Siendo investigadora de mi vida👩🏻‍🔬

¿Qué tal ha estado el inicio de este mes para ti? Espero que lleno de presencia y con una pizca grande de esperanza al ir cerrando este año. Ya sé, ya sé, no me "debo" anticipar a nombrar el cierre del 2022, pero creo que el mes de octubre puede servir como un mes de transición: antes del ajetreo de noviembre + diciembre. He notado que he entrado a este mes con una perspectiva de hacia dónde me gustaría moverme en los próximos meses, y al mismo tiempo estoy tratando de proteger mi capacidad de estar en el aquí y ahora. Y, bueno, eso que deseo se vuelva un poco más fluido y fácil para mí, también lo deseo para ti.

Como siempre, te comparto el acompañamiento musical para esta edición, ¿te parece si iniciamos con la reflexión de hoy?

Hace algunas semanas, estuve escuchando el episodio de regreso de Brené Brown donde reflexiona sobre su sabático y cómo fue la experiencia para ella. Debo admitir que me conmoví en varias ocasiones (su vulnerabilidad es palpable en el epi) y tuve que pausarlo un par de veces para procesar todo lo que ella estaba nombrando. Me sentí muy identificada con su experiencia emocional, y cómo el proceso de tomarse un sabático –aunque puede sonar idílico y encantador– también puede ser sumamente movilizador.

En el epi, BB mencionó cómo su identidad como investigadora le permitió hacer sentido de su sabático, lo importante que fue para ella entrar a este proceso con curiosidad y darle permiso al "asombro" para los nuevos descubrimientos que iba logrando. Para quienes trabajamos en las ciencias sociales, es curioso cómo nuestra identidad profesional se va integrando poco a poco con nuestra identidad personal. Es más, este newsletter es el bebé de esas dos identidades en mi vida.

Escucharla hablando sobre su identidad de investigadora me hizo pensar en lo que mis propios procesos de investigación me han dejado, en particular mi más reciente experiencia de tesis y haciendo una investigación cualitativa.

Hoy, te quiero compartir algunos de esos hallazgos:

Entrar a mi mundo interno con curiosidad abierta

Una de las primeras partes de una investigación es plantearse la pregunta: ¿qué estoy interesada en investigar? Y, a medida que crezco, estoy más interesada en las preguntas abiertas y un poco menos en las preguntas cerradas. Por ejemplo: en lugar de preguntarme "¿estoy enojada?", prefiero preguntarme "¿cómo me estoy sintiendo en este momento?". La primera pregunta lleva a dos respuestas: sí o no; mientras que la segunda, podría llevar a múltiples respuestas.

Las preguntas cerradas, de esas que se contestan con una sola respuesta y donde hay poco espacio para explorar algo más, tienden a ser contraproducentes para mí cuando estoy intentando entender mi mundo interno. Las preguntas cerradas suelen dar lugar a respuestas simplistas, unidimensionales y, con frecuencia, binarias –tres palabras a las que les huyo a medida que me adentro a mi mundo emocional.

Tener curiosidad abierta me permite, como dice Marc Brackett, ser una "científica de mis emociones": entrar a ver las mismas desde un lugar abierto, exploratorio, multi-capa, multidimensional, complejo, rico, abarcador y amplio. Con mucho espacio para moverme y para que nuevas preguntas vayan emergiendo.

Hacer mis hipótesis explícitas, pero no amarrarme a ellas

Me encanta manejarme con hipótesis. Lo hago en mis posts de IG (como el más reciente que compartí sobre mis reflexiones del Ep.7 de House of The Dragon), en mis conversaciones con seres queridos, en mi trabajo y conmigo misma, también. Me encanta generarme una posible respuesta que conteste el "por qué" de mis emociones, pensamientos, actitudes y comportamientos. Pero, también me encanta no amarrarme a ellas.

¿Qué significa esto? Una de las cosas que más desaprendí en mi proceso de tesis del año pasado, fue que las hipótesis me pueden ofrecer un punto de partida, pero también pueden ser un lugar muy cerrado si decido quedarme ahí. Las hipótesis se pueden aprobar o refutar, pero hay poco espacio para explorar después de esto. Me encanta jugar un poco con las hipótesis usando palabras o lenguaje tentativo como: quizás, podría ser, es posible, a lo mejor, entre otras. No amarrarme a las hipótesis me permite descubrir varios puntos de vista distintos, o hallazgos que quizás nunca habría visto antes.

Las suposiciones o las hipótesis de "por qué hacemos lo que hacemos" son esperadas e importantes, pero también es importante entrar con apertura al descubrimiento de nuestro mundo interno. No asumir, sino curiosear.

Nombrar mis sesgos, para así cuestionarlos

Una de las primeras tareas que me puso mi supervisora de tesis fue nombrar los sesgos que tenía sobre mi objeto de estudio. Esto cumplió dos propósitos: el primero, al reconocer que tengo sesgos me hace humana, es iluso pensar (especialmente para mi) que por ser psicóloga soy una persona 100% objetiva (¿realmente alguien lo es?); y, el segundo, es que al reconocer mis sesgos, puedo no actuar sobre ellos y evitar entorpecer el proceso de investigación –muy similar a lo que Carl Jung propuso cuando dijo "lo que no se hace consciente, se hace destino".

Si veo mi propio mundo interno como un "objeto de estudio", algo muy similar puede ocurrir. Y, así como con elementos externos, es absolutamente esperado tener sesgos acerca de mis elementos internos. He encontrado que estos sesgos suelen aparecer en la forma de cómo nos "debemos" sentir, qué "deberíamos" hacer, por qué "debemos o no" actuar de X o Y forma, o incluso qué "debe" hacer sentido en nuestro mundo interno. Tener estos sesgos es absolutamente normal, ya que hemos crecido con muchas influencias que los han formado. Pero, creo que nombrarlos puede ser el primer gran paso para empezar a cuestionarlos.

Ahora que lo pienso, creo que todo el movimiento de "desaprender" partió de ahí: cuestionar aquellas creencias y sistemas con los cuales hemos crecido que ya no nos hacen sentido. Mi esperanza es que al nombrar y cuestionar estos sesgos, podemos ir abriendo espacio para experimentar la vida desde un lugar de congruencia –sin menos juicio, culpa ni vergüenza. Y, consecuentemente, ir aceptando con mucha más apertura, compasión y cariño a la versión de nosotras y nosotros que existe en este momento.

Buscar evidencia para aclarar mi mente

He escrito anteriormente sobre cómo existen diferentes tipos de conocimientos y diferentes formas de sanar. Y, muy en el mismo hilo, otro de mis más grandes desaprendizajes es que existen distintos tipos de evidencia, también. En mi tesis anterior, utilicé la teoría como un pedazo de evidencia, mi propia experiencia como otra, y la experiencia local y subjetiva de mis participantes como otra (posiblemente como la más grande). Este proceso me permitió ampliar aquello a lo que le llamo evidencia: el instinto, la experiencia emocional subjetiva, y las emociones también son piezas de evidencia –junto con la evidencia empírica y la data un poco más "fría".

Muchas veces, nos hacemos películas en la cabeza (E009 de mi podcast, por cierto) que nos llevan a lugares de mucha ansiedad, miedo, anticipación y preocupación. Películas que nos conducen a escenarios catastróficos que incluyen miedos que, en muchas ocasiones, no se llegan a volver realidad. Basarnos en la evidencia que conocemos nos puede ayudar a ir manejando esa ansiedad, y la podemos ir encontrando haciéndonos distintas preguntas:

¿Qué me hace pensar esto?

¿Ha ocurrido algo así anteriormente?

¿Qué me está indicando mi instinto? ¿Puedo confiar en esa sensación?

¿Qué me dice la evidencia personal que tengo sobre esto?

A veces, cuando nuestra mente va a mil y nos lleva a conclusiones absolutas y rápidas, se cierra el espacio para explorar la evidencia. Y sostener un espacio para buscar evidencia nos permite ir descartando el "peor escenario" y abriendo múltiples posibilidades distintas. El lenguaje tentativo del que soy tan fanática (quizás, podría ser, no necesariamente, posiblemente) nos puede ayudar en este proceso, confiando que si lo vamos ejercitando –así como un músculo– se podría volver un poco menos desafiante para nosotras y nosotros basarnos en la evidencia. Y así, abrir camino para que la evidencia nos permita predecir un poco mejor, para así prepararnos un poco más para el escenario más realista.

Mi intención con la reflexión de hoy es invitarte a cultivar una postura de investigadora e investigador dentro de tu propia vida: con tu mundo interno y con tus propias relaciones, también. Investigar nos conduce a nuevos descubrimientos, nuevas perspectivas y nuevos caminos. Y, como suele pasar, también nos conduce a nuevas preguntas. Asumir una postura de investigadora en tu vida quizás te pueda brindar amplias oportunidades y posibilidades de descubrir partes nuevas, rincones desconocidos de tu mundo interno, y crear conexiones que posiblemente no estaban ahí antes. Lo que más me encanta de esto es que es una práctica que podemos aplicar a lo largo de nuestra vida, porque como estamos constantemente evolucionando y cambiando, siempre hay cosas nuevas por explorar y descubrir. Y, como siempre, hacerlo con cariño + apertura + compasión + no juicio nos puede llevar a lugares amplios y abiertos –tal como dice el acompañamiento musical de hoy.

Mi gentil recorderis para el día de hoy:

Si necesitas un epi para seguir pensando y reflexionando sobre el tema:

E072: ¿Por qué nos cuesta escuchar a nuestra intuición?

¡Se acerca nuestra sesión #10 de Acompañar!

Increíble que ya tenemos diez sesiones desaprendiendo en comunidad. Se lo comentaba a las y los participantes en las últimas dos sesiones, entre lágrimas, lo orgullosa que estoy de este espacio y de la vulnerabilidad que presencio en el mismo. Me llena el corazón saber que soy parte de una comunidad de personas que nos estamos atreviendo a mirar hacia adentro.

Para conmemorar nuestra sesión #10 estaré hablando sobre uno de mis temas favoritos: nuestros amores platónicos. Esas relaciones en nuestra vida que nos brindad un cariño y un amor completamente diferente, pero no por eso menos importante: nuestras amigas y nuestros amigos. En el mismo, exploraremos:

• el valor de estas relaciones platónicas en nuestras vidas;
• cómo hemos aparecido en estas amistades;
• y cómo podemos cultivar espacios más sanos en estas relaciones.

¿Qué mas necesitas saber?

Para participar, solo necesitas actualizar tu membresía para que seas parte de Acompañar ($10 al mes o $100 anuales –estoy aceptando Transferencia Bancaria solo para el plan anual, si estás en Panamá).

Si tienes cualquier duda, pregunta o curiosidad sobre Acompañar, siéntete en plena confianza de enviarme un correito por acá. ¡Te espero por allá!

Pretendiendo que soy Meg Ryan

No literalmente, por supuesto, pero este playlist se ha vuelto mi favorito en las últimas semanas. Nora Ephron se ha vuelto sinónimo de feel-good para mí: sus películas, sus personajes, su sabiduría. Es la mente maestra detrás de clásicos como When Harry Met Sally, Sleepless in Seattle, You've Got Mail, Julie & Julia, entre otros. Y por exactamente dos horas y 58 minutos (que es el tiempo que dura el playlist), tengo la sensación de ser el personaje principal de alguna de sus increíbles historias.

Te lo comparto, por si tu también quieres sentir algo así:

♥️Amorcito que recibe Adentro♥️

Holi Mariana✨
Te leo y no sabes lo agradecida que estoy por tocar estos temas. Me encanta reflexionar sobre lo que escribes!

-Rosa P.

Para escribir en tu journal:  

1. ¿En qué relaciones o situaciones de tu vida podrías ser un poco más "investigador" o "investigadora"?
2. ¿Cómo imaginarías que se ve esta postura para ti?
3. ¿Cómo se siente invitar esta postura a tu vida?

Y con estos últimos pensamientos me despido por hoy.

¿Qué te pareció este newsletter? ¡Responde a este correo y cuéntame!

Reenvíaselo a alguien a quien quieras invitar a reflexionar sobre adoptar una postura de investigador o investigadora en su propia vida.

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¡Espero que tengas un lindo fin de semana!

Un abrazo,

Mariana♥️