezca la solución de todos nuestros problemas. Pero, es algo que nos permite conectarnos con el aquí y ahora y cómo está nuestra mente + cuerpo + mundo interno. Expresar y poner afuera lo que está adentro pudiese ser el primer paso para empezar a descifrar qué necesito –lo que me lleva a la última razón de por qué desempacar es tan importante.
Nos estamos moviendo
Hace algunos newsletters te sugerí el fabuloso documental, Stutz, y esta semana regresé nuevamente a una de sus perlitas de sabiduría: seguir agregándole una perlita a un collar de perlas.
A veces, cuando estamos sintiendo algo de forma muy intensa podemos sentirnos como si nos estuviésemos ahogando en un vaso con agua. Empezar a desempacar esas emociones –al nombrarlas, hablarlas con alguien, expresarlas, curiosearlas con honestidad– nos permite empezar a movernos. Y es ese inicio lo que nos da el momentum para ir moviéndonos, y no estancarnos.
Aún cuando sea tentador querer ignorar el desorden, procrastinar la desempacada o pretender que no existe, no es lo más beneficioso para ese momento –así como ignorar nuestras emociones tampoco es lo más recomendable. No solo porque se nos pueden acumular las emociones, mismas que se vuelven un poco menos desafiantes de descifrar cuando las abordamos una a la vez; sino, también, porque -tal y como dice Lorde en la canción que recomendé como el acompañamiento musical de hoy:
Desempacar nuestras emociones no solo nos cuida a nosotras y nosotros, sino también a nuestros seres queridos. Al practicarlo, cuantas veces sea necesario, nos cuidamos en salud para que nuestras emociones y nuestro mundo interno no lastimen a alguien a quien amamos.
Mi intención con la reflexión de hoy es invitarte a empezar el hábito de desempacar tus emociones tan pronto te estés dando cuenta que algo está burbujeando en tu mundo interno. La idea no es tratarnos con severidad y rigidez que siempre debemos desempacar cuanto antes y que nunca más dejaremos que algunas emociones se acumulen –ya sabes lo que pienso sobre el lenguaje totalitario y absoluto. La idea es tenerlo un poco más consciente para notar las oportunidades que nos presenta la vida para empezar a ponerlo en práctica. Quizás, poco a poco se vuelve un hábito y, así, se va volviendo un poco más natural hacerlo... que dejarlo para después.
Mi gentil recorderis para el día de hoy:
Te invito a descansar aquí, para desempacar tu semana y tus emociones. ¿Qué encuentras? Y luego, te invito a compartirlas con alguien en quien confíes y con quien puedas compartir tu vulnerabilidad.
Si necesitas un epi para seguir pensando y reflexionando sobre el tema:
E066: ¿Qué es la responsabilidad afectiva?
¿Quieres empezar a hacer journalling y no sabes cómo?
Quizás el espacio de Acompañar sea un buen primer paso para empezar este hábito. El formato del mismo es el siguiente:
- Nos reunimos un sábado al mes durante la mañana (horario Panamá), donde hablo sobre algún tema que tiene que ver con nuestro mundo interno. Temas pasados han incluido: el poder de la gratitud, cómo tener amistades sanas, explorando mis auto-sabotajes, entre otros.
- Hacemos 2-3 sesiones cortas de journalling, donde te ofrezco algunas preguntas para que puedas aterrizar los temas a tu propio mundo interno.
- Y, al final, conversamos un poco sobre cómo se sintió la experiencia para nosotras y nosotros. Es mi parte favorita, porque siempre salgo muy conmovida y orgullosa de la vulnerabilidad compartida que presencio en los mismos.
Este mes, estaremos hablando sobre estar en el aquí y ahora:
Si actualizas tu membresía hoy, tendrás oportunidad de participar en nuestra sesión en vivo de este mes así como el acceso inmediato a nuestra biblioteca de sesiones de Acompañar. Hay dos opciones de pago: mensual ($10 al mes) o anuales ($100 al año –tienes un descuento de 17% de elegir esta opción). El pago es por tarjeta de crédito o débito, o de transferencia bancaria para la opción anual si estás en Panamá –escríbeme por acá por si te interesa esa opción.
¿Lista/o para empezar a cultivar el hábito de journalling acompañada/o?
Ginny & Georgia (2023)
La segunda temporada de Ginny & Georgia estrenó recientemente, así que por supuesto que me la devoré esta semana. Esta serie siempre me ha gustado porque habla de muchísimos temas de salud mental y justicia social, pero esta temporada me gustó incluso muchísimo más. Se va mucho más personal, mucho más adentro del mundo interno de los personajes. Y, por supuesto que me fascinó la capa de Ginny yendo a terapia para procesar sus emociones.
Aborda temas sensitivos como racismo, depresión, violencia doméstica y auto-lesiones, por lo que se sugiere discreción si estos son temas sensitivos para ti.
Disponible en Netflix.
La palabra del año
¡Finalmente algo que valida mi ejercicio de ponerle una palabra del año! Este es mi tercer año haciendo esto, y realmente siento que he logrado lo que describe el artículo. Esta palabra me ha servido como un ancla para lo que quiero para mí misma en este año, lo cual es precisamente lo que este artículo de Washington Post propone. Incluso propone algunas formas en las que puedes descifrar la palabra que necesites para tu año.
Para leerlo haz clic abajo:
♥️Amorcito que recibe Adentro♥️
Muchas gracias por tus palabras! Soy de México y espero con mucha emoción tu newlstetter cada viernes!
-DB
Para escribir en tu journal:
- ¿Qué necesitas para empezar a desempacar tus emociones?
- ¿Con quién puedes compartirlo?
- ¿Cómo imaginas que esto se puede sentir para ti?
Y con estos últimos pensamientos me despido por hoy.
¿Qué te pareció este newsletter? ¡Responde a este correo y cuéntame!
Reenvíaselo a alguien con quien te sientas segura o seguro desempacando tus emociones
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Un abrazo,
Mariana♥️
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