El umbral de tolerancia🌡

El umbral de tolerancia🌡
pov: yo buscando el verano panameño

La transición de temporada veraniega en Panamá ha sido un poco más extendida de lo que me imaginé. Me llama la atención que nos llame la atención esto, como si el verano dilatado fuese un evento impredecible... cuando Greta Thunberg nos lo ha estado prediciendo por años. Como es de esperarse en mí, estoy usando esta transición de temporada como un trampolín para pensarme: en lo interno y en lo externo. ¿Cómo estás haciendo sentido tú de esto? Para reflexionar.

Como siempre, te comparto el acompañamiento musical para esta edición. Y, también te recuerdo que aquí puedes encontrar el playlist oficial de adentro.

¿Te parece si iniciamos con la reflexión de hoy?


Siempre me ha llamado la atención la escala de medición del dolor que usan los doctores y doctoras. ¿Sabes a la que me refiero? Esa métrica en la cual te preguntan:

Del 1 al 10, ¿qué tanto te duele?

Visualmente, se ve algo así:

En mi formación como psicóloga, recuerdo que mis profesoras y profesores hacían referencia a esto con frecuencia. Usualmente, para evidenciar cómo la persona o usuario (en este caso, el paciente) son quienes determinan el nivel de su dolor. Es decir, la definición del dolor le corresponde a quien lo padece. Si para alguien algo se siente como un nivel 4, es porque para esa persona se siente como un nivel 4. Quizás, esa misma situación se sentiría para mí como en un nivel 7, y he ahí la magia de las diferencias individuales: todas y todos tenemos umbrales de dolor distintos.

Con todas estas reflexiones que he compartido por aquí recientemente sobre cómo el mundo interno va a su propio ritmo o las arenas movedizas abrumadoras, por ejemplo, me ha hecho pensar que este umbral de dolor puede aplicarse al entendimiento de nuestro mundo interno. Y, quizás en un intento de extrapolarlo, también puede referirse a otras áreas emocionales más allá del dolor emocional. Me pregunto si quizás esta métrica también nos pudiese estar invitando a reflexionar sobre cómo existen distintos umbrales para las emociones, también: umbral de felicidad, umbral de ansiedad, umbral de tristeza, umbral de enojo. Y, así como cada umbral de dolor se siente distinto para cada persona, estos umbrales también pueden tener diferentes significados: dependiendo del mundo interno de cada persona.

Tiene que haber algún tipo de límite.

Y, dentro de estas reflexiones que he tenido, el umbral de tolerancia es uno que he estado revisitando mucho recientemente. Cuando hablo de tolerancia, me refiero a aquellas situaciones, emociones, relaciones, dinámicas, desaprendizajes, reaprendizajes, y demás, que toleramos. Es decir, los niveles de comodidad e incomodidad que sentimos en diversas situaciones. Y, cómo, nuestro umbral de tolerancia se ve diferente de persona en persona, porque cada quien tiene una capacidad y un manejo distinto para cada una de estas experiencias.

Me preocupa que no estoy haciendo sentido, así que intentaré complementar esto con un ejemplo, con la esperanza que me pueda explicar mejor:

A medida que crezco, me he dado cuenta que a veces tengo que espaciar las salidas sociales que tengo con familia y amigas/os. Cuando antes podía salir dos y hasta tres veces seguidas en un plan social, hoy en día eso se me hace más difícil. Mi batería social no rinde lo mismo que antes (he hablado anteriormente de eso por acá), y a veces me encuentro teniendo que ser muy intencional y estratégica de los planes a los que accedo ir, cuidándome para que mi batería social no quede en 0 –y, por ende, mi energía no se encuentre en 0, tampoco.

Habiendo dicho esto, me he encontrado sintiendo genuina envidia cuando veo que personas a mi alrededor tienen un umbral de tolerancia social más alto que el mío. ¿Por qué yo no puedo? –es una pregunta que suele aparecer en mi mente, y de la que luego reflexiono + amplio + profundizo cuando hago journalling. A veces, caigo en trampas de comparación con los umbrales de tolerancia de otras personas vs. los míos. Porque por más psicóloga y entusiasta del mundo interno que sea, yo también caigo en estas emociones de las cuales es difícil salirme.

Y, sí, a veces una copita de vino me resulta profundamente terapéutica.

Escribiendo esto, estoy pensando en cómo mis valores en la métrica del dolor han cambiado significativamente –dependiendo de la etapa evolutiva en la cual me encuentro. Es decir, aquello a lo que le hubiese dado un valor de "5" cuando estaba pequeña, quizás no sea lo mismo a lo que le doy ese valor hoy en día. A su vez, esa misma situación que merecía un "5" antes, quizás ahora tiene un valor de "3", por ejemplo. ¿Por qué ocurre esto? ¿Por qué nuestras métricas de dolor cambian? ¿Por qué el origen de esos dolores también cambia? Pues, imagino que porque nosotras y nosotros cambiamos.

E imagino que algo muy similar ocurre con nuestros umbrales de tolerancia: lo que antes podíamos tolerar, no necesariamente es lo mismo que toleramos hoy en día. Y, en el sentido contrario, también: aquello que antes imaginábamos como intolerable, hoy en día quizás se nos hace un poco más fácil de manejar. La razón de esto se debe a que estamos en constante cambio y evolución. De esta forma, nuestros umbrales de tolerancia van cambiando a medida que nosotras y nosotros vamos cambiando –y esto, a veces se puede sentir difícil de ajustar + integrar en nuestras vidas.

Muchas veces, nos comparamos –con otras personas e incluso con nuestras versiones pasadas– y, si no cuestionamos esta comparación y nos damos permiso de contextualizarla (verla en 0.5x, quizás) nos podemos enganchar con ella y correr el riesgo de traicionar el umbral de tolerancia de nuestra versión actual. A veces, lo nuevo puede resultar tan incómodo que podemos vernos tentadas y tentados a regresar el modus operandi de antes, para no incomodar –y, lo que podría terminar pasando es que nos terminamos incomodando a nosotras mismas y nosotros mismos.

[El umbral de la tolerancia] es un concepto incómodo

Mi intención con el newsletter de hoy es simplemente traer a la mesa el concepto de "umbral de tolerancia". Mi intención no es que descifres cómo se ve para ti, ni que lo ajustes para tu versión actual, ni que no caigas en trampas de comparación cuando percibes que tus umbrales de tolerancia no son los mismos (ni a los que manejabas antes, ni a los de otras personas). Porque, seamos honestas y honestos, yo no puedo controlar nada de eso. Si tu quisieras llevar este tema a tu práctica de journalling, a tu psicoterapia o incluso a una conversación con seres queridos –¡creo que eso sería fantástico! Pero me conformo con abrir una pestaña (así, como en Google Chrome) en tu mente para pensar sobre esto.

He estado pensando mucho en el 2020 recientemente, y creo que eso también puede conectarse con la reflexión de hoy. A la gran mayoría de nosotras y nosotros, la pandemia nos ha cambiado –por ende, también ha cambiado nuestros umbrales de tolerancia. Hoy, me encantaría invitarte a que te des permiso a aceptar ese cambio a tu vida. Es parte de la naturaleza humana cambiar de forma, ¿por qué sería algo diferente cuando hablamos sobre umbrales de tolerancia? Quizás, al explorar con frecuencia nuestro mundo interno podemos ir revisando + ajustando ese umbral. Quizás, al mirar hacia dentro (como la canción que elegí para el acompañamiento de hoy), podemos ir haciendo las paces con que ese umbral va cambiando de forma. Y, quizás con un poco de gracia y compasión, podemos ir extendiéndonos ese permiso de ir transformándonos. Para así, compartirnos en nuestra versión más honesta con los demás, y así ir creando vínculos más sanos.

Mi gentil recorderis para el día de hoy:

"Somos caleidoscopios, multidimensionales, sosteniendo muchas partes a la vez, con capas profundas y multifacéticas. Tratar de simplificar lo que es complejo pasa por alto la belleza sostenida en nuestra complejidad." - @_lisaolivera

Si necesitas un epi para seguir pensando y reflexionando sobre el tema:

E038: ¿Es normal sentir culpa después de establecer límites?


¡Mañana tenemos sesión de Acompañar!

Te voy a hacer unas preguntas, ¿ok?

  1. ¿Estás interesada/o en empezar a practicar el hábito de journalling?
  2. ¿No sabes cómo empezar y/o te abruma la frecuencia/longitud con la cual sientes que "debes" asumir este hábito?
  3. ¿Te gustaría ser parte de una comunidad de personas que utilizan esta herramienta para hacer sentido de su mundo interno?

Si contestaste que a una (1) o más de las preguntas anteriores, quizás el encuentro de mañana de nuestro espacio de Acompañar pueda ser un buen primer paso para ti:

Las duración de 2 horas de nuestra sesión incluye el siguiente formato:

  1. Sesiones intercaladas de teoría y journalling –ambas facilitadas y guiadas por mí– donde reflexionaremos sobre el tema del mes, que en este caso es: Estando en el aquí y ahora.
  2. Espacio comunitario al final de la sesión, donde compartiremos cómo fue la experiencia del tema o de mirar hacia adentro. Es importante aclarar que este espacio no queda grabado y la intención del mismo no es compartir lo que anotaste en tu journalling, sino compartir cómo fue la experiencia. Esto se hace para proteger la vulnerabilidad y confidencialidad de las y los participantes.

Todas las sesiones de teoría y journalling son grabadas y almacenadas en nuestra biblioteca digital. Así que, si actualizas tu membresía hoy, tendrás oportunidad de participar en nuestra sesión en vivo de este mes así como el acceso inmediato a nuestra biblioteca de sesiones de Acompañar. Hay dos opciones de pago: mensual ($10 al mes) o anuales ($100 al año –tienes un descuento de 17% de elegir esta opción). El pago es por tarjeta de crédito o débito, o de transferencia bancaria para la opción anual si estás en Panamá –escríbeme por acá por si te interesa esa opción.

¿Te convencí? Si sí, ¡genial! Actualiza tu membresía abajo para que pueda enviarte los detalles de nuestra sesión de mañana. Y, si no, ¡igual genial! Agradezco que me hayas leído hasta acá.


Tocar base en 8 minutos

Hace poquito me topé con este artículo de The New York Times sobre el poder de una llamada de 8 minutos y me pareció curioso. La premisa es contactar a una amiga o un amigo para tener una llamada de 8 minutos. El propósito puede ser tocar base, hablar de un tema puntual, actualizarse sobre sus vidas –o, imagino, lo que tú elijas. No he hecho la prueba con llamada, pero sí tengo experiencia enviando notas de voz de tocar base con amigas y amigos, y la verdad es que hace una gran diferencia. Me encantó las razones que enlistan en el artículo sobre por qué esta estrategia funciona.

Puedes leer el artículo completo haciendo clic abajo.

♥️Amorcito que recibe Adentro♥️

Estoy tan emocionada al leer tu newsletter de hoy que me encontré varias veces en el. Sentí muchas de tus anécdotas como propias.

-MC

Para escribir en tu journal:

  1. ¿Cómo se ven tus umbrales de tolerancia en este momento?
  2. ¿Notas que han cambiado entre tus distintas versiones?
  3. ¿Cómo imaginas que se ve el proceso de honrar tus umbrales de tolerancia?

Y con estos últimos pensamientos me despido por hoy.

Estoy volviendo a ver Laguna Beach en Netflix, así que aquí mi referencia.

¿Qué te pareció este newsletter? ¡Responde a este correo y cuéntame!

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Un abrazo,

Mariana♥️

Mariana Plata Rovetto

Mariana Plata Rovetto

Psicoterapeuta y educadora. Con la profunda misión e intención de facilitar el hacer sentido de nuestro mundo interno.
Panama