Algo para capturar en este 2022✨
Espero que tu 2021 haya culminado desde un lugar tranquilo y amoroso, y estés iniciando tu 2022 desde un lugar esperanzado y con claridad. No necesitas tener un nuevo 'yo' para este nuevo año (hablé de eso en el E014 de mi podcast por si quieres escucharlo). Y, aunque un nuevo año sí simboliza una nueva página y una nueva oportunidad para acercarnos a nuestra versión más sana + congruente + auténtica, también es una continuidad de una vida que ya hemos llevado: una vida llena y digna de amor, independientemente de los errores que hayamos cometido. Así que, ya sea que este nuevo año simbolice un nuevo libro, un nuevo capítulo, una nueva página o un nuevo párrafo –espero que estés abierta/o para recibir lo que traiga con gracia y compasión.
Tenía pensado un tema totalmente diferente al que me voy a dedicar a escribir el día de hoy, pero me di permiso de cambiar de opinión y de dejarme sorprender –lo que es un genial intro para lo que he tenido en mente esta semana.
Esta semana estuve hablando con mi primo Pedro y su esposa Paola –ambos increíbles profesionales que trabajan en las industrias creativas (música + diseño). Lo que empezó como una actualización sobre cómo hemos estado y cómo hemos navegado esta pandemia, rápidamente se transformó en una conversa de casi 4 horas sobre el potencial sanador de la música (entre muchos otros temas).
Muy alineado con un tweet que envié esta semana, les decía a ellos que hay álbumes que los escucho y me mueven de maneras inexplicables. Evidencia:
Entre los muchísimos temas que conversamos, hablamos sobre nuestros artistas favoritos, nuestro álbum favorito de los Beatles, los playlists que hacemos, y lo desafiante que es la 'música nueva'. Desde el punto de vista de alguien que ama la música, le comentaba a Pedro que aunque Natalia Lafourcade ha hecho música nueva, ningún álbum me ha capturado y movido como lo ha hecho 'Hasta La Raíz'. Y, la razón de esto es puramente emocional: me transporta a un momento de mi vida donde ese álbum fue indispensable. Así como folklore de Taylor Swift, Tapestry de Carole King, All Things Must Pass de George Harrison, por nombrar algunos.
Cada una de estas joyas musicales está atada a un momento de mi vida, simbolizan un caleidoscopio temporal + emocional de mi mundo interno, son un ancla de versiones mías y partes mías que logré reconocer a través de estos artistas y sus canciones, y mi cerebro e inconsciente quiere volver a sentir eso. Cada vez que alguno de estos artistas lanza música nueva, estoy deseosa y ansiosa de volver a sentir lo que sentí en ese momento –y decepcionada cuando no lo encuentro.
En el 2021 escuché 81,185 minutos de música, por lo que no debe sorprenderte que te admita que yo escucho música casi todo el día. Escucho religiosamente mi Discover Weekly todos los lunes, y estoy clarísima del tipo de música que me gusta y el tipo de música que no me encanta. Y, hablando con Pedro + Pao me di cuenta de algo: esa 'certeza musical' hace que cada vez sean menos los álbumes y los artistas que 'descubro' que me mueven de sobremanera. Cuando era niña y adolescente, cada cosa que hacía Britney, los Backstreet Boys o Shakira me emocionaba muchísimo. Y, probablemente escuchaba mucho menos de 81,185 minutos de música al año.
Pero, Mariana, ¿qué tiene esto que ver con nuestro mundo interno?
Toda esta conversa sobre nuestros gustos musicales y la forma en la que nos vivimos la música me hizo pensar mucho en varios rasgos inherentes a los seres humanos: al cerebro le encanta predecir, buscamos la comodidad y lo conocido, y gravitamos hacia aquello que nos hace sentir seguras/os. No lo estoy compartiendo como un juicio (espero que a estas alturas sepas que mi intención jamás es esta), y ni siquiera lo estoy compartiendo como algo 'malo' que tenemos que corregir. Lo comparto como algo que todas y todos tenemos en común. Usualmente volvemos a buscar aquello que conocemos porque sabemos cómo nos hace sentir, en lugar de abrirnos a descubrir algo nuevo con la incertidumbre de no saber lo que evocará en nosotras y nosotros.
En términos científicos, esto es genial para nuestro sistema nervioso central (SNC) porque todas estas sensaciones (comodidad, seguridad, conocido) ayudan a calmar a nuestro SNC. Y un sistema nervioso en calma, es un ser humano en calma – que, por ende, puede relacionarse de forma sana con su mundo externo e interno. Pero, cuando estamos tan arraigadas/os a 'lo seguro', nos perdemos una oportunidad preciosa para precisamente ese 'algo' que quiero invitarte a capturar este 2022:
la posibilidad de dejarnos sorprender.
Si puedo descubrir a un solo artista, una sola canción o un solo álbum que me produzca una emoción genuina en este 2022 –con eso estoy satisfecha. Porque ahora sé lo difícil que es sorprendernos. Y así como en mi caso es con cualquier expresión artística (música, arte, cine, fotografía, literatura), en tu caso puede ser con un sinfín de otras áreas.
No solamente favorecemos mucho más el sentido de seguridad en la adultez que en la niñez y adolescencia (dejando poco espacio para el juego + jovialidad + alegría + goce), sino que también vivimos en una época donde tenemos acceso a TANTA información. Estamos todo el día en redes sociales consumiendo contenido, intercambiando ideas, expresando opiniones –intentando ser "intencionales" en espacios automatizados, binarios, y con poca apertura para el 'no saber'. Estamos constantemente usando nuestra parte más racional, nuestra parte más objetiva y lógica en todo lo que hacemos, e intentando tener siempre la razón. Y al hacer esto, perdemos una oportunidad valiosa de jugar y dejarnos sorprender.
Y que maravilloso es encontrar hoy en día –en este contexto sociohistórico y en esta etapa evolutiva de la adultez– un 'algo' que nos emocione, un 'algo' que nos sacuda, un 'algo' que nos haga sentir a niveles que resultan imposibles de explicar, un 'algo' que nos produzca un genuino sentido de serendipia. Que maravilloso es dejarnos sorprender, porque en ese preciso momento nos damos cuenta de todo lo que aún nos queda descubrir en este mundo, y de todo lo que aún nos queda por curiosear en nuestro mundo interno. Ese asombro abre una puertecita hermosa hacia una actitud de curiosidad genuina, sin juicio y juguetona, con ansias de explorar y descubrir y seguir conociendo –porque aún en la era informática, no lo sabemos todo, y el primer paso más importante para seguir desaprendiendo es precisamente eso: ser curiosas y curiosos.
Así que, eso es lo que espero que puedas capturar en tu 2022: espacios de asombro donde te permitas ser sorprendida/o. Por una pintura, por una canción, por un paisaje, por una persona, por una película, por un libro. Porque si puedes capturar ese momento, creo que es un buen indicador de que estás viviendo esta vida de una manera abierta e intencional. Y no se me ocurre otra mejor forma de vivirla.
Mi gentil recorderis para el día de hoy:
¡Se acerca nuestro primer espacio de 'Acompañar' –nuestro espacio comunitario de salud mental– del 2022! Y, en esta ocasión, decidí hacer una pequeña encuesta con aquellos con son parte de la membresía para elegir nuestro tema de este mes. Y fue un pequeño empate entre una sesión de journaling + un espacio psicoeducativo, así que decidí hacer un 'mix and match':
El día de nuestro encuentro nos conectaremos y haré una presentación para hablar sobre nuestro mundo interno + cómo expresar nuestras emociones de una forma más sana, haremos una sesión de journalling comunitario + al final, compartiremos alguna de nuestras reflexiones del ejercicio. Para el mismo solo necesitas un journal, algo para escribir, y ganas de desaprender.
Si es algo que te interesa, asegúrate de actualizar tu membresía aquí:
Espero verte por allá y, en sintonía con el tema de esta edición, que te des permiso de dejarte sorprender por aquello que curioseas de tu mundo interno y te permitas comunicarlo con tus seres queridos para relacionarte con ellas/os de forma más sana. ¡Te espero!
Creo que esta es la parte más desafiante de la edición de hoy. Me vi TANTAS cosas en estas últimas dos semanas que no sé ni por donde empezar, pero me limitaré a dos recomendaciones (la tercera recomendación merece todo un post que probablemente lo publique el domingo que se celebran los Golden Globes):
Regreso a Hogwarts
No les puedo empezar a explicar lo que he llorado viendo este especial. Me transportó a lugares mágicos de mi infancia + adolescencia, personajes que me transformaron y con quienes me identifiqué, y mensajes + lecciones que me llevaré para siempre. Soy orgullosamente una Potterhead, y este especial me llenó el corazoncito. Disponible en HBOMax.
Encanto
Esta fue una de las opciones para nuestro primer espacio de Acompañar pero, desafortunadamente, no ganó (insertar emoji triste). Quise hacer un cineforo de esta peli porque tiene TANTOS mensajes + temas de salud mental (individual y familiar) que vale la pena reflexionar. Hermosa, hermosa.
Para escribir en tu journal:
- ¿Cuándo fue la última vez que te permitiste sentir asombro?
- ¿Qué te movió en ese momento?
- ¿Cómo puedes permitirte dejarte sorprender?
Y con estos últimos pensamientos me despido por hoy.
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¡Espero que tengas un lindo fin de semana!
Un abrazo,
Mariana♥️
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