Un paso a la vez👣

¡Cuánto tiempo! En realidad no estoy muy segura de cómo comenzar este newsletter, pero no puedo negar la sonrisa de oreja a oreja que tengo escribiendo por aquí de vuelta. Es una sensación interesante porque extrañé este espacio, y a la vez no lo extrañé. Digo que lo extrañé porque lo he tenido mucho en mente, y esa sensación de "puedo escribir de esto para mi newsletter" no ha desaparecido –lo cual es hermoso de sentir y reconocer. Y, a la vez, no lo extrañé porque usé este mes para conectarme con el mundo de afuera, lo cual se sintió como necesario y reparador.

Tal y como te lo he comentado en otras ocasiones, este newsletter me sirve para conectarme con mi mundo interno (y en el camino, tengo la esperanza de inspirar en ti esa misma conexión con el tuyo). Como hago esto con tanta frecuencia, a veces se me olvida que existe un mundo externo –con sus propias realidades, con sus propios desafíos, y con sus propios regalos, también. Este merecido descanso de este espacio me ha permitido volver a conectarme con eso y, porque soy como soy, ha inspirado lo que te quiero compartir el día de hoy,

Como siempre, te comparto el acompañamiento musical para esta edición, ¿te parece si iniciamos con la reflexión de hoy?


Estas últimas semanas han sido, tal y como lo describió mi terapeuta, de "harto movimiento". He compartido con mi familia y seres queridos momentos muy especiales, y he tenido oportunidades de desconectarme un poquito del ajetreo de la ciudad. En Panamá tenemos la fortuna de tener playas, montañas e islas bastante accesibles desde la ciudad, y he estado conversando con varias personas sobre cómo el simple hecho de visitar alguno de estos paisajes diferentes por un par de días nos invita a la desconexión.

Cuando estaba en Edimburgo, tuve la suerte de rodearme con amigas que amaban hacer actividades al aire libre. Y, digo suerte porque no necesariamente es mi naturaleza conectar con la naturaleza. Me encanta hacerlo, me deja súper recargada cuando lo hago, pero voy a ser súper honesta: si me dan a elegir entre quedarme en mi casa viendo Netflix o salir a hacer senderismo un domingo por la mañana –estoy casi segura que elegiré la primera.

Habiendo dicho esto, hay algo sobre rodearse de naturaleza que tiene un valor inmensurable, por lo cual me siento súper afortunada + agradecida cuando alguien me invita a hacer planes al aire libre (planes que no necesariamente nacerán por voluntad propia). No solamente es cómo impacta positivamente rodearte de verdor, tanto en tu estado de ánimo + cerebro + bienestar –no lo digo yo, lo dicen los más brillantes filósofos y naturalistas; sino, también, las enseñanzas que están almacenadas en estas mismas experiencias.

Dentro del mes de descanso del mundo interno y reconexión del mundo externo, pasé unos días hermosos y mágicos en El Valle. Tomé caminatas largas, me rodeé de jardines preciosos, leí, descansé y subí el Cerro La Cruz:

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Cerro La Cruz, El Valle de Antón

Esta vista preciosa me presentó varios recorderis y reflexiones:

  1. Me transportó a mis días en Edimburgo que, similar a Panamá, también es una ciudad con oportunidad de ver mar + montañas a una distancia bastante cerca del centro. Me recordó a los trips con mis amigas donde, por unos breves minutos nos olvidábamos de la tesis o todos los pendientes que teníamos, y nos conectábamos con algo más grande que nosotras –lo que da lugar a mi segunda reflexión.
  2. Rodearme de tanta naturaleza siempre me hace sentir chiquitita –en el mejor sentido posible. Similar a lo que comenté en este newsletter, a veces nos enfrascamos en nuestra propia realidad y nuestras propias limitaciones, los cuales son súper importantes sin lugar a duda. Pero, situarme entre tanta naturaleza –por lo menos, en mi caso– me permite ganar perspectiva. Cuando estoy pasando por árboles enormes, cascadas abundantes y ramas que se han apropiado de territorios, me siento como una turista de este mundo –de su mundo. Y esto, me permite navegar este mundo con un tantito más de respeto, algo que se olvida fácilmente entre el bullicio de la ciudad.
  3. El camino para llegar y salir de este punto me invita a la atención plena. He mencionado en varias ediciones como no soy la persona más hábil espacialmente hablando: me cuestan las direcciones, se me hace difícil ubicarme en el espacio, y puedo ser un poco torpe. Por esta razón, subir y bajar un cerro me obliga a doble enfocarme, porque si estando en un terreno plano tengo predisposición a caerme, imagínate en un terreno desnivelado. Y, fue precisamente esta atención plena la que me permitió darme cuenta de una enseñanza escondida de los senderismos y exploraciones de afuera: la importancia de un paso a la vez.
Creo que necesito estar afuera más a menudo.

Traté de tener en mente mi mente mientras subía y bajaba el cerro, y me di cuenta que lo más apremiante era el paso que estaba tomando en ese momento. La prioridad #1 en ese momento era pisar firme y pisar bien, por lo que la roca que iba a pisar (y, por ende, el paso que iba a tomar) era lo más importante en mi mente en ese momento. Lo que me hizo pensar, indudablemente, en la vida misma –pero imagino que ya sabías que por aquí venía la cosa, ¿no?

A veces, hay momentos en la vida que todo nos resulta bastante abrumador, especialmente si nos han vendido este cuento de cómo se tiene que ver nuestra vida a tal o cual edad. Y, cuando nos sentimos muy abrumadas y abrumados por lo que tenemos que lograr y cómo lo haremos, se nos olvida ganar perspectiva. Nos podemos perder tanto en cómo se ve la imágen completa (y cuán ansiosas y ansiosos nos podemos sentir por lo alejadas y alejados que estamos de ahí), que nos cuesta partir ese camino en pequeñas rocas, en pequeñas pisadas, y en pequeños pasos.

Yo tiendo a abrumarme mucho con los proyectos grandes que sueño para conmigo misma. Es irónico, porque suelo soñar en grande y luego no sé cómo romper eso en "mini-sueños". Y, lo que termina pasando es que termino procrastinando o congelándome, incapacitándome aún más de ver los pasos pequeños que puedo tomar, lo que a su vez ocasiona que me limite en ganar la perspectiva suficiente para ver el siguiente paso.

Oh, estoy en una negación profunda de lo que está ocurriendo.

Enfocarme en el próximo paso que tenía que tomar para llegar a la punta me ayudó a ganar atención plena con lo que estaba ocurriendo, y a minimizar el ruido que pudiese estar interfiriendo con estar en el aquí y ahora. Y, mi hipótesis, es que algo similar pudiese ocurrir con nuestro mundo interno, también.

Yo sé que romper algo grande en pequeños pasos no es fácil, en especial cuando nuestro cerebro pudiese estar cargado con ansiedad –lo que en sí entorpece nuestra capacidad de enfocarnos, tomar decisiones y ganar perspectiva. Y, aquí es donde me apoyo en una de las más grandes enseñanzas que he tenido recientemente: el poder de nuestras relaciones sanas.

Entonces, sí, quizás el poder descifrar cuál es el próximo paso más realista y firme es difícil lograrlo por nuestra cuenta, pero, ¿por qué hacerlo solas y solos? Voy de nuevo como disco rayado hablando sobre el valor relacional en nuestra vida y las personas que nos rodean, que pueden ser cruciales al momento de ayudarnos a ganar perspectiva. Creo que ahí está un valor importante de nuestras relaciones: cuidarlas para que sean lo suficientemente sanas, para así poder apoyarnos en ellas cuando estamos en un laberinto emocional donde no sabemos cómo salir.

Oye, encontré un atajo en tu laberinto.

Quizás, es precisamente en esa amiga, amigo, familiar o pareja donde podemos ir trazando una salida de ahí. Quizás, precisamente esa amiga, amigo, familiar o pareja ya ha estado en un laberinto similar y puede apoyarnos con su sabiduría experiencial. Quizás es en esta vulnerabilidad compartida que la relación se puede ir fortaleciendo para que, en algún otro momento, seas tú quien ayude a alguien más a encontrar un atajo en su laberinto mental y emocional. Quizás, compartirte con alguien más mientras te sientes confundida/o + atascada/o –por más incómodo que se sienta– puede ser precisamente el próximo paso firme que puedes tomar en ese momento. Quizás, un paso va llevando al siguiente y, sin darte cuenta, ya estás moviéndote hacia adelante. Y, eso tan abrumador y grande que parecía 10 pasos atrás, se está volviendo algo mucho más accesible y alcanzable con cada pequeño paso que vas tomando. Y, quizás, es precisamente en esos pequeños pasos y en ese proceso que vas encontrando algo precioso + mágico, también.

Mi gentil recorderis para el día de hoy:

"En tu búsqueda de la meta final, no te pierdas la felicidad que hay en el camino." - @newhappyco

Si necesitas un epi para seguir pensando y reflexionando sobre el tema:

E053: ¿Las crisis pueden ayudarnos a crecer?


¡Tenemos doble Acompañar este mes!

Por el descanso extendido de este espacio, nuestra sesión de Acompañar del mes de agosto + septiembre ocurrirán este mes, lo que significa que... ¡tenemos dos sesiones consecutivas de Acompañar!

Siento que eso necesita ser celebrado. 

¿Qué necesitas saber?

  • Son los próximos sábados 17 y 24 de septiembre por Zoom de 9:30 AM a 11:30AM hora Panamá.
  • Será grabado, así que si no puedes asistir, recibirás las grabaciones.
  • No necesitas saber cómo hacer journalling, te ofrezco preguntas para guiarte y hacer de la experiencia algo un poco más cercano + amigable.
  • Cada sesión incluye su propio playlist de Spotify para incentivar el journalling con el tema que hemos elegido (¡amo TANTO curar estos playlists!)
  • Este mes hay DOS, así que si actualizas tu membresía este mes, tendrás acceso a dos sesiones de journalling, en lugar de una.
  • Con cada sesión que pasa, el espacio se vuelve más lindo + más vulnerable + más especial. En las mismas tenemos lo mejor de dos mundos: la auto-exploración a través del journalling, y el acompañar colectivo a través del diálogo comunitario al final de la sesión.

¿De qué serán las sesiones?

¿Qué mas necesitas saber?

Para participar, solo necesitas actualizar tu membresía para que seas parte de Acompañar ($10 al mes o $100 anuales –estoy aceptando Transferencia Bancaria solo para el plan anual, si estás en Panamá). Si tienes cualquier duda, pregunta o curiosidad sobre Acompañar, siéntete en plena confianza de enviarme un correito por acá. ¡Te espero por allá!


La vida se trata de tomar decisiones

Esta frase me la dijo mi hermana Maricarmen hace algunos años, y aunque suene sencilla y obvia se ha quedado conmigo a lo largo del tiempo. Y, hace poquito, me vi una peli que me recordó mucho a ella. Look Both Ways sigue la vida de Natalie –o, más bien, vidas– ya que explora los dos caminos que su vida pudo haber tomado. Me encantó porque, en lo personal, soy súper resistente a la palabra "hubieras". Creo que fantasear con lo que pudo haber sido que no fue, nos puede llevar a lugares un poco alejados del aquí y ahora. Pero, ver esta fantasía plasmada de forma tan visual en esta película, me ayudó a ganar perspectiva en lo verdaderamente prioritario dentro de las preguntas de "¿qué hubiera pasado si...?": no olvidarnos de nosotras mismas y nosotros mismos.

Es una peli ligera y entretenida, pero con suficientes perlitas de vulnerabilidad para dejarte pensando. Te la recomiendo, está disponible en Netflix.

♥️Amorcito que recibe Adentro♥️

Leer este NL esta mañana, ha sido WOW! Me ha caído demasiado encajado con mi experiencia de ayer y necesito darte las gracias por tu trabajo y dedicación, por compartir taaaan vulnerable y curiosamente tu sabiduría y reflexiones.

De verdad que resueno demasiado contigo en cada palabra, siento que esto es MÁGICO para mi♥️

-Iveth Y.

Para escribir en tu journal:  

  1. Escribe 3 personas que te pueden ayudar a ganar perspectiva.
  2. Describe cómo te sientes apoyándote en ellas.
  3. ¿Cómo puedes fortalecer ese pequeño (y poderoso paso) de buscarles en momentos de laberintos emocionales?

Y con estos últimos pensamientos me despido por hoy.

;)

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Mil, mil gracias por tu paciencia y palabras de aliento en este descanso. Lo aprecio en más formas de las que te puedas imaginar, y me ha ayudado a poder separarme y acercarme a este espacio para seguir cuidándolo y disfrutándolo.

¡Espero que tengas un lindo fin de semana!

Un abrazo,

Mariana♥️