Pensando en nuestro 2022🍾
¿Cómo han estado tus fiestas de fin de año? Espero que hayas estado rodeada o rodeado de cariño, amor y energía linda. Independientemente de las emociones que han estado aflorando en estas últimas semanas para ti, espero que estés sintiendo mucho acompañamiento emocional y físico. En estos últimos días del 2022, te deseo mucha calma, tranquilidad, paz y aceptación con lo que ha sido este año para ti. Y te deseo mucha esperanza para imaginarte un 2023 con los elementos que estés necesitando y queriendo para ti y tus seres queridos.
Como siempre, te comparto el acompañamiento musical para esta edición. ¿Te parece si iniciamos con la reflexión de hoy?
Hace algunas semanas vi una convocatoria en el newsletter de una de mis escritoras favoritas, Ann Friedman, para que sus lectores empezáramos a hacer sentido colectivo de este año con ella. Como lectora, me pareció una forma rápida y entretenida de empezar a reflexionar. Y, como escritora de un newsletter, me pareció una idea ingeniosa y creativa para ofrecer aquí. Y, es precisamente lo que quiero hacer hoy en mi última edición del 2022. Hoy quiero usar este espacio de forma colectiva, con lo que muchas y muchos respondieron sobre cómo ha sido su 2022, para quizás empezar a procesar en colectivo, también.
Este año nos dimos permiso de descubrir lo que puede pasar cuando nos permitimos sentir. Después de dos años con restricciones y miedos acumulados, nos dimos permiso de vivir, y eso se ha visto de diferentes maneras. En muchas y muchos, significó abrirnos al caos, la incertidumbre y la espontaneidad de la vida –lo que nos ayudó a no planificar tanto, y dejarnos llevar. En muchas y muchos otros, significó experimentar la amplia gama de emociones humanas que coexisten en nuestro mundo interno. En otras y otros, darnos permiso de sentir nos dio la oportunidad de darnos cuenta que equivocarnos en parte de esta aventura, y que hasta eso nos puede enseñar algo. En el 2022, nos enamoramos y desenamoramos. Este fue el año que nos dimos permiso de ser vulnerables, ir más lento, estar en el aquí y ahora, y reencontrarnos con nuestra autenticidad. Este año nos dimos permiso de descubrir partes de nosotras y nosotros que solo pueden emerger cuando estamos solas y solos –y aprendimos a darle el mismo valor a estas partes, que le damos a las versiones nuestras que salen cuando nos relacionamos con los demás.
Muchos de estos permisos fueron posible gracias a varios recorderis que nos dieron distintos autores, artista y pensadores. Glennon Doyle, Brené Brown, Ani Eskildsen, Michelle Obama, y Amalia Andrade, fueron algunas de las increíbles mujeres que leímos este año, cuyas palabras resonaron con nosotras y nosotros. Este newsletter (como esta edición) junto al de Lisa Olivera, fueron algunos de los regalitos emocionales que recibimos en nuestra bandeja de entrada, y que nos ayudaron a navegar nuestro 2022. La música de Elsa y Elmar nos acompañó en los altibajos emocionales del año. Películas ocomo Everything Everywehere All At Once nos sacudieron las placas tectónicas de nuestro mundo interno. Y, encontramos refugio y un descanso del abrumador mundo externo en series como The White Lotus y Wednesday.
Y, estas fueron algunas de las frases a las cuales regresamos una y otra vez a lo largo del año:
Cada persona tiene su propia historia.
Todos los procesos de crecimiento y éxito conllevan riesgos y dolor.
Nada es para siempre.
La vida es muy corta para solo vivir para el fin de semana.
Cada uno va a su propio ritmo.
Tengo miedo de manejar de vuelta a casa, porque no sé si ese es mi hogar o un lugar que me es incómodamente cómodo. - Jennae Cecelia
Este también fue el año donde hicimos muchas cosas que no habíamos hecho antes. Fuimos a conciertos nuevamente, como el de Bad Bunny. Abrimos Tinder. Viajamos solas y solos por primera vez. Tomamos la valiente decisión de empezar terapia. Desarrollamos hábitos nuevos, como la meditación. Dimos vida nueva y ampliamos nuestras familias. Entramos al mundo laboral. Aprendimos a navegar veleros. Tomamos clases de cerámica. Elegimos empezar a cuidar nuestro cuerpo con comida sana y una rutina de ejercicios –lo que nos ha permitido reconciliar nuestra relación con nuestro cuerpo. Nos dimos chance de no saber. Salimos de nuestra zona de confort, fluimos, tomamos decisiones auténticas, y nos dimos la oportunidad de pensar un poco más en nosotras mismas y nosotros mismos.
Lanzarnos a todas estas experiencias nuevas nos ha enseñado múltiples cosas de nosotras mismas y nosotros mismos. Que somos resilientes. Que somos curiosas y curiosos. Que abrazamos la melancolía... y hay algo hermoso en eso. Que somos talentosas y talentosos. Que somos fuertes y sensibles. Que nuestra sexualidad es amplia y vasta. Que nuestra intuición es valiosa y vale la pena escucharla. Que a veces podemos ser muy duras y duros con nosotras mismas y nosotros mismos. Que por más títulos y logros, todavía sentimos miedo (y eso nos hace humanas y humanos). Que podemos vivir con un corazón abierto e ir navegando esta vida sin necesidad de endurecernos.
Y hemos desaprendido... mucho. Ampliamos nuestra definición de la felicidad, fuera del dinero y los bienes materiales. Descubrimos quiénes somos fuera de nuestra identidad productiva. Reconciliamos nuestra relación con el miedo. Extendimos la forma como nos vemos a nosotras mismas y nosotros mismos: fuera de buenos y malos, fuera de héroes y villanos... existen los seres humanos. Reaprendimos cómo ver nuestra vida en perspectiva. Ajustamos nuestras expectativas de nosotras mismas y nosotros mismos, lo que nos ha permitido alejarnos cada vez un poco más de la perfección. Soltamos la necesidad de estar "bien" todo el tiempo, y de tener que estar para otros constantemente. Aceptamos a la gente tal y como son, aunque eso a veces nos confronte nuestras expectativas que tenemos de los demás. Nos abrimos a que el cambio es parte de la vida, y a soltar el aparente control que creemos que tenemos. Vivimos nuestra maternidad como es: nuestra y solo nuestra... lo que nos ha permitido extendernos un poco más de compasión. Elegimos ser pacientes con nuestras emociones, dándole el espacio y tiempo que necesiten visitarnos.
Estamos soñando con un 2023 que tenga: abundancia, salud, vulnerabilidad, presencia, amor, paciencia, constancia, gratitud, empatía, viajes, tranquilidad, fracasos y aprendizajes (y compasión para navegarlos), retos, cambios, milagros y oportunidades para dejarnos asombrar y sorprender, apertura emocional, placeres, aventuras, diversión, risas, alegría, paz, aquello que deseamos, auto-descubrimientos, balance. Y, ya dije amor, pero creo que esa es la base de todos estos deseos.
Ha sido un verdadero privilegio co-escribir esta edición del newsletter con Uds. Un ejercicio hermoso que me ha conmovido, sacado risas, aliviado, esperanzado y dado perspectiva. Me ha permitido reflexionar sobre mi 2022, y es lo que espero que pueda darte a ti, también. Que al reconocernos colectivamente, podamos reconocer(nos). Que al reflexionar colectivamente, podamos reflexionar individualmente. Que la compasión necesaria para hacer las paces con el año que fue, se transforme en la auto-compasión que podemos incluir en nuestro mundo interno al reflexionar con lo que este año fue... y lo que no fue, también. Y que la esperanza de lo que queremos para nosotras y nosotros 2023 sea el motor que nos permite seguir moviéndonos con lo que sea que el otro año tiene preparado para nosotras y nosotros.
Tal y como dice la canción que compartí como el acompañamiento musical:
No voy a pronosticar como el hombre del tiempo
Las borrascas que vendrán a romper el cemento
Con un 2023 con menos pronósticos, y más apertura a la vida para que se vayan rompiendo los cementos internos que ya no necesitamos. Y que esto nos de espacio para construir nuevas estructuras internas, más solidas y congruentes con quienes somos.
Mi gentil recorderis para el día de hoy:
Si necesitas un epi para seguir pensando y reflexionando sobre el tema:
E014: ¿Tengo que tener un "nuevo yo" para el nuevo año?
Si aún no estás lista/o para reflexionar sobre tu año...
No pasa absolutamente nada. Los fines de año siempre ofrecen una oportunidad para cerrar, pero a veces son solo eso: una oportunidad. Y no tenemos por qué tomarla, si en especial nuestro mundo interno aún no se siente listo (muy en línea con mi newsletter de la semana pasada).
Hace algunas semanas ofrecí un taller virtual llamado "en transición". Fue un espacio hermoso donde pudimos hacer sentido de nuestro 2022 y empezar a imaginarnos lo que queremos para nosotras y nosotros en nuestro 2023. Estoy pensando volver a lanzarlo en enero, cuando quizás hay más espacio y menos ruido para empezar a procesar y metabolizar. De tener interés, agradezco muchísimo que te anotes en la lista de espera para que seas la primera o el primero en enterarte si decido hacerlo y para cuándo he elegido llevarlo a cabo.
¡Espero que te lo puedas regalar!
Carla Morrison: Tiny Desk Concert (2022)
Recientemente, la cuenta de Instagram de NPR's Tiny Desk hizo un recuento de los mejores conciertos de Tiny Desk de este año, lo que me hizo revisitar esta joyita. La música y voz de Carla Morrison es un espectáculo, y espero que en estos últimos días del año te puedas regalar este concierto y disfrutarlo con un cafecito (o una champañita, también, si quieres).
Para verlo, haz clic abajo:
♥️Amorcito que recibe Adentro♥️
Agradecida con el 2022, con estos mensajitos los viernes, con el café que me puedo tomar en las mañanas, con la gente que abrazo, con el dar aunque sea un poco de mi tiempo, abundancia y amor a las personas que me rodean, pero sobre todo por cuidarme a mi misma, gracias por siempre recordarme que para poder estar bien para los demás, necesitamos estar BIEN nosotros primero.
-Connie R.
Para escribir en tu journal:
- ¿Hay algo de nuestro 2022 colectivo que resonó contigo? Nómbralo y elabora...
- ¿Hay algo de nuestro 2022 colectivo que te quieras llevar? Nómbralo y elabora...
Y con estos últimos pensamientos me despido por hoy.
¿Qué te pareció este newsletter? ¡Responde a este correo y cuéntame!
Reenvíaselo a alguien que quiera reflexionar sobre su 2022 de forma colectiva.
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¡Nos vemos en el 2023!
Un abrazo,
Mariana♥️