Compartiendo significado🪁
Siento que estoy en mi hobbit era. Estoy volviendo a ver la trilogía del Señor de los Anillos (la versión extendida que está en HBO Max y que dura alrededor de 12 horas), y he sentido una profunda conexión con la vida de los hobbits: sencilla, pequeña (literal y metafóricamente), pausada, conectada con el goce y con la comunidad. Y, así, The Shire se está volviendo en mi lugar idílico para visitar y vivir. En este momento de mi vida, creo que estoy resonando mucho con eso –este tuit lo resume a la perfección:
Esto quizás no tiene nada que ver con el news de hoy, pero me pareció un datito curioso para contarte en qué ha estado mi mente ultimamente. ¿Qué cosas han ocupado tu mente? Te invito a que te tomes un momentito para pensarlas y anotarlas –quizás hasta coincidamos que estamos en nuestro hobbit era juntas o juntos.
Como siempre, te comparto el acompañamiento musical para esta edición. Y, también te recuerdo que aquí puedes encontrar el playlist oficial de adentro.
¿Te parece si iniciamos con la reflexión de hoy?
Siguiendo el hilo de las trilogías (al parecer si había un hilo conductor entre mi mensaje de bienvenida y el espacio de reflexión de hoy), recientemente me volví a ver Before Sunrise, la primera peli de la trilogía de Before. Las mismas exploran la historia de Céline y Jesse, dos extraños que se conocen en un tren y deciden bajarse juntos en Vienna para seguir conversando y conociéndose. La historia se desenvuelve en dos pelis más, así que me detendré aquí para no dar spoilers.
Esta trilogía es, a mi parecer, una de las representaciones relacionales más acertadas del cine. La calidad de las conversaciones entre Céline y Jesse te envuelve, te invita a pensar y te transporta a esta burbujita mágica que está ocurriendo entre ellos. Es mi segunda vez viendo la peli, y cada vez que la veo me resuenan cosas distintas. Creo que eso es lo mágico de revisitar series y películas, aterrizan en lugares diferentes porque los ojos que las ven también son diferentes. Es lindo dejarse mover por eso y entrar con esa apertura al descubrimiento –de encontrar algo fresco y novedoso en algo que ya has visto antes.
Una de las cosas que me llegó esta vuelta es una frase que le dice Céline a Jesse:
Es una frase a la que he estado regresando una y otra vez desde que volví a verla. Y pensé en lo poderoso que es cuando dos mundos internos –con sus propias costumbres, sus propios patrones, sus propios lenguajes, su propia historia– convergen y encuentran algo en común. Mientras más lo pienso, más me vuela la cabeza pensar en que podría haber un significado en común entre ambos mundos internos, y en lo hermoso que es abrirse (y abrirse al otro) para co-descubrir y co-crear ese significado juntas y juntos.
Esta frase que le compartió Céline a Jesse me hace pensar en dos palabras y acontecimientos emocionales que me encantan: la empatía y la serendipia. La empatía es la capacidad de imaginarnos la experiencia emocional de otra persona e intentar conectarnos con ella, darle espacio y quizás extenderle compasión a la persona por lo que está sintiendo. La serendipia es "un hallazgo valioso que se produce de manera casual o accidental". Y quizás estoy trayendo estas dos definiciones al newsletter, porque creo que ambas tienen en común la magia.
Querer entender a alguien, compartir algo con alguien –descubrir y co-crear significado con esa persona– tiene que ser algo mágico. Una serendipia empáticamente mágica. Vivimos tan en piloto automático, tan inmiscuidos en la urgencia y el apuro, tan cegados por lo material –como el efecto del anillo del poder en LOTR (dime que estás viendo la trilogía sin decirme que estás viendo la trilogía)– que los espacios de compartir significado con alguien se vuelven cada vez más reducidos. Y, así, se limitan cada vez más las posibilidades de asombro ante la conexión, y la oportunidad de sentirnos verdaderamente vistas y vistos por alguien.
Entender y compartir significado se ha vuelto mi misión. No solo en mi trabajo –facilitando espacios para incentivar y acompañar a otras personas a hacer sentido de su mundo interno– sino también en mi vida personal. Estoy intentando ser cada vez más consciente de las veces que mi mundo interno está coincidiendo con el de alguien más, y dándome permiso para sentir asombro ante cuán mágica es esa oportunidad y espacio en mi vida. Algo así me pasó esta semana, de una manera demasiado evidente como para no celebrarla y conmoverme con ella.
Tuve el placer, dicha y fortuna de compartir con una de mis autoras favoritas –que ha aparecido en múltiples ocasiones por acá, ya sea en los gentiles recorderis o en los artículos recomendados– la brillante Mari Andrew. Gracias a la magia del Internet, Mari y yo hemos estado en contacto desde hace algún tiempo, compartiendo significado juntas digitalmente a través de nuestros newsletters. Así que, cuando me comentó que estaría de visita en Panamá, no dudé en agendar las fechas para buscar un espacio donde pudiésemos coincidir.
El encuentro fue más especial de lo que puedo poner en palabras en este momento. Entre lágrimas de conmoción y gratitud, le expresé lo importante y significativo que fue ese encuentro para mí. Ella, sin saberlo, le ha dado palabras a tantas de mis experiencias emocionales, transiciones personales y transformaciones internas a lo largo de los años. Su libro, My Inner Sky, me acompañó en mi pausa de este newsletter hace dos años, invitándome a pensar en lo que necesitaba en ese momento. Su generosidad, sin ella saberlo, me extendió la gracia y compasión que necesitaba en ese momento para mirar hacia adentro.
Entre un café y un desayuno delicioso en Salva –uno de mis nuevos restaurantes favoritos– hablamos de nuestras vidas, del lugar donde estamos ahora mismo, de donde hemos estado, entre miles de otras cositas mágicas que por siempre atesoraré. Nos referenciamos mutuamente, con frecuencia diciendo cosas como "así como escribiste en ese newsletter" o "una de mis cosas favoritas que has escrito" o "es como eso que escribiste". ¡Que surreal fue todo! Que mágico fue todo. Esa magia que decía Céline: "entender a alguien, compartir algo".
Y porque la serendipia no deja de ser parte de mi vida, al mostrarle fotos a Mari de los lugares donde leía su libro en Edimburgo, me percaté de la fecha: 12 de abril. La misma fecha en la que leía su libro –en el 2021, hace 2 años y a miles de kilometros de aquí– era la fecha en la que en el 2023, me estaba sentando con ella a tomarme un café. Sin planearlo y sin saberlo. Si eso no es serendipia, no sé qué es.
Sigo procesando, sintiendo, agradeciendo y repasando el encuentro con Mari esta semana. De momento, me permitiré reconocer que siento asombro. Y, cuando necesito algo de ayudita para hacer sentido de mis emocioens, me voy a mi confiable diccionario de las emociones, Atlas of the Heart de la incomparable Brené Brown. En este caso, para buscar el significado de asombro, y esto es lo que me salió:
"el asombro inspira el deseo de dejar que algo brille"
"cuando sentimos asombro, tendemos a simplemente tomar un paso atrás y observar"
"proveer un escenario para que el fenómeno brille"
Y creo que eso es lo que quiero hacer y con el pensamiento con el que te quiero dejar hoy: presenciar la maravilla de la serendipia empáticamente mágica de encontrarte con alguien, intentar entenderle y compartir significado con esa persona. Te deseo la suerte de tener esos encuentros en tu vida, la presencia para poder identificarlos y la perspectiva para poder agradecerlos y honrarlos. Gracias por leerme y por compartir significado conmigo.
Mi gentil recorderis para el día de hoy:
Si necesitas un epi para seguir pensando y reflexionando sobre el tema:
E064: ¿Por qué es importante practicar la gratitud?
¿Reflexionamos juntas y juntos sobre la empatía?
Si este newsletter sobre la magia de entender a alguien y compartir algo con esa persona resonó contigo en el deseo de practicar y cultivar tu músculo empático, creo que nuestra próxima sesión de Acompañar podría ser un excelente punto de inicio para ti:
Te recuerdo que al actualizar tu membresía, tienes acceso al Acompañar de este mes, así como a la biblioteca digital de las sesiones previas que hemos tenido. El costo es de $10 al mes (pago con tarjeta de débito o crédito) o $100 al año (la opción anual tiene posibilidad de pagarse con tarjeta o a través de transferencia bancaria, escríbeme aquí si te interesa). Si quieres saber cómo es el espacio de Acompañar y qué esperar, puedes hacer clic aquí. Y, si estás lista/o para actualizar tu membresía y ser parte de nuestro espacio, puedes hacer clic abajo. ¡Te esperamos!
Conversa abierta sobre salud mental
Esta semana se publicó un episodio muy especial que grabé con mi amigo, Elias Manopla, en su podcast Ecommerce Simplificado. ¿Mariana hablando en un podcast de ecommerce? Bueno, sí. Pero, no hablo sobre funnel de ventas o negocios digitales –ese espacio se lo dejo a Eli. Más bien, es una conversa entre amigos reflexionando sobre: la salud mental de emprendedores y emprendedoras, cómo resistir la cultura de urgencia en la que vivimos, cómo ampliar nuestras métricas de valor interno, cómo desafiar trampas de comparación, entre otras.
Me fascinó grabar este epi, y me encantaría invitarte a que lo escuches. Disponible en YouTube o Spotify.
♥️Amorcito que recibe Adentro♥️
Este artículo esta excelente. Me gusta tu estilo de plasmar tus ideas en la forma escrita.
-RM
Para escribir en tu journal:
- Escribe sobre un encuentro mágico de compartir significado que has tenido...
- ¿Qué lo hizo mágico?
- ¿Cómo se siente para ti tener este tipo de experiencias?
Y con estos últimos pensamientos me despido por hoy.
¿Qué te pareció este newsletter? ¡Responde a este correo y cuéntame!
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Un abrazo,
Mariana♥️
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