Bosques que brotan en la adultez🌳

¡Mañana es nuestro workshop!
Solo quería incluir una breve notita agradeciendo a todas las personas que han reservado su cupo para nuestro workshop, emprende desde adentro.
Dani y yo estamos tan emocionados de pasar una mañana con cada uno de ustedes, y de abrir el espacio para reflexionar y encontrarnos en la humanidad compartida de esta experiencia de ser emprendedoras y emprendedores. En el transcurso del día les estará llegando un correo con todos los detalles para nuestro encuentro. ¡Que ganas de verles!
Si aún estás interesada/o en acompañarnos, nos quedan solo dos (2) cupos disponibles. Puedes reservar el tuyo haciendo clic abajo:

¿Cómo ha estado tu semana? ¿Cómo estás tú? Pero, de verdad. ¿Ansiosa? ¿Preocupado? ¿Tranquila? ¿Agradecido? ¿Triste? ¿Molesta? ¿Angustiado? ¿Irritable? ¿Confundida? ¿Abrumado? Si puedes, regálate este momento para nombrar lo que estás sintiendo en el aquí y ahora. Y, si tienes el tiempo y el espacio, ofrécete un par de minutos más para escribir sobre este descubrimiento o para hablarlas con un ser querido. Ponerle nombre a lo que sentimos no soluciona nuestros problemas, pero ayuda a darle claridad a nuestro mundo interno y eso ayuda a regalarnos un sistema nervioso central un poco más regulado. Practícalo cuantas veces lo necesites y observa qué cambio produce en tu cuerpo.
En el news de hoy...
- 🌳Estoy reflexionando en DesAprendiendo sobre... la esperanza detrás de nuestra capacidad de reforestación interna.
- 📣Estoy compartiendo en Novedades... nuestra sesión de acompañar de este mes de mayo: explorando el miedo a la soledad.
- 📰Estoy incluyendo en Recomendaciones –un newsletter que reivindica la poderosa práctica detrás de mantener un diario.
Como siempre, te comparto el acompañamiento musical para esta edición. Y, también te recuerdo que aquí puedes encontrar el playlist oficial de adentro.

En la carrera de psicología nos enseñan a prestar especial atención a la infancia, especialmente al estar revisando la historia de vida de otra persona. Incluso, una de las materias que tomé en mi maestría, "Observación de Bebés", estaba únicamente destinada a mirar de cerca esas relaciones tempranas. Innumerables autores nos han aportado teorías que nos ayudan a entender cuán importante (y determinante) puede ser lo que ocurre en los primeros años de vida. Y, gracias a sus teorías, quienes trabajamos en esta maravillosa profesión hemos logrado afinar nuestro ojo y oído clínico para explorar de cerca la matryoshka más pequeñita –la de la infancia– que existe en todas y todos nosotros.
Cuando lancé mi workbook, Mapeándome, el año pasado, lo hice con la intención de ofrecerte una forma guiada y segura de explorar de cerca a esa matryoshka pequeñita –esa niña o tu niño interno que dirige nuestras vidas más frecuentemente de lo que quisiéramos admitir o reconocer. Ese workbook nació de el año donde más tuve que mirar, atender y nutrir a mi niña interna porque nuestro miedo más grande se había convertido en realidad: perder a nuestro papá.
En múltiples sesiones de terapia el año pasado, me tuve que sentar con ella y consolarla; dejarla llorar cuando quería llorar y dejarla hacer pataletas cuando no entendía lo que estaba pasando. Mapéandome, como quizás todos los proyectos que lanzo, nació de un lugar muy personal. Mirar de cerca a mi niña interna me ha invitado a convertirme en la adulta que ella siempre soñó y necesitó; una misión de rescate que fue impulsada por ella, terminó sanándonos a las dos.

Todos los vínculos que formamos a lo largo de nuestra vida desembocan en un mismo río relacional: con mamá y papá, con los abuelos, con la maestra que instauró mi amor por la lectura, con el primer noviecito, con las amigas de la infancia, con las amigas de la adultez, o incluso con nuestros jefes y compañeros de trabajo. Estoy convencida que el mundo interno no discrimina y todas nuestras experiencias con las demás personas son percibidas y recibidas en un mismo espacio relacional.
Bonnie Bodenoch, autora de uno de mis libros favoritos de psicoterapia Being a Brain-Wise Therapist, confirma esto diciendo:
"Todas las personas con las cuales hemos tenido una relación emocionalmente significativa, cumplen los criterios para ser internalizadas e internalizados en nuestro mundo interno; tenemos la capacidad neuronal de incluir a todas las personas que han tenido un impacto emocional en nosotras y nosotros, en nuestro repertorio interno."
El tema con esto, es que es verdad en ambas aristas: internalizamos en nuestro mundo interno tanto a quienes han tenido un impacto emocional nutritivo/sano/estimulante/orientado al crecimiento/amoroso/tierno, así como las personas que han tenido un impacto emocional restrictivo/violento/agresivo/doloroso. Estas relaciones se cristalizan neurobiológicamente en nuestros cerebros, e impactan nuestra manera de percibir y relacionarnos con el mundo que nos rodea.
Aunque sí, es cierto que mientras más temprano fueron estas interacciones, más arraigo hay en el mundo interno; y/también/pero...
Si lo que dice la Dra. Bonnie es cierto –y yo sí creo que lo es– entonces estos procesos duran a lo largo de la vida. Por ende, incluso en nuestra adultez tenemos la oportunidad de restaurar y reparar heridas y formas de vincularnos. Como si ese río relacional que mencioné al inicio de este ensayo, permitiese una reforestación interna. Como si tuviésemos la capacidad y oportunidad de facilitarle a nuestro mundo interno un espacio interno fértil para que bosques puedan brotar en la adultez.

La base teórica de mi podcast, DesAprendiendo, es la neuroplasticidad del cerebro: esa característica maravillosa y esperanzadora, que nos indica que nuestros cerebros son capaces de formar conexiones neuronales para adaptarse a nuevas experiencias; y, esa es la misma base teórica en la que me voy a apoyar para esta idea de la reforestación interna.
El trauma, el abandono emocional o físico temprano, el maltrato infantil producen una sensación de sequía en nuestro mundo interno. Secan nuestra ternura, nuestra sensación inherente de que somos merecedoras y merecedores de afecto y pertenencia y compasión, nuestra capacidad de recibir amor, nuestra mirada esperanzadora del mundo.
Y/también/pero...
Somos más que nuestras experiencias dolorosas. Podemos ser más. Tenemos dentro de nosotras y nosotros la disponibilidad ambiental para plantar semillas que puedan brotar en flores luminosas que decoran nuestro mundo interno. Cuando escuchamos a nuestra niña interna, por ejemplo, estamos reforestándonos internamente. Como terapeuta y usuaria de terapia, sé de primera mano que en la relación psicoterapéutica –entre paciente y terapeuta–, fundamentada en seguridad y confianza mutua, también se puede reforestar ese mundo interno.
Pero, hay más lugares.
A través de las relaciones sanas que formamos en la adultez: esos vínculos cargados de ternura que reescriben el sistema nervioso central; esos saltos de fe donde nos ofrecemos el beneficio de la duda/confianza entre nosotras y nosotros; esos gestos de afecto –como los que escribí en la edición pasada– que instauran esperanza y otras formas de recibir y dar amor; o incluso, esas miradas sin juicio que derriten los hielos de vergüenza que se han mantenido congelados internamente, incluso intergeneracionalmente.

Me llena de una esperanza inmensa pensar que mi mundo interno está constantemente reforestándose de miradas más tiernas y compasivas –tanto por mí, así como por los vínculos sanos en mi adultez; y, asumo, amorosamente, la responsabilidad saber que yo soy co-participante de los bosques que pueden brotar de los mundos internos de otras personas, también.
Mi intención con la edición de hoy va por ahí: instaurar esperanza y asumir una responsabilidad amorosa. Aún en nuestra adultez, somos capaces de tener relaciones restauradoras que estiran nuestra forma de vernos a nosotras/os mismas/os y nuestra forma de ver el mundo. Que alivio saber que ninguna experiencia de vida, por más impactante que sea, tiene que determinarme o definirme como persona. Me encantaría extenderte ese aire de esperanza al mirar tu compleja historia de vida para que, quizás entre la sequía que hay, puedas también encontrar un terreno fértil desde el donde volver a brotar.
Gracias, como siempre, por llegar hasta aquí. En una era donde nuestra capacidad de sostener la atención y dedicarle tiempo a "contenido" un poco más lento y extenso está cada vez más reducida, considero tu presencia como un regalo y una resistencia. Espero que este escrito haya despertado una chispa reflexiva en ti –ya sea sobre tu propia vida o sobre la de tus seres queridos.
Mi gentil recorderis para el día de hoy:


📓Este mes en acompañar...
Estaremos reflexionando sobre un aspecto de nuestra vida que se está volviendo cada vez más difícil de mirar con detenimiento: el miedo a la soledad.
Algunos de los temas que estaremos mirando:
👤Cuál es tu historia con la soledad y cómo se vive hoy en día
👤Qué regalos y desafíos trae la soledad a nuestras vidas
👤Cómo nuestra relación con las redes sociales y la tecnología entorpece nuestra capacidad para estar solas y solos

Si esto es algo que te gustaría mirar, con mi guía y acompañamiento, nos encantará recibirte en nuestro club de journaling. Una vez actualizas tu suscripción a una membresía pagada (por tan solo $10 al mes), tendrás acceso inmediato a:
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Te comparto las recomendaciones de contenido que he estado disfrutado recientemente.
Newsletter
Abrir un cuaderno al mundo: los diarios íntimos como territorio literario - La intimidad compartida
Me fascinó esta entrada del newsletter de Casa Índigo, sobre el poder reivindicador de los diarios personales –especialmente para las mujeres, para quienes incluso puede ser un artefacto político. Como escritora, me siento absolutamente reflejada con la frase de Susan Sontag que comparten en el ensayo:
“Mis diarios son parte de mi trabajo como escritora, no un apéndice”.
Es cierto, en mis entradas de mis diarios, hago sentido de lo que hay en mi cabeza y aclaro el espacio para sentarme a escribir y crear. Son un elemento fundamental para encontrar mi voz y escuchar lo que muere por decir –como lo que salió hoy en esta edición.
Puedes leer el ensayo haciendo clic abajo:

¿Qué has estado leyendo, escuchando o viendo recientemente que te ha encantado?
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♥️Amorcito que recibe Adentro♥️
Se me hinchó el corazón de leerte, por tu talento y sensibilidad (...)
- JL, en respuesta a una de mi más recientes entradas "Hay resistencia en el cuidado"
Para escribir en tu journal
- ¿Qué vínculos en tu adultez han reforestado tu bosque interno?
- ¿Qué elementos nuevos, reparadores o restauradores han traído a tu forma de mirarte a ti misma/o? Y, ¿al mundo que te rodea?

Este newsletter previene la sequía interna; reenvíaselo a alguien que, a través de su cariño, ha reforestado tu vida.
Un abrazo,
Mariana♥️

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