Cuando el castillo de la identidad se desinfla🏰
¡Feliz inicio de octubre! Estoy iniciando este mes con eventos y proyectos que me emocionan mucho (te dejé un vistazo en mi último post en IG👀) –de los que poco a poco te iré contando– y con esta consciencia, intentando regalarme mucha presencia para estar en el aquí y ahora, con cada cosita nueva que va apareciendo y con las emociones que va trayendo. Siento que, muchas veces, nos perdemos de estos momentos de transición porque estamos correteando el resultado; pero, mientras más me invito a vivírmelos (como son, independiente de lo que traerán), más me asombro con la magia que habita en ellos.
Temo sonar como un disco rayado, pero mi invitación es a que te regales algo similar en estos meses de tanto movimiento –quizás para que nos acompañemos mutuamente en estos re-descubrimientos.
El news de hoy es una reflexión sobre una metáfora que he ido desarrollando últimamente:
- 🏰Reflexiono sobre los "castillos inflables de la identidad" que habitan en nosotras y nosotros
- 📓Te cuento sobre el acompañar del mes de octubre
- 📰Te muestro la peli y epi del podcast recomendados esta semana
Como siempre, te comparto el acompañamiento musical para esta edición –es una canción que estoy escuchando una y otra vez recientemente, incluso en la cautivante presentación que hicieron en The Late Show.
Y, también te recuerdo que aquí puedes encontrar el playlist oficial de adentro.
"¿Eso es un Toad gigante?," preguntó hace algunas semanas mi cuñada, Carola, mientras apuntaba con una mirada confusa al patio de mi vecino. Contagiados por esa nube de curiosidad con la que venía cargada su pregunta, recogimos nuestros cafés de la mesa y nos acercamos todos hacia la ventana –cuales inquilinos caricaturescos de una vecindad, dignos de aparecer en una comedia clásica, de esas que siempre estaban presentes en nuestros hogares durante la infancia.
Efectivamente, había un Toad gigante en el patio alado de mi casa. Y, no estaba solo; junto a él estaban Mario, Luigi y Peach, todos en la cima de un castillo inflable que era imposible que pasara desapercibido. El contexto de niñas y niños corriendo, globos y banderitas festivas, nos llevaron a deducir que alguno de mis vecinitos estaba festejando su cumpleaños. Y, al parecer, un castillo inflable de Mario Bros. era la sensación de la fiesta.
El resto de la tarde, interrumpíamos nuestra conversa cada cierto tiempo para vidajenear al Toad gigante que nos tomó por sorpresa. La novedad inesperada nos activó a todos una curiosidad interna que antes no había salido. Al día siguiente, me desperté y volví a asomarme por la ventana, empezando a incorporar a este nuevo invitado comunitario en mi campo visual. Seguí mi día como siempre, ocupándome de las tareas que hace algunos días había anotado en mi agenda. Y, al finalizar el día, me volví a acercar a la ventana para darle la visita al Toad gigante –solo para encontrarme con un vacío.
Imagino que siguiendo los términos y condiciones en el alquiler de dicho mueble inflable transitorio, el castillo inflable de Mario Bros. que había estado en mi patio (y en mi mente) ya no estaba ahí. Noté que las banderitas festivas se habían bajado, y los globos ya se estaban empezando a desinflar, también. Un aire de nostalgia me invadió; ya me había acostumbrado al ángulo exacto en el que debía colocarme en mi ventana para ver un pedacito de la Peach gigante. Pero, así no más, ya no estaba esa novedad ocupando espacio.
Que curioso lo que nos pasa cuando nos acostumbramos a que algo ocupe espacio y que, de pronto, se vaya desinflando; poco a poco desocupando ese espacio y convirtiéndose en vacío. Reflexionar en esto, indudablemente me hizo pensar en cómo podría embonar una experiencia así en nuestro mundo interno.
Creo que, a lo largo de nuestra vida, vamos enfrentándonos a diferentes experiencias que van moldeando nuestra identidad. En una vida, solemos jugar con un sinfín de identidades: hermanas, hijos, estudiantes, parejas, profesionales, principiantes, expertos, lectores, escritoras, madres, padres, abuelos, tías, líderes, amigas, colegas, compañeros, entre tantísimas otras.
El tiempo y espacio que ocupan estas identidades en nuestras vidas, imagino que van variando. Por ejemplo, cuando dejamos de estudiar "formalmente", quizás esa identidad de estudiante se va encogiendo progresivamente. Por el mismo camino, cuando nos enfrentamos con algo nuevo, quizás nuestra identidad de principiante se vuelve repentinamente grande. Y, así como el castillo inflable que estaba en el patio de mi casa, imagino que estas identidades ocupan y desocupan espacio de una manera similar en nuestro mundo interno.
Esa nostalgia que sentí, que describí al inicio de esta edición, cuando me enfrenté con el vacío del Toad gigante al que ya me había acostumbrado a ver, es la nostalgia que imagino muchas veces sentimos cuando nos confrontamos con el vacío que van dejando las identidades que se van "desinflando". Ya sea por el ciclo natural de la vida, por decisiones tomadas por nosotras y nosotros, o cambios repentinos –la experiencia de un castillo inflable suele dejarnos con un espacio que ya estaba siendo ocupado.
Cada vez que elegimos explorar y recuperar partes de nosotras y nosotros que han quedado rezagadas –quizás reincoporar a nuestra vida una identidad nueva o alguna que tenemos tiempo sin dedicarle tiempo, atención, cariño y energía– nos abrimos a navegar un proceso de encontrar espacio para que esa identidad emerja. Casi que de manera muy intuitiva, reincoporar una parte de nosotras y nosotros nos pide que vayamos soltando otra parte.
Y, es que el patio interno es limitado, y no hay tanto espacio para muchos "castillos de la identidad" inflados a la vez.
Más allá de esto, me conecto mucho con los procesos y las emociones que emergen a partir de esta redistribución de espacio. La emoción, anticipación e impaciencia que ocurre al ver que una parte de nuestra identidad crece y "se infla"; el goce y disfrute que es parte de permitirnos jugar con ese castillo inflado, y de empezar a incorporar esa parte nueva de nuestra identidad; la nostalgia que es parte de presenciar que otra parte de nuestra identidad se tiene que achicar y "desinflar" para abrir espacio para que otra cosa crezca; y la incomodidad que puede ser parte de enfrentarnos con el vacío de un espacio que en algún momento ocupó una parte importante de nuestra identidad y de nuestras vidas –y, que quizás ya no es así.
Mientras más lo pienso, más me doy cuenta que ese "inflar" y "desinflar" quizás son procesos naturales y cíclicos de nuestras experiencias de vida. Soltar e incorporar versiones de nosotras y nosotros, y aceptar que el espacio que ocupan esas identidades pueden ir cambiando e intercambiándose en el tiempo –aunque frustrante y quizás incómodo, que típicamente son las emociones que suelen evocar las experiencias humanas con naturaleza cambiante– podría ser la manera de abrirnos a vivir esta vida de manera más existencial.
Creo que por ahí va la intención de mi newsletter de hoy: invitarnos a pensar en cómo nos vivimos los procesos que son parte de esa negociación constante entre nuestras identidades. Quizás, para prestar atención al movimiento esperado de inflado y desinflado que van teniendo estos "castillos inflables de nuestra identidad." Quizás, para abrirnos a vivir estos procesos desde la compasión, gracia y ternura que nos piden este reacomode de partes "viejas" y "nuevas" de nosotras y nosotros. Y para, quizás así, reconocer y abrazar las diferentes identidades que, con valentía y vulnerabilidad, se están atreviendo a desocupar y ocupar espacio en nuestro mundo interno.
Mi gentil recorderis para el día de hoy:
Nuestros monstruitos internos aparecen en los momentos menos oportunos...
...lo cual es una oportunidad perfecta para llamar a: los Ghostbusters internos.
En una edición especial temática de Halloween, nuestra próxima sesión en vivo de acompañar será precisamente sobre esto. Hace algunos años, publiqué un post done hablé sobre algunos de esos monstruitos –algunos aparecerán en esta edición, junto a otros más que pueden tener la misma presencia.
A través de mi guía, una sesión de journaling dirigida y un espacio reflexivo comunitario, quiero acompañarte a pensar en cómo aparecen estos monstruitos en tu mundo interno y que quizás co-creemos pócimas y hechizos juntas y juntos para enfrentarnos a ellas y ellos, ¿qué dices?
Si quieres conocer más sobre acompañar, haz clic acá. Y si estás lista/o para descubrir eso conmigo, haz clic abajo. ¡Te espero!
Te comparto las recomendaciones de contenido que he estado disfrutado recientemente.
Pelis
Snoopy Presents: One-Of-A-Kind-Marcie (2023)
Peanuts tiene una manera inigualable de hacer pelis que se sientan como una manta suavita –y esta no es la excepción. Normalmente, conocemos a Marcie como la secuaz de Peppermint Patty. Sus personalidades son contrastantes: Marcie es callada, Peppermint Patty es ruidosa; Marcie es observadora y analítica, Peppermint Patty es impulsiva y extrovertida; Marcie está más cómoda en un rol "tras bastidores", y Peppermint Patty impone con su presencia.
Esta peli es una reivindicación para las Marcies del mundo: las que, en un mundo que celebra y visibiliza a quienes tienen "main character energy" (energía de protagonista), están felices y tranquilas en su rol de actriz de reparto. Es una peli corta, pero wholesome y suavita –perfecta para una noche en casa.
Disponible en AppleTV+.
Podcast
Oprah Shares "The Letter From Glennon That Freed Me" (We Could Do Hard Things por Glennon Doyle)
Oprah y Glennon Doyle. Podría dejarlo ahí, porque creo que no se necesitan más palabras para convencerte que este epi es oro puro. Pero, por si acaso necesitas más info: Oprah comparte sus experiencias de fracaso y crítica, así como la aliviante carta que recibió por parte de Glennon cuando falleció su mamá.
Puedes escucharlo haciendo clic abajo.
¿Qué has estado leyendo, escuchando o viendo recientemente que te ha encantado?
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♥️Amorcito que recibe Adentro♥️
Hola Mariana! ¡Eres una bocanada de aire fresco para el alma!
-Ani
Para escribir en tu journal:
- ¿Qué espacio está ocupando el castillo inflable de la identidad en tu vida?
- ¿Cómo te notas transitando los procesos entre inflar y desinflar que habitan tus diferentes identidades?
- ¿Qué emociones reconoces que te hacen sentir estos procesos?
Y con estos últimos pensamientos me despido por hoy.
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Reenvíaselo a alguien que amaría ver a un Toad gigante en su patio.
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Un abrazo,
Mariana♥️