Los desafíos de diciembre😮‍💨

¿Cómo vamos con el inicio de diciembre? Confieso que me he topado con un inicio de temporada algo ajetreada, lo cual me ha dejado sintiendo muchas emociones –de las cuales te quiero contar el newsletter de hoy. Espero que, aún en la locurita de este mes, te puedas regalar un momentito para leer esta edición con intencionalidad y presencia. Quizás si practicamos varios momentitos de intencionalidad, podemos ir calmando una época que se puede sentir muy movida.

Como siempre, te comparto el acompañamiento musical para esta edición. ¿Te parece si iniciamos con la reflexión de hoy?

Creo que he estado tan entusiasmada con mi taller virtual y con Navidad, que realmente no me había sentado a pensar algo muy importante: lo movilizada que se pueden sentir las calles durante el mes de diciembre.

Lo tenía tan "no" en mi mente, que este domingo me desperté llena de motivo y con ganas de salir a desayunar pancakes. Pero fue tal mi sorpresa de encontrarme con tráfico, restaurantes llenos y la gente en la calle. "Pero, es domingo..." era lo que me decía con frecuencia, y es que no entendía porque la calle se sentía como un viernes de quincena. Y, ahí fue donde lo pude identificar: estamos oficialmente en diciembre.

Y, claro, tengo dos años que no experimento las calles de Panamá en diciembre. En el 2020, estaba recién aterrizada en Edimburgo, por lo cual no tuve esa experiencia. Y, en el 2021, los casos estaban en aumento, por lo que no salía mucho y no sentía la calle tan agitada. Al dimensionarlo de esta forma, me di cuenta que mi última experiencia de una Navidad "como la de antes" fue en el 2019, justito antes de que todos nuestros mundos cambiaran por completo.

Fue impresionante el impacto que una calle movilizada de un domingo tuvo en mí. Casi que de inmediato, me fui sintiendo algo ansiosa y empecé a impacientarme. Lo que "debía" ser un día tranqui de ir a comer pancakes, rápidamente se transformó en una mañana ajetreada –donde ni desayuné lo que quería, ni me sentía tranqui. Para una persona que intenta ser muy intencional en las formas en las que se mueve en sus días y en su semana, sentir que estoy apurada o con la mente en otro lugar se siente súper incómodo para mí. Y esto fue precisamente lo que fui identificando en mí al darme cuenta que las "movidas" calles de Panamá, estaban evocando una sensación similar en mi mundo interno.

Ya en la tarde –en casita, tranquila y sin el ajetreo externo– empecé a pensar en cómo, por un momento, mi intencionalidad y capacidad de estar en el 'aquí y ahora' estaban rápidamente siendo desafiadas. Lo que me hizo preguntarme:

¿qué otros desafíos trae el mes de diciembre?

En un intento de anticiparlos, empezaré a nombrar algunos de los que he identificado como posibles desafíos que puedan sabotear nuestra capacidad de estar presentes en estas últimas semanitas del año.

Mantenernos en el aquí y ahora

Permanecer en el "aquí y ahora" es uno de los desafíos más grandes que tenemos, en especial cuando estamos rodeados de situaciones que nos quieren llevar al "allá y el entonces". Las fiestas de fin de año, el marketing navideño y los tintes capitalistas de estas fiestas, hacen esto con frecuencia.

Diciembre suele ser un mes con muchas actividades y pendientes: cierres de año, fiestas, reuniones, amiguitos secretos, cenas, entre otras. Cosas que, en perspectiva, tienen el potencial de ser encuentros hermosos: oportunidades para compartir con nuestros seres queridos –algo que, contextualmente, significa muchísimo ya que hace dos años que no hemos podido hacerlo "bien". Pero, por alguna razón, se nos limita nuestra capacidad de estar presentes.

Mantenernos en el aquí y ahora se vuelve en un gran desafío en la medida en la que no hacemos el esfuerzo de dimensionar cuán especial es lo que estamos viviendo. Cuando no hacemos el esfuerzo de dimensionar cuán especial es estar viviendo.  Aún cuando sea desafiante, estar en el aquí y ahora nos puede permitir sentir un poco más de gratitud y plenitud –dos emociones que son súper poderosas, particularmente cuando nos acercamos al fin de año.

Practicar la auto-compasión

Al experimentar tanto ajetreo del mundo externo, no es inusual que experimentemos ese mismo ajetreo en el mundo interno (tal y como me pasó a mí). Y, en ese trajín, se va limitando nuestra paciencia y tolerancia –en especial con nosotras mismas y nosotros mismos.

Extendernos auto-compasión se vuelve un gran desafío en estas fiestas porque el contexto de las mismas nos suele conectar con lo que "nos falta". Para algunas y algunos, puede ser frustración por lo que no se logró este año; para otras personas, puede ser tristeza de no estar donde imaginaron que estarían; y, para otras, puede ser decepción y comparación al ver cómo están otras personas y "cómo estoy yo". Todos estos escenarios son el terreno fértil para mirarnos con mucha rigidez y dureza –incapacitando nuestra posibilidad de vernos a nosotras mismas y nosotros mismos con ojos más auto-compasivos.

Extendernos auto-compasión nos permite hacer las paces con donde estamos hoy en día, cómo fue este año para nosotras y nosotros, y la aceptación de aquello que tenemos y aquello que no. Y esta auto-compasión, como cualquier herramienta, "pica y se extiende": porque en la medida en la que me puedo tratar con un poco más de ternura, puedo tratar a los demás con esta misma energía, también.

Lo que me lleva al siguiente desafío.

Extenderle gracia a las demás personas

La gracia es un músculo, herramienta y emoción que –si se comparte de una forma sana– puede tener un impacto multiplicador y sanador en las demás personas. La gracia es una virtud, y consiste en mostrar disposición, aprobación y/o cortesía a las demás personas, de una forma amable, humilde y misericordiosa.

Para mí, la gracia consiste en partir de la premisa que las personas hacen el mejor trabajo que pueden hacer con las herramientas que tienen. Consiste en abrir espacio para pensar que la mayoría de las personas podrían tener buenas intenciones. Consiste en pensar lo mejor de las personas –en especial nuestros seres queridos y allegados– en lugar de lo peor.

Esta virtud es desafiante practicarla, porque muchas veces cuando nos sentimos frustradas/os o lastimadas/os hablamos desde esas emociones: el enojo, la tristeza, la culpa, la vergüenza, la herida, por nombrar algunas. Y decidir no engacharnos con esto, se vuelve algo súper desafiante –especialmente, durante las fiestas de fin de año.

Extenderle gracia a las demás personas consiste en considerar que las fiestas de fin de año –así como las calles en diciembre– son ajetreadas y movilizadas. Y que así mismo pueden estar nuestras mentes, nuestra paciencia, nuestras formas de comunicar e interactuar unos con otros. Extendernos gracia es recordar esto y priorizar en lo que es realmente importante en esta vida: nuestras relaciones. Cuidarlas –en especial si son relaciones sanas– implica extendernos gracia, una y otra y otra vez, porque somos seres humanos y estamos haciendo lo mejor que podemos.

La intención de la edición de hoy es empezar una conversación sobre algunas habilidades que nuestra mente puede "secuestrar", en especial durante el mes de diciembre, que incluyen (pero no se limitan a): estar en el aquí y ahora, practicar la auto-compasión y extendernos gracia entre nosotras y nosotros. Quizás, si podemos monitorear algunos de los desafíos que trae consigo diciembre, podemos poco a poco empezar a cuidar aún más nuestras relaciones. Quizás, si podemos identificar estos desafíos, podemos empezar a cuidarnos entre nosotras y nosotros. Quizás, al nombrar estos retos, podemos empezar a hacer de estas fiestas de fin de año algo mágico. No porque así nos lo vende la sociedad, sino porque tenemos más espacio mental y emocional para capturar los espacios de magia que pueden manifestarse todos los días en nuestras vidas.

Mi gentil recorderis para el día de hoy:

Si necesitas un epi para seguir pensando y reflexionando sobre el tema:

E065: ¿Cómo tener más empatía con las y los demás?

¡Aún quedan cupos para nuestro taller!

Estoy MUY emocionada porque este miércoles 14 de diciembre es finalmente nuestro taller virtual "en transición". Esta semana mandé los workbooks que estaremos utilizando en el mismo y, no es porque los hice yo pero quedaron demasiado lindos y especiales.

El workbook está incluido en el taller y trae muchísimos ejercicios reflexivos para pensar en nuestro año 2022 desde la auto-compasión, y para empezar a imaginarnos nuestro 2023 desde la esperanza y la intencionalidad.

Aún quedan cupos, así que si estás interesada/o en tomarlo, te recomiendo que separes el tuyo para que puedas recibir el workbook con suficiente tiempo de anticipación y así puedas trabajarlo y revisarlo antes de nuestro taller. ¡Te espero!

Wednesday (2022)

Ya varias personas me habían recomendado esta serie, que explora la vida de la adolescente de la familia Addams mientras navega lo que todas y todos buscamos: pertenecer. Tiene mucho contenido emocional y la misma da mucho para reflexionar en diferentes aristas.

¡Recomendadísima! Disponible en Netflix

♥️Amorcito que recibe Adentro♥️

Muchísimas gracias por este newsletter. Yo genuinamente los espero todos los viernes para hacer mi sesión de journaling de la mañana.

-Shantall V.

Para escribir en tu journal:

1. ¿Cómo proteges tu capacidad de estar en el aquí y el ahora?
2. ¿Qué necesitas para practicar la auto-compasión?
3. ¿Cómo se ve para ti extenderle gracia a las demás personas?

Y con estos últimos pensamientos me despido por hoy.

¿Qué te pareció este newsletter? ¡Responde a este correo y cuéntame!

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¡Espero que tengas un lindo fin de semana!

Un abrazo,

Mariana♥️