El área VIP de tu mundo interno😎
Ya mañana es oficialmente el primer día de octubre, lo que suele sentirse como un 3x1 porque en un abrir y cerrar de ojos ya estamos acercándonos al fin de año. Si sentiste un mini-apretón en el pecho al leer esto, no estás sola ni solo. Por más que amo la Navidad, no necesariamente quiero ver desde ya al reno de la Arrocha asomándose –por favor y gracias.
En un esfuerzo de no irme al "allá y entonces" y quedarnos en el "aquí y ahora", quiero aprovechar este cierre del mes de septiembre para invitarte a tocar base contigo: ¿Cómo estuvo tu mes de septiembre? ¿Hubo momentos para sentir y expresar gratitud? ¿Momentos de gozo + felicidad genuina? ¿Momentos difíciles? ¿De tristeza, dolor o incertidumbre? Y, más importante aún, ¿cómo han estado tus relaciones? ¿Hay algún ajuste que quisieras hacer en las mismas durante el mes de octubre? ¿Cómo se empezaría a ver esto para ti?
Espero que estas preguntas te ayuden a anclarte en el aquí y ahora, y a ver el panorama completo de tu vida en este momento. Acercarnos al fin de año no necesariamente tiene que significar estrés y ansiedad solamente; también puede significar gratitud, presencia y reflexión.
Como siempre, te comparto el acompañamiento musical para esta edición, ¿te parece si iniciamos con la reflexión de hoy?
Cuando era estudiante de psicología, mis profesoras y profesores siempre nos decían que estudiar sobre la infancia podría movilizarnos un poco. Por ejemplo, nos invitaban a prestar atención a cómo nos estábamos sintiendo a medida que aprendíamos más sobre el apego (E023 de mi podcast, por cierto). Estudiar psicología te ubica en un espacio interesante del complejo y maravilloso proceso de ser ser humano: porque aquello que estudias, tú también lo viviste, vives o vivirás. Y, me encanta ofrecerles este mismo recorderis a mis estudiantes de psicología, particularmente en la cátedra actual que estoy dictando que se enfoca en los primeros años de vida.
Es maravilloso y curioso, a la vez, asumir esta postura de "pensarnos" dentro de aquello que estamos leyendo, porque en el camino nos damos cuenta que los conocimientos teóricos con los que nos vamos relacionando, van cobrando vida. Y, mientras más vamos creciendo, nuevos matices van apareciendo. ¿A qué me refiero? Lo que pienso y siento hoy en día al leer el material de siempre, es MUY distinto a lo que pensaba y sentía cuando era estudiante de psicología. Y, es que aunque la teoría no haya cambiado, yo sí. Y mi forma de hacer sentido de la psique humana también está en constante cambio.
Indudablemente, en la cátedra le hemos dedicado una gran parte de nuestro tiempo y energía a conversar sobre la importancia de las relaciones tempranas. Esos vínculos tempranos que hacemos con nuestras madres, nuestros padres, nuestros abuelos, maestras y maestros, tías y tíos o cualquier otro adulto significativo –que tienen un lugar invaluable en nuestro mundo interno. Y, aunque antes quizás hubiese reflexionado sobre los múltiples beneficios de tener relaciones sanas –hoy en día, me estoy constantemente preguntando, ¿a quién (o quienes) le damos permiso de ocupar este lugar en nuestras vidas? Un lugar que en la adultez cobra un significado totalmente distinto. Un lugar que yo he estado llamando últimamente: el área VIP del mundo interno.
¿Qué es el área VIP del mundo interno?
¿Has visto cómo los bebés o niñas y niños gravitan hacia cierto tipo de adultas y adultos? Particularmente, si estas adultas y adultos tienen una presencia significativa en la vida de esa personita. Cuando es así, es esperado que estos bebés les tiren los brazos o quieran acurrucarse con ellas y ellos; o que las niñas y los niños les busquen y corran a abrazarlos cuando les ven. Este gesto –aunque pueda parecer pequeñito– simboliza que, para esta niña o niño, ese adulto es un invitado VIP de su mundo interno.
El acrónimo en inglés lo describe a la perfección (Very Important Person, o persona muy importante en español). Y ocupar este puesto en el mundo interno, no ocurre de la noche a la mañana. Muy similar como con las niñas y los niños, requiere múltiples encuentros seguros –de esos que hacen a las niñas y a los niños sentirse felices + vistas/os + especiales + escuchadas/os.
Y, es que eso de ser VIP trae consigo múltiples beneficios: sentirnos especiales, sentirnos deseadas y deseados, sentirnos vistas y vistos. Es un grandísimo privilegio ocupar un espacio así en la vida de una persona, y algo que requiere de mucho trabajo. Sin embargo, creo que algo pasa entre la infancia y la adultez que se nos olvida que tenemos ese área VIP. Y, por alguna razón, creo que eso nos lleva a caer en algunos escenarios peligrosos:
- o, ubicar a todo el mundo en nuestro VIP, sin hacer un filtro de quién se ha ganado el privilegio de estar ahí;
- o, no dejar a nadie entrar al VIP, y corriendo el riesgo de privarnos de establecer relaciones íntimamente significativas, que nos pueden aportar muchísimo.
Dentro de varias semanas de esta reflexión, me topé con este video de la Dra. Julie Smith que creo que nos ayude a entenderlo un poco mejor:
En el mismo, la Dra. Julie nos cuenta cómo nuestra vida está llena de personas –algunas que nos aportan infinitos beneficios a nuestro mundo interno y lo hacen mejor, algunas otras que simplemente están, y algunas otras que pueden impactar nuestro mundo interno de una manera negativa. La Dra. Julie nos cuenta que aunque a veces pueda ser tentador deshacernos de quienes "no nos aportan" o "nos impactan negativamente", en la realidad a veces eso no es tan fácil.
Muchas veces estas personas están en nuestros trabajos (donde nos toca ir diariamente, y no puedo hacer nada al respecto), o en nuestras familias (con quienes nos toca coincidir, y no puedo hacer nada al respecto), o son parte del mundo interno de personas que son muy importantes para nosotras y nosotros (y nos toca aceptar su presencia, y no puedo hacer nada al respecto). Lo que la Dra. Julie propone es que, a través de los límites sanos, podemos ir creando un sub-área especial: el área VIP. Un área especialmente diseñada y elegida por nosotras y nosotros para quienes nos brindan frescura, perspectiva, ligereza, gozo, amor, cariño y salud a nuestra vida. Y, a partir de esas relaciones, podemos empezar a hacer las paces con las otras relaciones que nos toca tener.
Es importante detenerme aquí para aclarar que cuando hablo sobre relaciones que nos "toca" tener, no estoy incluyendo las relaciones abusivas y/o violentas –de cualquier forma en la que se presente. Cada quien tiene la libertad de hacer su propio inventario personal y decidir qué elige o no tolerar, y es importante tomarse el tiempo para que lo que estoy proponiendo aterrice en tu propia historia personal (muy similar a lo que comenté en el newsletter pasado). Quiero enfocar mi propuesta en el área VIP y todo lo que la misma puede aportar a nuestra vida: ese lugar especial, cuidado, protegido y trabajado donde nuestras relaciones más sanas pueden seguir creciendo y formando una parte activa de nuestro mundo interno.
Brené Brown (a quien extrañaba mucho y ya regresó de su sabático), nos cuenta algo similar cuando nos dice que no todo el mundo merece nuestra vulnerabilidad. Y, cuando lo desmenuzamos, hace mucho sentido:
Si la vulnerabilidad es riesgo, incertidumbre y exposición emocional –¿no merecemos un lugar seguro donde eso pueda ocurrir?
Sin querer queriéndolo, me estoy dando cuenta mientras estoy escribiendo esto que VIP se escribe con V de vulnerabilidad. El área VIP de nuestro mundo interno tiene precisamente eso: vulnerabilidad. Es ese espacio sagrado donde podemos mostrarnos completamente, donde podemos atrevernos (porque la vulnerabilidad es sinónimo de valentía –¡también con V!) a ser vistas (¡¡¡¡otra V!!!!) y escuchados. La idea quizás no es deshacerte de las bolitas verdes y azules del video de la Dra. Julie, sino quizás abrir un espacio especial en tu vida para las bolitas verdes –para que las azules se sientan un poco más manejables. Este videito de BB te puede ayudar a ir empezando este proceso de discernimiento.
Mi intención con la reflexión de hoy va por dos vías, al igual que las relaciones. Por un lado, quiero invitarte a pensar en el área VIP de tu mundo interno: cómo lo cuidas, quién tiene una mesa reservada ahí (¿te hace sentir vista/o y escuchada/o?), qué tanto espacio haces en tu vida para este lugar, cómo te relacionas con el mismo, y qué criterios son necesarias para el VIP de tu mundo interno. Y, por otro lado, quiero invitarte a pensar en si tu ocupas un área VIP en el mundo interno de alguien más: cómo reconoces el grandísimo privilegio que es esto, cómo cuidas este espacio si te hace sentir especial y te nutre, qué tan cómoda o cómodo te sientes ahí, y qué tanta reciprocidad hay en esta relación.
Mientras más crezco, más me sumerjo al complejo mundo relacional, y más permiso me doy para identificar los distintos matices que las definen. No todo es blanco o negro, y mucho menos nuestra propia condición humana. Démonos permiso de mirar hacia adentro para poder descifrar con quién o quienes queremos compartir esta hermosa aventura de vivir.
Mi gentil recorderis para el día de hoy:
Si puedes, escucha la canción que elegí para el acompañamiento musical de hoy, creo que embona perfectamente con la sensación de "hogar" que sentimos con quienes son parte de nuestro VIP interno. Y, si necesitas un epi para seguir pensando y reflexionando sobre el tema:
E038: ¿Es normal sentir culpa después de establecer límites?
El crecimiento emocional no se ve de una sola forma.
Esta semana publiqué un post sobre las distintas caras del crecimiento emocional. Si quieres conocer un poco más sobre ellas, haz clic abajo para ver el post completo.
El burnout de las apps de citas
Hace poquito me topé con este artículo y me pareció un tema tan relevante y a veces tan poco abordado –en particular, ante las nuevas exigencias y necesidades de un mundo digital en constante cambio, tal y como lo evidenció la pandemia. Este artículo del NY Times detalla cuáles son las experiencias emocionales de las personas que utilizan con frecuencia apps de citas, y el ciclo infinito de ilusión, desilusión, desesperación y frustración.
También, la presión que tienen las relaciones románticas como principales habitantes del VIP del mundo interno, dejándole poco espacio a las relaciones platónicas –que son igual o más importantes– pero eso es para otro newsletter.
Para leer el artículo completo, haz clic abajo:
♥️Amorcito que recibe Adentro♥️
Mariana, qué importantes son este tipo de análisis más profundos, cosa que no ocurre (por el formato) en redes como TikTok e Instagram.
-Pedro C.
Para escribir en tu journal:
- Si tu mundo interno tuviera un VIP, ¿a quiénes te gustaría ver ahí?
- ¿Cómo te hacen sentir estas personas durante momentos de vulnerabilidad?
- ¿Cómo puedes empezar a cuidar este espacio?
Y con estos últimos pensamientos me despido por hoy.
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¡Espero que tengas un lindo fin de semana!
Un abrazo,
Mariana♥️