La diversidad en lenguajes de amor💞

Este fue el primer GIF que me salió cuando empecé a escribir el newsletter y me pareció tan random + cute a la vez, que me pareció buena idea compartírtelo. Espero que tengas un fin de semana lleno de descanso, recarga, alegría –o lo que sea que pudieses estar necesitando en este momento.

Como siempre, te comparto el acompañamiento musical para esta edición. Y, también te recuerdo que aquí puedes encontrar el playlist oficial de adentro.

¿Te parece si iniciamos con la reflexión de hoy?


¿Has hecho el quiz de los lenguajes del amor? Es un test donde a través de una serie de preguntas identifican cuál de los cinco lenguajes es el que predomina en ti: contacto físico, tiempo de calidad, regalos, actos de servicio o palabras de afirmación. La teoría está basada en un libro de 1992 bajo el mismo nombre –Los cinco lenguajes del amor– escrito por un consejero matrimonial y pastor llamado Gary Chapman.

Recuerdo la primera vez que hice el quiz, me sentí tan vista que rápidamente se volvió una herramienta personal y profesional para incluir en mi repertorio. Me encantaba agregar eso a mi "presentación" de mi misma:

Hola, soy Mariana, y mi lenguaje del amor son las palabras de afirmación.

Muy en el hilo del newsletter de la semana pasada, identificar mi lenguaje del amor me ha permitido ser amiga conmigo misma y mis necesidades emocionales. Fue una puerta de entrada para pensar en cómo me gusta ser querida, y cómo le demuestro afecto a las demás personas.

Ese es mi lenguaje de amor: elogiarme.

Me ha encantado, incluso, el lenguaje que le ha dado a muchas madres y padres sobre cómo relacionarse con sus hijas/os. Creo que es un excelente punto de inicio para explorar cómo nos gusta recibir afecto y, como muchos quizzes online, nos da una oportunidad de sentirnos vistas/os y pensar sobre nuestro mundo interno. Pero, después de algunos años de haber hecho el quiz y de ciertos desaprendizajes y reaprendizajes, creo que me siento más cómoda viéndolo como precisamente eso: un punto de inicio.

Hace poquito me preguntaron cuál era mi lenguaje de amor, y por costumbre contesté 'palabras de afirmación', pero me conecté con una parte mía a la que esto ya no le hacía mucho sentido. Me di permiso de ser una extraña para mí misma, e intentar hacer el quiz nuevamente. Para mi no-tan-sorpresa, ya palabras de afirmación no recibía el puntaje más alto –sino que lo recibía contacto físico y tiempo de calidad.

Las pruebas psicométricas tienen un elemento que se llaman "confiabilidad", que básicamente supone que una prueba es confiable en la medida que los resultados de la prueba se mantienen iguales. Es decir, que en una prueba confiable, los resultados no "deben" cambiar, sin importar la cantidad de veces que se realiza un test. Bajo mi hallazgo con la prueba de lenguajes de amor, eso demostraría que la prueba no es confiable ya que emergieron diferentes resultados en diferentes momentos de mi vida. Pero, como en muchas cosas en la vida, yo elijo verlo de manera distinta: hace sentido que la prueba arroje resultados distintos, porque la versión mía que tomó esta prueba hoy en día es distinta.

¿Eso te hace sentido a ti?

Ajá, Mariana, no entiendo hacia dónde vas con esto.

Paciencia, porfi, te prometo que estoy construyendo el camino para la intención reflexiva de hoy.

Esta diferencia en mis resultados me hizo pensar distintas cosas. Por un lado, creo que evidenció cómo los lenguajes del amor pueden cambiar en el tiempo porque nosotras y nosotros estamos en constante cambio en el tiempo. Lo que me llevó a preguntarme:

Si los lenguajes de amor pueden cambiar en prioridad, ¿también es posible que hayan más de cinco?

¿Es posible que algunos lenguajes de amor no puedan ser "cuantificados" o "medidos"?

¿Eso necesariamente tendría que significar que son menos importantes que los otros que se han vuelto virales?

¿Podría ese punto de inicio que mencioné al inicio del newsletter llevarnos a pensar en cómo podría haber múltiples lenguajes de amor más allá de los que han sido nombrados por Gary Chapman?

Así que, al mejor estilo del autobús mágico: ¡te invito a explorar esto conmigo!

¡Aquí vamos!

Pensar en una diversidad en lenguajes de amor me hace pensar en lo amplio que se puede sentir nuestro universo relacional. Hay múltiples maneras de sentirnos vistas y vistos, y múltiples maneras de hacer sentir vistas y vistos a las personas que son importantes para nosotras y nosotros. Me estoy viendo tentada a nombrar algunas de estas maneras, y a la vez estoy intentando resistir caer en aquello que precisamente estoy intentando desafiar hoy:  limitar nuestras formas de expresar afecto. Pero, para propósitos ilustrativos, me permitiré explorar cómo se pueden ver algunos de estos otros lenguajes de amor.

Creo que he mencionado en distintas ocasiones como suelo recargar energías en soledad. A veces, se siente raro declinar eventos sociales o reuniones, por el temor de herir a alguien o decepecionarle. Y, en ese camino de hacer las paces con mis necesidades emocionales, he ido encontrando personas en mi camino que no solamente respetan esto, sino que lo entienden. Y en ese respeto y entendimiento, me hacen sentirme profundamente amada –porque me hacen sentirme vista.

Y es que creo que en esa última parte recae la conversación sobre la diversidad de lenguajes de amor: hay diferentes maneras de hacer sentir vista/o a alguien. Puede ser en una extensión de empatía, o quizás en anticipar una posible ansiedad en alguien y abrir espacio para ser curiosa/o y tocar base. O, incluso, en una escucha profunda que recibe de otra persona en un momento de transición –sin juicio ni culpa ni vergüenza. O, quizás, hacerle saber a alguien que está en tu mente.

Abrazo mental.

Si bien los cinco lenguajes del amor pueden servir como una forma de empezar a nombrar nuestras necesidades emocionales, no hay razón alguna por la cual ese número restrinja la variedad y diversidad de formas que hay para hacer que alguien se sienta amado ni de la variedad y diversidad de formas que hay para que una/o misma/o se sienta vista/o, querida/o y reconocida/o. A veces, la forma puede ser un poco extraña o incluso torpe, pero quizás al reconocer que hay múltiples formas de amar también podemos abrirnos a explorar ese fondo y esa intención detrás de la forma.

Yo siempre bromeo que hacer tablas de queso es mi lenguaje de amor, pero es por la flexibilidad que me da de incorporar distintos elementos en esa tabla y de introducirle sabores + texturas nuevas a las personas a quien amo. Y me hace sentirme amada ver la gratitud con la que las reciben y la emoción con la cual las esperan. Es un intercambio recíproco, bidireccional y activo de amor –y en ese movimiento, el amor se va multiplicando y haciendo más grande.

Mi intención con la reflexión de hoy es inspirar en ti esa apertura y amplitud al momento de pensar en los lenguajes de amor. Si bien es súper rico tener un lenguaje de amor fijo y concreto, también es hermoso abrirnos a descubrir diferentes formas de amar y de dejarnos amar que quizás ni sabíamos que existían. Mi invitación es a abrirnos a explorar esas formas dentro de nosotras mismas y nosotros mismos, para así abrirnos a explorar esas formas dentro de las personas a quienes amamos. Quizás, al hacer esta exploración abierta, podemos ir desarrollando y construyendo nuestros propios lenguajes de amor dentro de nuestras relaciones –y así, aprendiendo a fomentar más espacios de entendimiento, compasión y ternura.

Mi gentil recorderis para el día de hoy:

Seamos loops infinitos de amor: donde nuestro amor alimenta más amor en nuestras relaciones. @peopleiveloved

Si necesitas un epi para seguir pensando y reflexionando sobre el tema:

E020: ¿Qué significa tener una relación sana?


Repensando el auto-cuidado en el trabajo

La semana pasada mi hermana Maricarmen me llamó para pedirme que hablara con su equipo en la Secretaría de Accesos a Derechos y Equidad de la Organización de Estados Americanos (OEA) sobre el auto-cuidado en el trabajo. Repensar este tema (del cual he hablado anteriormente en Acompañar) continúa siendo algo emocionante y desafiante a la vez. No me siento cómoda brindando charlas que sirvan como una "curita" para un sistema que tiene que cambiar, y a la vez reconozco que hay algunas cositas que podemos hacer para no perdernos dentro de ese sistema.

Fue un grandísimo placer reflexionar con ellas y ellos sobre la importancia de los límites, la vulnerabilidad compartida, y la necesidad de ampliar nuestras identidades más allá de nuestro trabajo y vida profesional. ¡Gracias hermana por la oportunidad!

Estoy en la esquina inferior izquierda de la pantalla allá atrás, por si no me encuentras☺️

¡Nuestro Acompañar de febrero es la próxima semana!

Tengo todo el mes de febrero contándoles lo hermoso que es el espacio de Acompañar... ¡sin decirles de qué es el tema de este mes! Oops.

Nuestro tema de este mes es sobre: Conectando con mi niña/o interior. Es un tema del que he hablado anteriormente en mi podcast (E030, por cierto), y es un tema que me conmueve muchísimo –porque creo que es una relación que tenemos para toda la vida, es decir, esa niña o niño interior está constantemente comunicándose con nosotras/os. ¿Quieres abrirte a intentar escucharle para descifrar qué podría necesitar? Quizás es el próximo espacio de Acompañar pueda ser un buen primer lugar para empezar a hacer esto.

Si quieres saber cómo es el espacio de Acompañar y qué esperar, puedes hacer clic aquí. Y, si estás lista/o para actualizar tu membresía y ser parte de nuestro espacio, puedes hacer clic abajo. ¡Te esperamos!


Shrinking (2023)

Las series sobre terapeutas siempre me llaman la atención (por obvias razones), y con frecuencia terminan evocando algo distinto en mí. Creo que porque algunas veces las veo con mi lente técnico: ¿qué intervención está usando? ¿Por qué eligió usarla? ¿Qué herramientas terapéuticas usa? Y creo que esto a veces pasa porque la representación de terapeutas suele ser unidimensional: solo nos muestran esa parte de su vida. La nueva serie de AppleTV+, Shrinking, es todo menos unidimensional.

La serie sigue la historia de un terapeuta que recién enviudó y como atraviesa los altibajos emocionales (y humanos) del duelo, mientras sigue atendiendo. Evoca en mí mucho cringe verlo trastabillar en los límites de su vida personal y profesional, pero es también conmovedor verlo intentar enmendarlos. El reparto es estelar –tan solo imaginarme tener a Harrison Ford + Jessica Williams como mis colegas de oficina me emociona muchísimo– y brinda una mirada multidimensional a lo enmarañado que puede sentirse ser humano y terapeuta a la vez, especialmente en la mitad de grandes transiciones de vida.

¡Recomendadísima!

♥️Amorcito que recibe Adentro♥️

Gracias por tu newsletter. Siempre toca mi coranzoncito y me hace reflexionar. Hoy soy una completa extraña para mi misma.

-LC

Para escribir en tu journal:

  1. ¿Cómo se ve tu lenguaje de amor?
  2. ¿Cómo se ve el lenguaje de amor de tus seres queridos?
  3. ¿Cómo imaginas practicar para ir reaprendiendo estos lenguajes?

Y con estos últimos pensamientos me despido por hoy.

¿Qué te pareció este newsletter? ¡Responde a este correo y cuéntame!

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Un abrazo,

Mariana♥️