El impuesto mental💲
adentro es un newsletter semanal gratuito donde comparto reflexiones, curiosidades, sensaciones y emociones que han estado rondando en mi mente –con la esperanza de evocar una chispa reflexiva en ti, también. Si leíste algo que te movió, te invito a compartirlo a través de tus redes sociales. Gracias por estar aquí, significa mucho para mí♥️
Al acercarnos al fin de año, he pensando mucho sobre las reflexiones que me llevo sobre lo que este año ha movido en mí. No solamente los momentos grandes de este año, sino también la cotidianeidad –el día a día. Muy similar a lo que dice Annie Dillard: "cómo pasamos nuestros días es, por supuesto, cómo pasamos nuestra vida." Aún estoy procesando, reflexionando y metabolizando estas reflexiones –y muy pronto estaré anunciando un espacio para que puedas reflexionar sobre tu año conmigo (mira más sobre esto en el apartado de "Novedades"). Mientras tanto, sigo haciendo sentido de lo que está en mi mente en este rinconcito digital.
En el news de hoy, escribo sobre el impuesto mental:
- 💲Los pensamientos que ocupan espacio mental y se vuelven agotadores
- 🔜Te comparto la fecha de mi último espacio reflexivo del año, ¡no olvides anotarla!
- 📰Te cuento mis recomendaciones –la serie en la que me perdí, y la novela que le hace un zoom a las relaciones humanas.
Como siempre, te comparto el acompañamiento musical para esta edición. Y, también te recuerdo que aquí puedes encontrar el playlist oficial de adentro.
Recientemente, vi una serie llamada My Brilliant Friend en HBO Max –en la sección de Recomendaciones te cuento más por qué me gustó tanto y por qué la recomiendo. Pero, más allá del contenido y los personajes que son parte de esta serie, algo que observé con particular gusto fue cómo se sintió para mí el proceso de ver la serie; al ser una serie italiana, me propuse verla en su idioma original y con subtítulos, lo que me obligó a prestarle atención plena a cada capítulo –una experiencia sorprendentemente lujosa.
He escrito anteriormente, y con mucha más frecuencia este año, mi interés por darle más calma a mi cuerpo y menos dopamina a mi mente. Querer hacer una cosa a la vez. El lujo de darle mi atención plena a una sola tarea. Ver estos episodios largos, de diálogo pesado y sutilezas relacionales que se pierden si te desconectas momentáneamente de la serie, me permitió experimentar cómo se siente darle mi completa atención a un solo estímulo. Me encuentro gravitando hacia más experiencias así; un deseo que resulta cada vez más desafiante de afrontar en esta época de tantos estímulos compitiendo por nuestra atención.
Cuando estaba pensando en el tema de la edición de hoy, la palabra en inglés "taxing" se me vino a la mente, que significa "mental o físicamente demandante". Pensé en que, a veces, el bombardeo de estímulos externos (consumo mediático inconsciente, por ejemplo) o internos (pensamientos excesivos que se pueden volver catastróficos, por ejemplo) puede sentirse "taxing" para la mente. Intentando traducir esta palabra a la precisión, noté que tiene la palabra "tax", que significa impuesto. ¿No son acaso los múltiples pensamientos y estímulos que pelean por nuestra atención un tipo de impuesto para nuestra mente? Se van acumulando y almacenando, ocupando un precio que tenemos que pagar –siendo ese precio, principalmente, nuestra capacidad para mantener nuestra atención plena en el aquí y ahora.
A veces, "el impuesto mental" puede venir de los estímulos externos. Por ejemplo, cuando elegimos hacer varias cosas a la vez. Cuando estoy viendo Instagram mientras veo una serie, o cuando tengo el celular en la mesa durante una comida. O, cuando estoy leyendo un libro mientras tengo la tele encendida. Cuando me entrego al jalón de distracción que nos ofrece el vasto mundo digital. O, por ejemplo, cuando procrastinamos una tarea que tenemos que accionar. Una tarea que va ocupando espacio mental y se va haciendo cada vez más pasada. En cada una de estos ejemplos, pagamos un precio alto: la dificultad de alcanzar una mente y un cuerpo en calma.
Pero, otras veces, el "impuesto mental" puede venir de estímulos internos. La tendencia de nuestra mente a perderse en un futuro hipotético (y a veces, catastrófico). Cuando adornamos esos escenarios hipotéticos catastróficos con detalles vívidos –tanto así que se sienten reales– estamos ocupando espacio en nuestra mente. Estamos apagando fuegos hipotéticos que nos roban presencia real del aquí y el ahora. Nuestro cuerpo le cree a esos escenarios, y se protege como lo haría con cualquier amenaza que enfrenta.
Fue lindo perderme completamente en una serie de manera tan mindful porque le obligó a mi mente a enfocarse en una sola cosa a la vez. Pienso en cómo estirar esta sensación y cómo extenderla en mi día a día, porque cada momento que experimento en mi cotidianeidad puede ser tratado con ese nivel de reverencia. Con ese nivel de atención plena. El impuesto mental que pago se vuelve menor porque le estoy dando a mi mente (y a mi cuerpo) menos estímulos –tanto internos y externos– para poder afrontar. Y, cuando hago esto, me estoy acercando de manera amorosa a mi misma, invitándome a estar completamente en este momento.
Comparto esta reflexión que tengo sobre los impuestos mentales porque me gustaría extenderte la invitación a notar aquellos hábitos –externos o internos– que se sienten agotadores para tu mente. Cada vez que cedemos a estos impulsos, a estos jalones del aquí y al ahora, estamos cansando a nuestra mente. Y, consecuentemente, mientras más cansada está nuestra mente, menos capacidad tiene para notar y ofrecerse el espacio para recuperarse. Creo que mi intención con esta edición es que podamos minimizar el precio que pagamos cada vez que perdemos presencia y perspectiva. Y, quizás, recuperar nuestra capacidad de poder estar en los momentos que realmente requieren nuestra atención: el presente.
Gracias, como siempre, por leerme y por prestarme por unos minutos tu atención –hoy, más que nunca, lo recibo como un valioso regalo.
Mi gentil recorderis para el día de hoy:
Save the date...
Muy pronto estaré contándote todos los detalles del espacio que he estado diseñando para que reflexionemos juntas y juntos sobre nuestro año.
De momento, te dejo esto por acá:
Te comparto las recomendaciones de contenido que he estado disfrutado recientemente.
Serie
My Brilliant Friend (2024)
Esta serie –basada en la novela de Elena Ferrante, que fue nombrado recientemente como el mejor libro del Siglo XXI por el New York Times– me cautivó completamente. La empecé a ver como sugerencia de varios newsletters a los que estoy suscrita, y mientras más me pierdo en el mundo creado por Elena Ferrante, más entiendo por qué recibió este reconocimiento tan valioso.
La historia es como un estudio longitudinal; sigue de cerca la vida de Elena y Lila, dos amigas nacidas en un pequeño pueblo de Napolés en la década de los 40. A partir de ahí, las vemos crecer y navegar diversas experiencias de vida a lo largo de las décadas. No me he leído los libros aún, pero la serie tiene elementos de forma y fondo que han evocado en mí una admiración profunda. La fotografía, vestuarios y dirección es preciosa; y es del tipo de historias que me fascinan, "character-driven", pero contada desde el contexto cultural e idiosincrático de Napolés. Entreteje de manera magistral en sus complejas protagonistas elementos como la amistad, clase, género, dinámicas de poder, violencia, arte, filosofía y cultura.
Tiene cuatro temporadas y cada episodio dura alrededor de una hora, así que está perfecta para estirar –aunque si eres como yo, probablemente te la devorarás en un par de semanas. Recomendadísima, disponible en HBO Max.
La serie tiene escenas fuertes de diversas expresiones de violencia (sexual, física, verbal, y muerte por suicidio, por nombrar algunas). Si alguno de estos temas resultan sensibles para ti, recomiendo tener esto en mente y cuidarte si eliges verla.
Libro
Intermezzo (Sally Rooney)
La escritora y publicista Claire Maxwell describió de manera excepcional la pluma de Sally Rooney:
Lo que Rooney hace, cuando lees sus oraciones de manera lenta y cuidadosa –en vez de un sorbo apresurado como instintivamente yo lo quiero hacer–es que se enfoca en el detalle. Pareciera que amara describir en detalle. No de la manera en la que una novelista del siglo IX y siglo XX haría con el paisaje, pero en el detalle pequeño.
(...)
Me encuentro cosechando las recompensas de la habilidad de Rooney en hacerte ir más lento y disfrutar su trabajo en un nivel de oración.
Los personajes que crea Sally Rooney son mis favoritos: invitándote a cambiar de opinión entre cada capítulo porque mientras más los conoces, más complejos se vuelven. Este libro fue una lectura maravillosamente lenta. Lo complementé con esta entrevista que hizo la autora.
Si haces clic abajo, podrás comprar el libro desde la plataforma Bookshop, que le da un porcentaje de sus ventas a librerías independientes. Como afiliada a su programa, recibiré una pequeña comisión si eliges comprarlo con ese link.
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♥️Amorcito que recibe Adentro♥️
Gracias por tus newsletters, porque siempre me ayudan a reflexionar cositas importantes!
-AS, en respuesta a una de mis más recientes entradas "La trampa del bienestar como un lugar fijo"
Para escribir en tu journal
- ¿Cómo se ven los impuestos de la mente para ti en este momento?
- ¿Qué precio estás pagando por ellos?
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Un abrazo,
Mariana♥️
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