Ya son 10 años de ser psicóloga🥳

Quiero agradecerles a todas y todos los que me escribieron la semana pasada deseándome un feliz cumpleaños. Pasé un (par de) día(s) hermoso(s), junto a mis seres queridos, y sintiéndome muy agradecida por todo el amor que me rodea. He notado que a medida que crezco, mis cumpleaños se vuelven más emocionalmente complejos. Creo que es normal y parte de todo este proceso de seguir creciendo: las experiencias son menos "blanco y negro" y más "grises" –y, en el camino, vamos apreciando las "Ñ" de la vida. Me siento contenta con donde estoy hoy, y agradecida + emocionada de día a día tener oportunidades para acercarme cada vez más a una vida que se sienta más congruente y a tono conmigo. Te deseo mucha paz en el momento donde estás, perspectiva para ir identificando qué necesitas para ir acercándote al momento donde quieres estar, y amor y cariño para sostener esa travesía.

Como siempre, te comparto el acompañamiento musical para esta edición, ¿te parece si iniciamos con la reflexión de hoy?


Como quizás viste en mis redes sociales o en la de mis colegas panameñas/os, esta semana se conmemoró el Día de la Psicóloga y el Psicólogo en Panamá. Le decía a mi querida amiga Nicolle, que el mes de junio siempre me da oportunidades para extender mis "patronales" de cumpleaños y este año no fue la excepción. Celebré con mis estudiantes de Psicología, lo cual nunca había hecho antes y fue súper especial. Se sintió como un ciclo completo celebrar en la institución que me dio la entrada a este mundo de la psicología, junto a aquellas/os mentes a quienes yo –hoy en día– les estoy dando la bienvenida.

Fue muy lindo y especial, y me hizo pensar sobre mis años de formación y todo lo que ha ocurrido desde que formalmente me convertí en psicóloga hasta hoy en día. Este año se cumplen 10 años desde que me gradué de psicóloga, y yo siendo como soy (ceremonial y experiencial), no puedo dejar pasar un aniversario tan importante como este sin conmemorar todo lo que he aprendido, desaprendido + reaprendido en este camino.

Y son estas las lecciones y reflexiones que te quiero compartir hoy:

Salud por la terapia.

Hacer sentido del mundo de forma colaborativa >>>>>>

Una de las experiencias más hermosas de mi carrera han sido las relaciones que he creado en el camino: mis amigas, mis profesoras, mis mentoras, y mis terapeutas se han convertido en una piedra angular de mi crecimiento como psicóloga y como persona. Cada una de ellas aparecen como angelitos en mi mundo interno, y me acompañan en el trabajo que hago. Estas relaciones me enseñaron, desde muy temprano, la magia de hacer sentido del mundo de forma colaborativa. Pensar en conjunto, desafiar en conjunto, desaprender + reaprender en conjunto, reflexionar en conjunto, reír en conjunto–si hay algo que me queda súper claro después de estos 10 años de carrera, es que la vida es muchísimo más disfrutable cuando la vivimos de manera colaborativa.

Hay diferentes tipos de conocimientos.

Recuerdo escuchar mis clases de psicología y sentirme súper ansiosa porque me encontraba pensando: ¿cómo me acordaré de todas estas teorías + términos + información? ¡Es demasiado! Y, sí, lo es. Pero, también hay otros tipos de conocimientos que vamos adquiriendo en el camino. El conocimiento teórico que nos da nuestra formación formal es una base primordial para seguir creciendo; el conocimiento práctico que nos da nuestro trabajo nos permite seguir refinando el arte de la psicología; el conocimiento interno que nos da la psicoterapia personal nos permite adentrarnos al mundo interno de otra persona de una manera mucho más sensible y responsable; y, el conocimiento experiencial que adquirimos cuando nos abrimos a la vida nos da una sabiduría que no aparece en ningún libro, porque es una sabiduría vivida. Y todos estos conocimientos son igual de importantes para el trabajo que hacemos con seres humanos.

Fue un proceso de (des)aprendizaje.

La salud mental tiene que ser preventiva, también.

Creo que una de las áreas en las que más he invertido mi tiempo y energía es en la salud mental preventiva a través de la psicoeducación. De ese interés nació el contenido que he compartido y comparto en mi Instagram, mi podcast y este newsletter. Quiero vivir en un mundo donde no tengamos que esperar a que nuestro dolor emocional esté en un nivel 10 para decidir compartirlo con otras personas. Quiero vivir en un mundo donde formemos relaciones sanas para cuidarnos mutuamente. Quiero vivir en un mundo donde la empatía y la amabilidad estén a la orden del día. Y, sí creo que ese mundo es posible, y por eso hago lo que hago. Lo hago con la esperanza de hacer un pequeño cambio en quien me lee, y lo hago compartiendo esa responsabilidad también –porque todas y todos podemos ser agentes de cambio (E049 de mi podcast). Tal y como decía Maya Angelou: "cuando sabes más, mejor lo puedes hacer."

Aprender a tolerar el no-saber.

A mi me encanta tomar frases y conceptos de distintos teóricos y trabajar con ellos –aún cuando no sean los teóricos principales en mi metodología de trabajo. Y, uno de ellos es Wilfred Bion, un médico y psicoanalista británico que tuvo muchísimos aportes sobre el impacto relacional en nuestro mundo interno (confieso que cuando era estudiante lo consideraba un poco complicado de leer y siempre trataba de "chifear" sus lecturas, pero con los años he aprendido a quererlo). Bion nos hace una invitación a los terapeutas que trabajamos con la psique humana, a entrar a nuestras sesiones "sin memoria ni deseo". Esta frase alude a entrar con curiosidad, apertura (sin memoria) y con la plena aceptación de dónde está la persona en ese momento, sin intención de querer cambiarla o modificarla (sin deseo).

Esta frase, aunque parezca sencilla, es sumamente difícil de poner en práctica porque a nuestros cerebros les encanta la certeza. Nos encanta "asumir" cómo es la otra persona y lo que está sintiendo, y se nos hace difícil acomodarnos al cambio que atraviesan las personas a nuestra alrededor. Lo curioso es que si hay algo incierto, es la vida y las personas que interactuamos con ella. Esta carrera me ha enseñado (y sigue enseñando) cómo tolerar el "no saber". Cuando digo cosas como:

no sé cómo se siente eso para ti,
no sé cómo estás haciendo sentido de las cosas,
no sé cuál es tu historia,
y no sé hacia dónde quieres ir emocionalmente.

Pero... quiero aprender.
Quiero conocerte y quiero que me enseñes sobre tu mundo interno  –a tu ritmo, bajo tus términos, con tu lenguaje y a tu manera.

Y, esto, creo que es una invitación que todas/os podemos adoptar, sin importar si somos psicólogas/os o no (el epi que te comparto más abajo es un buen lugar de inicio para aprender, por cierto).

Estoy totalmente cómoda contigo siendo lo que sea que quieres ser.

La vulnerabilidad es un regalo.

Cuando una persona te muestra un pedacito de su mundo interno, te habla de cómo se está sintiendo, te cuenta su historia de vida, o te comparte su dolor –todas estas cosas son regalos preciados. Siempre le digo a esto a mis estudiantes: que alguien elija abrirse contigo, es un regalo que no tiene precio. Y cómo respondemos a esto, hace una gran diferencia. A mi parecer, responder con gratitud + cariño + no juicio + apertura + empatía, es la mejor manera de recibir este regalo. He tenido el privilegio de recibir estos regalos en múltiples ocasiones a lo largo de mi carrera, y nunca dejo de apreciar y admirar la valentía que conlleva hacer algo así. Recordemos que la vulnerabilidad es contagiosa, y son moneditas que pueden transformarse en premios relacionales con un impacto hermoso en nuestro mundo interno.

La esperanza es lo último que se pierde.

Esta frase la dice mucho mi amiga y colega, Vali Maduro, de quien he aprendido a lo largo de mi carrera y constantemente aparece como angelito en mi trabajo. Y para validar a la esperanza, me apoyo de uno de mis aspectos favoritos del ser humano (y bajo el cual he basado mucho la teoría de desaprendizaje que he ido desarrollando a lo largo de los años): la neuroplasticidad del cerebro. Hoy en día, sabemos que nuestros cerebros pueden hacer conexiones neuronales nuevas, que nos permiten seguir creciendo y sanando. Y, también sabemos que nuestras relaciones sanas van fortaleciendo esas conexiones neuronales nuevas. Y eso me parece increíblemente reconfortante + esperanzador.

La psicología es una carrera de esperanza: yo confío que los seres humanos tenemos el potencial de re-editar nuestras historias por narrativas suficientemente sanas. Estoy en esta carrera porque tengo la esperanza que nuestras historias no están escritas en piedra, y que –gracias a la neuroplasticidad del cerebro– podemos crear vínculos mucho más sanos a lo largo de nuestras vidas. Tengo boletos de primera fila a que esto es posible, y evidencia para sustentarlo. Y, para lograrlo, nos necesitamos mutuamente y necesitamos la fuente renovable de amor que rodea este mundo. El objetivo no es borrar nuestras experiencias poco sanas o difíciles, ni tampoco es eliminar las emociones negativas. Sino, aceptarlas e incluirlas en tu mundo interno y a la vez hacer espacio para lo nuevo. Y en ese proceso, hacer espacio para: la esperanza, el cambio y un mundo interno un poco más sano.

Mi gentil recorderis para el día de hoy:

"Siempre eres un trabajo en progreso, sigue abriéndote, sigue (des)aprendiendo, sigue expandiéndote, sigue soltando, sigue creciendo, sigue celebrando tu evolución." - @newhappyco

Si necesitas un epi para seguir pensando y reflexionando sobre el tema:

E050: ¿Cómo escuchar sin juicio?


¡Es mañana!

Breve recorderis de que mañana es nuestra sesión de Acompañar (nuestra sesión de journalling mensual), donde el tema será: Reaprendiendo a manejar expectativas.

"Reaprendiendo a manejar expectativas", donde hablaremos sobre las expectativas que solemos poner del mundo, lo que estas expectativas (cuando no son satisfechas) nos hacen sentir, y cómo reaprender a manejarlas.

Si por alguna razón no puedes asistir, pero igual te interesa un montón el tema o quieres conocer cómo funciona la sesión de journalling, recuerda que siempre envío las grabaciones para que las puedas ver a tu propio ritmo y tiempo. Si tienes cualquier duda, consulta o comentario, escríbeme por aquí. Y, si estás lista/o para ser parte de Acompañar, actualiza tu membresía y nos vemos mañana :)


El arte de sanarte

El año pasado cuando hice Focus Groups con algunas lectoras para determinar cómo seguir con este espacio, una de ellas me habló sobre las cartas de Marguga. Sin dudarlo, me suscribí a su newsletter y me ha encantado desde entonces. Me fascina la forma en la que pone en palabras lo que está sintiendo. Esta carta, en particular, habla sobre las similitudes entre el arte, la escritura y la psicoterapia. Hay una frase que me encantó y a la cual he estado regresando mucho esta semana: "Sé desde siempre que mi tarea no es convertirme más digerible o intentar traducirme. No hay manual para ser humanos y eso nos puede abrumar o liberar. Si no hay manual, cada quien puede escribir el suyo."

UF, ¡que liberador es reconocer que todas/os somos pioneras/os en nuestra propia vida! Te lo súper recomiendo para leer, haciendo clic abajo:

♥️Amorcito que recibe Adentro♥️

Amo este espacio, e incluso tengo mi propia rutina nocturna para leerlos. Dejo que se acumulen por un par de semanas y los leo en las noches antes de dormir. Me encanta esta comunidad y lo que compartes con nosotros.

-Elena O.

Para escribir en tu journal:  

  1. ¿Cómo incluyes la esperanza en tu vida?
  2. ¿Cómo toleras el no-saber?

Y con estos últimos pensamientos me despido por hoy.

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¡Espero que tengas un lindo fin de semana!

Un abrazo,

Mariana♥️