Las almejitas del mundo interno🦪
Este domingo estaba viendo la alfombra roja de los Óscares y no pude evitar contener mi orgullo al ver a Lety Sahagun, la segunda mitad de las famosas "Ash y Lety" de Se Regalan Dudas, en su rol de presentadora. Ver a una mujer latinoamericana (preparadísima, aparte) interactuando con actores y actrices de Hollywood me trajo recuerdos de esa Mariana chiquita viendo la alfombra roja de E! con puros presentadores norteamericanos. La cultura popular siempre me ha fascinado, y recuerdo que cuando veía estos premios, con frecuencia fantaseaba con un trabajo como el de ellas y ellos.
Ver a Lety me conectó con esos sueños tempranos, con esa versión mía, y con todas las "Marianas chiquitas" que quizás fantasean sueños similares y que vieron una representación más precisa de ellas en la alfombra roja. ¡Que ilusión presenciar las pequeñas e importantes formas como va cambiando el mundo!
En el news de hoy te comparto una reflexión sobre las almejitas:
- 🦪Las similitudes que siento que nos pasan
- 🎤Te cuento de lo que he estado hablando últimamente en espacios psicoeducativos
- 📰Te comparto mis recomendaciones –la peli ganadora de Óscar que me encantó ver, el TED Talk que me sorprendió, y el artículo que me dejó pensando
Como siempre, te comparto el acompañamiento musical para esta edición. Y, también te recuerdo que aquí puedes encontrar el playlist oficial de adentro.
Pedir almejitas como entrada es una tradición familiar que recuerdo desde que estaba pequeñita. Es más, el clásico en mi familia siempre fue: almejitas y pan pita antes de pedir pizza en una buena pizzería. Hoy en día, me fascina pedirlas al ajillo con una copita de vino blanco (muy frío) y un buen pancito para acompañar y recoger toda esa salsita deli que queda en el plato. En un almuerzo reciente con amigas, replicamos exactamente este mismo menú. Anticipando la delicia que iba a degustar, me serví algunas almejitas en mi plato (porque si no lo hago, es muy probable que deje a mis amigas sin poder probarlas). Entre risas y cuentos, me encontré con una almejita cerrada que decidí ponerla a un lado, porque siempre aprendí que las almejitas cerradas no se deben intentar abrir –lo que indudablemente despertó una reflexión que te quiero compartir el día de hoy.
"Las almejitas cerradas no se deben abrir, porque pueden provocar una intoxicación"; eso es lo que usualmente sale en cualquier buscador cuando buscas la explicación sobre el por qué de esta advertencia. Hay diferentes analogías que pueden emerger de esta frase, me gustaría compartirte algunas de las que se me vinieron a la mente.
Por un lado, pienso en las almejitas como las emociones. ¿Cuántas veces no hemos recibido el mensaje que hay ciertas emociones que son mejor "callarlas" y no compartirlas? ¿Cuántas veces no hemos recibido el mensaje de que hay sensaciones emocionales que no debemos "abrir"? ¿Cuántas veces no hemos recibido el mensaje que "debemos" lidiar con nuestras emociones nosotros solos, sin apoyarnos ni abrirnos con nadie más? Y, así, puedo seguir compartiendo diferentes experiencias que imagino podrán resonar en muchas mentes que me leen y reflexionan conmigo hoy.
Me quedo pensando en esta "intoxicación" que nos advierten las almejitas cerradas. Pero, ¿qué pasa si la "intoxicación" es interna, emocional y relacional? ¿Qué pasa si mantenernos cerradas y cerrados a nuestras emociones y mundo interno es lo que puede terminar "intoxicándonos" –literal y/o metafóricamente hablando? ¿Qué pasa si, como las almejitas, es mejor vivir nuestras vidas emocionalmente abiertos –con nosotras mismas, mismos y con los demás?
Por otro lado, pienso en las almejitas como las historias y partes de nosotras mismas y nosotros mismos que hemos aprendido a mantener cerrados, aislados y ocultos de las demás personas. Quizás, porque recibimos rechazo. Quizás, porque recibimos indiferencia. Quizás, porque recibimos burlas. Quizás, porque aprendimos por experiencia ajena –e internalizamos desde temprana edad que hay algunas cosas que "no son bien recibidas." Y a la vez, puedo entender absolutamente la necesidad de hacerlo –puede resultar supremamente vulnerable compartirnos como realmente somos. El costo de esto puede ser muy alto.
Pienso en la "intoxicación" interna que puede ocurrir cuando ocultamos parte de nosotras mismas y nosotros mismos por el temor a cómo puede ser recibida por los demás. Pienso en lo agotador que es vivir como "almejitas cerradas"; en la poca apertura que nos extendemos a nosotros mismos y a las demás personas. Pienso en todo a lo que nos cerramos, cuando nos cerramos: a ser vistas y vistos, escuchados, amadas y amados, y aceptadas y aceptados –incondicionalmente– por quienes realmente somos.
Sé que no son los mismos moluscos, pero escribir sobre esto me ha hecho pensar en una escena de Alicia en el País de las Maravillas. En la misma, una morsa encuentra a unas ostras bebés (que inicialmente se cierran al verlo), y las engaña diciéndoles que van a pasear, solo para terminar comiéndoselas. La mamá ostra percibe que hay algo raro en esto y les advierte, pero las ostritas bebés se van igual con él. Es mi peli favorita de Disney, pero me encuentro sintiéndome triste cada vez que veo esta escena.
Cuando las busqué para incluirlas en este newsletter, me llamó la atención que su nombre son "ostras curiosas". Creo que, al inicio de nuestras vidas, todas y todos somos como estas ostras curiosas: abiertas, inocentes, ingenuas, curiosas y espontáneas. Poco a poco, la vida nos va enseñando que quizás no podemos ser tan abiertas con todo el mundo (como la mamá les intentó advertir)–que quizás, como las almejitas que sí son seguras para comer, podemos ser semi-abiertas. Y a la vez, si nos cerramos, también nos cerramos a conocer, explorar, descubrir y experimentar.
No tengo una conclusión clara para el newsletter de hoy, supongo que quería compartirte lo que está en mi mente sobre esta analogía y quizás dejar el espacio abierto para que incorpores estas reflexiones a tu propia experiencia. Quizás, mi intención es invitarte a pensar en aquellas "almejitas internas": ¿Cuáles están abiertas, semi-abiertas o cerradas? ¿Qué experiencias han hecho que se sientan así? ¿Qué tan congruentes, sostenibles o cómodas se sienten estas posturas para ti hoy en día?
Carl Rogers, fundador de la psicoterapia humanista existencial, nos dice que una de las características de una persona funcional es tener "apertura a la experiencia". Para Rogers, mantenernos abiertas y abiertos es mantenernos vivas y vivos. Supongo que algo podemos desaprender y reaprender de las almejitas cerradas.
Mi gentil recorderis para el día de hoy:
Hemos estado hablando sobre la carga invisible
Me he encontrado hablando muchísimo sobre la carga invisible: en charlas, talleres, espacios psicoeducativos, y conversaciones casuales. Me siento tan agradecida de poder hablar de este tema con otras mujeres, y me siento tan mucho más agradecida que los sistemas en los que se mueven (empresas, comunidades, organizaciones) abran el espacio para hacerlo.
Aprovecho este mensajito para hacer dos invitaciones:
- Está oficialmente abierta la agenda de abril para facilitar espacios psicoeducativos. Si te interesa hablar de este o algún otro tema de salud mental, me encantaría que conversemos para encontrar el formato que mejor encaje con las necesidades de tu equipo. Me puedes escribir por acá.
- Si te interesa curiosear conmigo sobre el impacto de la carga invisible en las vidas de las mujeres –ya sea porque eres una y te gustaría encontrar herramientas para manejarla, o porque tienes en tu vida a una mujer y quieres descubrir herramientas para acompañarla– la sesión de acompañar de este mes es precisamente sobre esto.
Cuando hablo de carga invisible, me refiero a esas exigencias, expectativas, presiones, pendientes, tareas y necesidades que se le adjudican a (y nos adjudicamos) las mujeres, porque convencionalmente siempre se ha hecho así. Carga mental, emocional y doméstica que se acumula y, por su naturaleza invisible, queda sin ser reconocida y conversada. ¿Cómo impactan esas cargas y tareas en nuestro mundo interno? ¿En nuestro bienestar? ¿En nuestras relaciones?
Por solo $10 al mes o $100 anuales, tienes acceso a:
- nuestra próxima sesión en vivo
- nuestra videoteca de sesiones (¡ya tenemos 25+!)
- nuestros playlists especialmente curados para cada sesión
- nuestra comunidad de journaling
- descuentos y beneficios de futuros cursos, talleres y workbooks creados por mí
Te comparto las recomendaciones de contenido que he estado disfrutado recientemente.
Pelis
American Fiction (2023)
En tres días me vi tres películas nominadas a mejor peli –Oppenheimer (no me quise someter a la locurita de Barbienheimer cuando salió, y sorprendentemente me gustó muchísimo), Flowers of the Killer Moon (que historia tan importante de contar y necesito ver a Lily Gladstone en más pelis), y American Fiction, la que me gustaría recomendarte el día de hoy –que, por cierto, ganó por Mejor Guión Adaptado, premio merecidísimo a mi parecer.
American Fiction es la historia de Monk, un autor renombrado, que sigue siendo rechazado por su casa editorial con la explicación de que sus historias no son "lo suficientemente negras" –siendo él, un hombre negro. Irritado por esta valoración sin fundamento, Monk decide –como un chiste– presentar una historia encasillada en los estereotipos de la comunidad afroamericana, yendo en contra de sus esfuerzos para no perpetuar el reduccionismo cultural que con frecuencia viven las personas negras. Es una sátira que enfatiza muchos puntos importantes sobre relaciones familiares, trauma intergeneracional, racismo, estereotipos, comercialización de la tragedia, vulnerabilidad y –agregaría yo– una mirada crítica a la falta de pensamiento crítico que existe, tanto en el mundo literario como en el mundo real.
En fin, ¡recomendadísima! Disponible en Amazon Prime. Si la ves, te recomiendo ver luego esta pequeña entrevista con el actor principal, Jeffrey Wright.
Video
Cómo encontrar el humor en la absurdidad de la vida (TED Talk)
El otro día me topé con un clip de este TED Talk de Maira Kalman, y me llamó tanto la atención que me regalé 15 minutos para verlo completo. Me fascinan las conversaciones que hablan de cosas sencillamente profundas; y, esta presentación de la artista y escritora, se siente así.
Si puedes, regálate 15 minutitos para verlo haciendo clic abajo:
Artículo
Inteligencia artificial y psicoterapia (The Guardian)
"Es barato, rápido y está disponible 24/7" –así empieza el artículo que busca explorar la "eficacia" de inteligencia artificial en proveer apoyo de salud mental. Soy psicoterapeuta, así que ya te imaginarás que leí este artículo con mucha resistencia –pero, hay que leerlos. Hay que leerlos porque es importante entender el valor que los usuarios encuentran en estas herramientas, su creciente popularidad y el uso de los mismos dentro del campo de la salud mental.
Mi invitación es que lo leas con una mirada crítica y empática –imaginándote las historias y experiencias de vida donde una herramienta así puede ser muy útil, así como las historias y experiencias de vida donde una herramienta así puede ser muy limitante. Puedes leerlo haciendo clic abajo:
¿Qué has estado leyendo, escuchando o viendo recientemente que te ha encantado?
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♥️Amorcito que recibe Adentro♥️
Siempre quedo fascinada con el contenido de tu newsletter y hoy no fue la excepción.
-NA, en respuesta a la edición anterior "Mi historia con el feminismo"
Para escribir en tu journal
- ¿Cómo se ven tus almejitas internas? (Te invito a escribir qué resonó en ti del newsletter y cómo se conecta con tus propias experiencias.)
- ¿Cómo se siente para ti pensar en ellas hoy?
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Un abrazo,
Mariana♥️